Opinión

Preparando la alternancia política

Ayer domingo fue un día clave para el desarrollo democrático de México porque aconteció un fenómeno poco frecuente representado por la coincidencia entre la acción política y el discurso programático. Es decir, fuimos testigos del despliegue de la Marea Rosa que acudió multitudinariamente al Zócalo CDMX y del último debate entre las candidaturas presidenciales antes de las elecciones que se celebrarán en 12 días. En la vida política raramente coinciden la acción y el pensamiento, lo cual permitió observar contemporáneamente tanto la capacidad de movilización como la oferta política opositora. Entre los votantes indecisos crece la idea de que las oportunidades que un elector en lo individual tiene de influenciar el resultado son nulas, por lo que se ha venido configurando un enorme asociacionismo ciudadano para constituir un bloque político antagonista al oficialismo.

Por un lado, la enorme manifestación social que se expresó en la Plaza de la Constitución en favor de los candidatos opositores, Xóchitl Gálvez y Santiago Taboada, representó la expresión más genuina de la participación democrática de una ciudadanía consciente que lucha por mantener las libertades y que apoya electoralmente a una opción política alternativa cada vez más fuerte y cohesionada. La racionalidad de su participación política deriva de una muy extendida indignación social por la manera como se ha gobernado nuestro país durante el actual sexenio. Se puede afirmar que es una poderosa oposición social al mal uso de los recursos públicos, al clientelismo y la corrupción, al nepotismo y a las mentiras como forma de gobierno. Todo ello derivado de una percepción enraizada en la población de que nuestra democracia está en peligro.

La Marea Rosa abarrotó la plancha del Zócalo

La Marea Rosa abarrotó la plancha del Zócalo

Cuartoscuro / Adolfo Vladimir

La movilización ciudadana fue un éxito –con decenas de miles de asistentes- a pesar de los intentos de sabotaje del presidente López Obrador quien literalmente se amuralló en Palacio Nacional permitiendo que la CNTE mantuviera su presencia provocadora en el Zócalo y no obstante el hostigamiento con restricciones peatonales y vallas montado por el encargado del Gobierno de la CDMX quien ordenó cerrar diferentes vialidades para obstaculizar el libre acceso de los ciudadanos. A pesar de todo, la marea ciudadana inundó, acompañada de los militantes de los partidos que integran la coalición opositora, el Zócalo y las avenidas circundantes.

Representó un gran simbolismo la fuerte contraposición que se observó entre los ciudadanos que libremente se aglutinaron en el Zócalo y el inquilino de Palacio Nacional que permaneció alejado de la multitud blindado con cercas de acero detres metros de altura, recordando prepotentemente el antagonismo que existe entre los gobernantes y los gobernados, entre la clase política y los ciudadanos, entre un poder patrimonialista que actúa en la oscuridad y una sociedad abierta, solidaria y transparente.

Por otro lado, el último debate presidencial permitió apreciar que la candidata Xóchitl Gálvez tuvo un desempeño destacado, mostrando a sus potenciales votantes las cualidades argumentativas que posee. Logró comunicar sus programas, propuestas, razones y promesas. Demostró ser una candidata con las cualidades personales que hacen a un líder mayormente atractivo, influyente y elegible. Sus capacidades de comunicación han desempeñado un rol crucial en la definición de los electores. El voto útil y el sufragio de los indecisos modificarán todos los escenarios esperados de comportamiento electoral. Esa será la verdadera y más precisa encuesta.

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La capacidad de provocar acciones y de transmitir ideas siempre han sido factores determinantes en la participación electoral. Durante los comicios del próximo 2 de junio se producirá un masivo “voto expresivo” como proyección de la intensa participación ciudadana que acontecerá, teniendo como fundamento un conjunto de motivaciones sociales y políticas que permiten a los votantes forjarse desde ahora, unas perspectivas concretas de victoria. Esta es la lógica de la acción colectiva que observaremos el día de la elección.