Opinión

¿Visa para EU? A esperar sentados

Estados Unidos es un país profundamente dividido. Igual que Washington. Solo hay un asunto en el que los políticos de todas las ideas y partidos están de acuerdo: en lo podrido y lo mal que funciona su sistema migratorio, al que no le encuentran solución.

A pesar de todos los discursos y las promesas, nadie sabe cómo arreglarlo ni por donde empezar a componer un sistema que otorga 185 diferentes clases de visas en dos categorías: las de los inmigrantes y las de los no inmigrantes. Ambas con un difícil y largo proceso para obtenerse que varía de país a país y de ciudad a ciudad.

En la lista de esta semana emitida por el Departamento de Estado con los tiempo de espera para conseguir, no la visa de turista, sino la cita para hacer una solicitud, se ve por ejemplo que un habitante de Mumbai, en India, debe esperar en promedio 694 días, alguien de la Ciudad de México 688, en Monterrey 346, pero un chino en Beijing sólo 71 y un surcoreano en Seúl en 24 horas la obtiene.

Para hacer una solicitud de visa para EU, alguien de la Ciudad de México debe esperar 688 días; en Seúl en 24 horas la obtiene.

Para hacer una solicitud de visa para EU, alguien de la Ciudad de México debe esperar 688 días; en Seúl en 24 horas la obtiene.

Twitter

La espera para visas de estudio o de trabajo que son respaldadas por una empresa, generalmente tienen respuesta más rápida, pero solo uno de cada cuatro son aceptados, de acuerdo a la Cámara de Comercio. De ahí la razón de que muchas personas tratan de entrar sin visa o vienen como visitantes y nunca se van.

A esto se agrega los miles de personas que huyen de la pobreza y la violencia en sus países y que de acuerdo al presidente Joe Biden está dando como resultado los más altos niveles de emigración de que se tenga memoria en el hemisferio.

Quienes buscan asilo tienen todo el derecho a hacerlo bajo las leyes internacionales que surgieron luego del Holocausto y la Segunda Guerra Mundial, cuando las naciones se comprometieron a recibir personas que temen por sus vidas o que son perseguidas por su raza, su religión o sus ideas, pero estos componen una minoría entre los 2.4 millones de personas arrestadas el año pasado tratando de cruzar la frontera.

El problema principal es la falta de ideas sobre cómo resolver la situación de quienes desean venir y los 11.5 millones que ya están aquí sin documentos. Nadie sabe qué hacer para que sea más fácil el proceso y eventualmente se conviertan de desearlo, en ciudadanos. La última vez que se dió una Reforma Migratoria fue en 1986 bajo Ronald Reagan.

Actualmente los republicanos, una mayoría en la Cámara de Representantes, culpan del estancamiento a la frontera con México, por donde dicen, solo entran criminales y terroristas y simplemente los derechistas se oponen a toda inmigración.

El problema es que este país no puede sobrevivir sin inmigrantes. El mismo Martin Walsh, secretario del Trabajo ha dicho que la gran amenaza para Estados Unidos no es la inflación, sino la inmigración. La falta de trabajadores que llenen tanto empleo vacante.