
Cinco días después de que un fuerte temporal azotara el sur y sureste de Brasil, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva sobrevoló el noroeste del anegado estado de Santa Catarina, cuya situación consideró la más trágica en la región y donde el número de muertos por las lluvias llegó a 99, según los organismos de socorro.
El último balance de la Defensa Civil en la entidad, da cuenta de 99 decesos, 19 desaparecidos, 78 mil 656 damnificados y más de 1.5 millones de afectados, de alguna forma, por la catástrofe.
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