Los programas de Inteligencia Artificial (IA) han avanzado aceleradamente y ya permiten conocer muchas de las reacciones y preferencias de las personas, a través de sus elecciones. Ante este avance, es importante que el psicoanálisis no se repliegue y que defienda su papel como herramienta eficaz para conocer las expresiones menos conocida del comportamiento de nuestra especie, sus causas y experiencias creativas.

Así lo explicó a los lectores de Crónica el Psicoanalista argentino Javier Bolaños, quien impartió el Seminario Psicoanálisis e Inteligencia Artificial, organizado por 17, Instituto de Estudios Críticos.

-- ¿En qué momento de su propia historia se encuentra el psicoanálisis, en comparación con su nacimiento, el siglo pasado?—. Se le pregunta al cofundador y presidente de la Fundación Salto, en Argentina, cofundador de Salto, PC&S (Psicoanálisis, Cultura & Sociedad), en España, y cofundador de LEAP (Lacanian Encounter Association of Psychoanalysis), en Estados Unidos.

-- Es una pregunta fundamental pues sí hay un cambio. Antes, el funcionamiento del psicoanálisis ocurría sólo al interior del consultorio y dialogando un poco con disciplinas como la filosofía, la literatura y las ciencias médicas. Pero ahora parece que la Inteligencia Artificial está comandando lo que el ser humano debe ser o puede ser. A través del uso que las personas dan a la tecnología se han desarrollado modelos de lo que supuestamente debemos ser: un modelo de felicidad que se debe alcanzar en el que se celebra la velocidad de la vida y la filosofía del vivir sin falla. Pero el ser humano es algo más que estas imágenes generales y corresponde al psicoanálisis entrar a lo más profundo y encontrar lo que puede sorprendernos en cada individuo--.

-- ¿Pero sí hay diálogo entre Psicoanálisis e Inteligencia Artificial?

-- Sí. Por un lado, tenemos a la Inteligencia Artificial que plantea la unificación o la homogenización del ser humano para entenderlo a través de patrones, de elecciones. Pero frente a este proceso el Psicoanálisis de coloca en la posición del Otro, que estudia todas las partes no determinadas del ser humano, esas partes que muestran que la persona no es sólo un organismo sino algo mucho más amplio. El papel del Otro es muy importante y tiene muchas consecuencias. Entender al Otro no sólo se refiere a cómo un individuo se relaciona con otras personas sino a entender a ese Otro que habita dentro de nosotros mismos--, indica el especialista que desde 2004 ha enseñado psicoanálisis como profesor universitario de grado y postgrado en la Universidad Nacional de Córdoba y Universidad Siglo 21, en Argentina.

-- ¿A qué atribuye el éxito y la creciente presencia de la Inteligencia Artificial en más campos de la sociedad?

-- Hay una parte de la Inteligencia Artificial que satisface al ser humano. Aunque antes era difícil de aceptar, hay proceso o conductas que describe la Inteligencia Artificial en las que tiene razón, como en los patrones de consumo. Por eso es tan aceptada. Pero el ser humano es algo más que sus decisiones, no es un humano máquina y es en esos espacios más profundos donde es muy importante el psicoanálisis.

-- ¿Pero por qué un psicoanalista como usted ha dedicado tantos años a estudiar la Inteligencia Artificial y no se limitó sólo a escribir un ensayo o un artículo?

-- Lo decidí desde el momento en que creí entender que quienes en el futuro se encargarán de una gran parte de la salud mental son quienes hoy están desarrollando Inteligencia Artificial. Esto se podrá ver en los sistemas de compañía a adultos mayores y otros grupos. Entonces, al estudiar el avance de la Inteligencia Artificial, lo hago convencido de que, en ese proceso, el psicoanálisis tiene mucho que decir.

Mente humana vs mente artificial

El seminario que impartió el profesor Javier Bolaños, expone que las mentes artificiales del siglo XX y XXI fueron creadas a partir de arquitecturas manufacturadas que buscaban la eficiencia de consumo en la era de la electrónica analógica y la eficiencia de productividad en la era digital. En este contexto, la primera gran diferencia es que mientras la mente humana parece ser una herramienta universal de adaptación, la mente artificial es la respuesta que resuelve infinitamente un problema específico con la mayor eficiencia alcanzable posible.