Una compañía mexicana de base tecnológica, creada hace 10 años para informar a los usuarios de teléfono celular cuáles eran las zonas con mayor y menor tráfico en la Ciudad de México, reconfiguró su plataforma y actualmente trabaja en seis países de América Latina donde procesa datos geográficos y de movilidad para sugerir lugares y rutas eficaces para instalar infraestructura de movilidad, publicidad exterior o abrir negocios específicos que detonen la actividad económica.

La empresa mexicana fue creada originalmente por estudiantes de Ingeniería Industrial de la Universidad Iberoamericana (UIA) con el nombre de Sin Tráfico. En 2017 auxilió al gobierno de la Ciudad de México a atender los problemas de movilidad que se generaron desde el momento del sismo del 19 de septiembre. Actualmente el proyecto cambió su nombre a Dat's Why, como una forma de explicar que los datos pueden generar soluciones urbanas en ciudades de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México y Perú.

Eugenio Riveroll, cofundador del emprendimiento explicó a Crónica que su labor consiste en ayudar a gobiernos de ciudades, a ciudadanos y empresas a tomar decisiones a partir de datos de Geocomportamiento, es decir: rutas, tiempos y formas de traslados.

“Hace más de diez años arrancamos con el concepto que se convirtió en compañía. Al principio tuvimos el nombre Sin tráfico, y a lo largo del tiempo vimos que cambiaron varias cosas en el entorno: incluyendo los comportamientos humanos frente a la tecnología, la situación económica y las oportunidades que se iban abriendo para que creciéramos si evolucionábamos. Al principio lo que queríamos era solamente ofrecer información sobre el tráfico y con los años fuimos descubriendo que había organizaciones que tenían necesidad de esta información, pero para tomar decisiones que iban mucho más allá del tráfico, por ejemplo, los responsables de hacer planeación para el desarrollo urbano, pero también quienes diseñan vehículos autónomos o quienes están en la industria de la publicidad exterior. Ahí nos dimos cuenta de que casi nadie tenía información del tráfico y esos significaba que teníamos otras oportunidades”, explica Riveroll.

Lo que tuvieron que hacer los jóvenes mexicanos fue entender que con los mismos datos de movilidad y tráfico se podían leer otras cosas que podían generar más actividad económica y crecimiento en zonas geográficas.

“Nos dimos cuenta de que los tomadores de decisiones querían entender algo mucho más profundo, que es el comportamiento geográfico de las personas. Cuando se planea una ciudad hay que entender bien cómo se comportan las personas: de dónde a dónde van, cuánto tiempo invierten en desplazarse, cuánto tiempo se detienen, si caminan o si esperan cierto tiempo para abordar un autobús. Todo eso se puede leer de otras formas cuando conoces los perfiles de la gente: de qué edad son, con qué frecuencia acuden a una zona o a un lugar. Nos dimos cuenta de que muchas preguntas iban en ese sentido y nosotros hicimos un esfuerzo para adaptarnos y aunque tenía costos reinventarnos no hemos abandonado la convicción de que el trabajo en tecnología te exige reinventarte constantemente”, explica el ingeniero industrial mexicano, a través de una llamada telefónica desde Bogotá.

El proyecto mexicano tiene valor social y económico. Ayuda a tomadores de decisiones de gobierno a conocer, en tiempo real, dónde se concentra la gente, donde ocurrió un accidente o por qué rutas viaja mayor cantidad de personas. Mientras que los emprendedores o impulsores de negocios o proyectos de desarrollo económico les permite entender los mismos desplazamientos, pero con el valor agregado de que se conoce la edad o perfil de las personas que están en zonas específicas.

“Vemos que nuestras herramientas son bien recibidas porque las personas se sienten más tranquilas cuando toman decisiones importantes basadas en datos”, concluyó.

RECURSO NO APROVECHADO

La plataforma tecnológica con la que trabaja Dat’s why se construyó encima de la que usaba Sin tráfico. Los cambios se han enfocado en la forma de organizar y extraer datos para poder hacerlos valiosos.

“Nosotros somos parte de la corriente que ayuda a tomar decisiones basadas en datos porque muchos análisis nos dicen que menos del 12 por ciento de los datos que tiene una organización son analizados y que más del 80 por ciento del Big Data tiene componentes geográficos”, señala Riveroll.