Cultura

Béisbol a través de la frontera: el impacto cultural del capital estadunidense en Nuevo León, 1890-1920

¿Qué factores permitieron que el béisbol se arraigara primero que el futbol en Monterrey?

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Inauguración del primer partido profesional de futbol en Monterrey. Foto tomada: Preví. El Periódico de los Trabajadores. Año 1, No. 10, Monterrey, N.L., Agosto 31, 1945.

Inauguración del primer partido profesional de futbol en Monterrey. Foto tomada: Preví. El Periódico de los Trabajadores. Año 1, No. 10, Monterrey, N.L., Agosto 31, 1945.

El 19 agosto de 1945 se disputó el primer partido oficial de futbol en Monterrey cuando el club local, Club de Futbol Monterrey, venció al San Sebastián. Una fecha bastante tardía en comparación a otras regiones de América Latina en las que el futbol se practicaba con regularidad desde finales del siglo XIX. Asimismo, llama la atención que ese primer partido oficial de futbol se disputó sobre un campo de béisbol. En las fotos de aquel encuentro se aprecia claramente una pizarra de béisbol.

La foto es bastante reveladora sobre la historia misma de Nuevo León. El futbol tardó en popularizarse en Monterrey porque otro deporte como el béisbol era el favorito entre la clase trabajadora de la ciudad desde al menos un par de décadas antes. ¿Qué factores permitieron que el béisbol se arraigara primero en Monterrey que el futbol? A continuación, se enlista una breve mención de éstos.

El primero y más importante es el histórico-geográfico. El noreste de México y su cercanía con los Estados Unidos será clave para la llegada del béisbol. Los deportes modernos como el futbol y el béisbol experimentaron en el último tercio del siglo XIX una “revolución industrial” en sus países de origen que les permitió convertirse en una industria del espectáculo justo en el momento en que la influencia económica y cultural de esas naciones, Gran Bretaña y Estados Unidos, se expandía por el mundo.

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Refiriendo específicamente a la América Latina, estos deportes llegaron en la etapa que muchos historiadores denominan: “La segunda conquista de América Latina”, esto es, el periodo que va aproximadamente de 1880 a 1930 y que se caracterizó por el ascenso al poder de gobiernos liberales, los cuales instauraron leyes que facilitaron la inversión extranjera que permitieron a estas naciones insertarse en la economía mundial, principalmente como exportadores de ciertas materias primas.

Naciones sudamericanas como Argentina, Brasil, Chile o Uruguay recibieron una gran inversión británica en ese periodo, lo que ayuda a entender la temprana adopción del fútbol en esos países. En cambio, Cuba o República Dominicana, que resintieron la presencia económica y cultural de los Estados Unidos, abrazaron con fuerza el béisbol. 

México, por su parte, es un caso sui generis. Durante el largo gobierno de Porfirio Díaz nuestro país recibió inversiones varias potencias: Estados Unidos, Inglaterra, Francia, Alemania, entre otras. Recordemos la explicación que dio Friedrich Katz sobre las causas que desencadenaron la Revolución mexicana: México se había convertido en el escenario de la rivalidad entre Estados Unidos y algunas potencias europeas.

La presencia económica de estas naciones en suelo mexicano durante el Porfiriato ayuda a explicar el desarrollo del panorama deportivo nacional. El futbol se practicó primero en ciudades como Orizaba y Pachuca en las que la presencia británica era dominante. En cambio, en regiones como el norte del país en el que la inversión y presencia estadunidenses eran preponderantes, el béisbol se estableció primero.

El norte de México fue la región que más inversión estadounidense recibió durante el gobierno de Díaz. Algunos historiadores incluso consideran que fue casi un apéndice de la economía norteamericana. Además, el norte fue una de las zonas más beneficiadas con la construcción del ferrocarril. Ciudad Juarez, Piedras Negras, Nuevo Laredo, Matamoros, así como Torreón y Monterrey quedaron conectadas tanto con la capital del país como con los Estados Unidos.

El tren, en efecto, sería otro factor que desempeñó un rol fundamental en la consolidación del béisbol en el noreste. En la primera década del siglo XX fueron surgiendo diversos equipos, principalmente de empresas y escuelas privadas. Para el caso de Monterrey hubo dos equipos fundamentales: los Athletics de la Fundición 3 de la ASARCO (American Smelthing and Refining Company) fundados en 1901 y el equipo de la Academia Zaragoza

Estos equipos viajaron con frecuencia a ciudades fronterizas como Nuevo Laredo y Matamoros pero también a Brownsville, Corpus Christie, Laredo y San Antonio con el fin de jugar partidos de exhibición ante equipos de esas localidades.

Gracias al tren fue posible que equipos de esas localidades, a ambos lados de la frontera, pudieran jugar partidos de béisbol con frecuencia hasta consolidar una especie de circuito regional transfronterizo. De igual manera, el tren permitió traer desde el vecino estado de Texas los artículos deportivos que se requerían para la práctica del béisbol: desde uniformes hasta pelotas, guantes y bates. Al menos así lo dejan ver varias noticias de periódicos estadunidenses de la época.

Por último, es la participación de la clase obrera en el béisbol el otro factor que ayuda a explicar su arraigo y popularidad en Monterrey. En 1921, el periódico El Porvenir patrocinó y organizó el primer torneo de béisbol en la ciudad el cual contó con 16 equipos, todos estos de empresas y negocios locales. Para la creación de este torneo fue clave la participación no sólo del periódico y empresarios sino también del gobierno estatal. 

La idea de organizar un torneo para los obreros de las empresas fue de José C. Delgadillo, quien trabajaba en la YMCA y lo hizo con el fin de conseguir “el mejoramiento social entre la juventud trabajadora”. Este personaje tenía poco de haber llegado a Monterrey tras trabajar en Brisbee, Arizona, en donde organizó actividades deportivas entre los mineros de esa región.

La creación de esta primera liga deportiva se da en un contexto social y laboral convulso en la ciudad de Monterrey. Entre 1917 y 1923, es decir, tras la publicación de la Constitución de 1917 que incluía el Artículo 123, en Monterrey tuvieron lugar seis huelgas importantes; tres de ellas muy prolongadas en las principales industrias de la ciudad como la ASARCO y la Fundidora.

Los equipos de obreros eran algo novedoso para este momento. Alrededor de 1918 y 1919 comenzaron a surgir equipos entre ferrocarrileros y obreros. Previamente mencioné a equipos como el de Athletics de la Fundición 3, como este hubo otros como el Carta Blanca que existía desde 1903. 

Sin embargo, en esa primera década del siglo XX los equipos estaban principalmente conformados por trabajadores estadunidenses de esas empresas y por miembros de las clases altas regiomontanas. El béisbol fue adoptado en México primero por las élites que lo utilizaron como una manera de exhibir sus valores modernos. En el caso de Monterrey no fue distinto. Las primeras evidencias de la práctica del béisbol en Nuevo León son de la última década del siglo XIX y muestras que primero fueron los trabajadores estadunidenses del ferrocarril y algunas empresas y después los jóvenes de las clases altas y las élites locales. La popularidad del juego iría poco a poco permeando en otras clases sociales.

La Revolución mexicana trastocó el orden social, político y económico abriendo de tajo la puerta a la participación política de las clases trabajadoras. Monterrey, al ser una ciudad llena de fábricas, con una clase obrera significativa, vivió esa transformación de primera mano y los patrones de la industria buscaron nuevas maneras de mejorar su relación con los obreros. La extensión de ciertos beneficios no salariales, lo que Michael Snodgrass denomina “paternalismo industrial”, ayuda a entender la promoción del béisbol entre las clases trabajadoras.

De acuerdo a las crónicas de la época, la primera liga obrera fue un éxito rotundo. Al año siguiente se sumaron más equipos que obligó a los organizadores a dividir la liga en dos categorías: primera y segunda fuerza. Fue tal la popularidad del béisbol  que las mismas empresas fueron organizando sus torneos internos mientras que las tiendas de artículos deportivos hacían su aparición en la ciudad.

Equipo Athletics de la Fundición 3 de la ASARCO (1902). Foto tomada de: Preví. El Periódico de los Trabajadores. Año 2, No. 25, Monterrey, N.L., Abril 15, 1946.

Equipo Athletics de la Fundición 3 de la ASARCO (1902). Foto tomada de: Preví. El Periódico de los Trabajadores. Año 2, No. 25, Monterrey, N.L., Abril 15, 1946.

En cuanto al futbol, será a mediados de los años veinte que intentará crearse una primera liga que contó apenas con 4 equipos. La mayoría de ellos compuestos por extranjeros (alemanes, ingleses y españoles) y algunos regiomontanos de clase media. Su promoción entre la clase trabajadora tendrá que esperar aún algunos años más. 

Mientras, el béisbol continuaba en franco ascenso en el gusto del público regiomontano en general. Para los años treinta, el béisbol estaba plenamente consolidado en el gusto de los regiomontanos al grado de que equipos de las Grandes Ligas jugaron algún partido de exhibición en Monterrey. 

El acercamiento a la frontera con Estados Unidos en la segunda mitad del siglo XIX, el fortalecimiento de los lazos económicos y culturales con el sur de ese país gracias a la fuerte inversión estadunidense en el norte de México y la construcción del tren, así como la posterior popularización del béisbol en la región que pasó en veinte años de ser un emblema de modernidad las clases altas a ser el deporte de las clases trabajadoras, fincaron el camino para la gran popularidad que vivió el béisbol en Monterrey previo a la llegada del futbol.

i. Collins, Tony, Sport in Capitalist Society. A Short History, Nueva York, Routledge, 2013, p. 50.

ii. Topik, Steven y Allen Wells, eds., The Second Conquest of Latin America. Coffee, Henequen, and Oil during the Export Boom, 1850-1930, Austin, University of Texas Press, 1998.

iii. Katz, Friedrich, La guerra secreta en México, México, Editorial ERA, 1982, pp. 40-46.

iv. Mora-Torres, Juan, The Making of the Mexican Border. The State, Capitalism, and Society in Nuevo León, 1848-1910, Austin, University of Texas Press, 2001, p. 3

v. Algunos ejemplos en notas como: “Brownies Wallop The Montereys”, The Brownsville Daily Herald, Brownsville, Texas, Mayo 15, 1909; “Celebration in Mexico. Citizens of New Laredo Show Patriotism for Their Country. Music Parades, Speeches and Fireworls”, Laredo Weekly Times, Laredo, Texas, Septiembre 19, 1909; “Nota Deportiva”, El Monterrey News, Monterrey, N.L., Abril 21, 1907.

vi. “Baseball Replacing Bull Fight in Mexico”, Lansing State Journal, Lansing, Michigan, Junio 28, 1919.

vii. “El deporte en Monterrey. Su historia y desarrollo”, El Porvenir, Monterrey, N.L., Enero 31 de 1939.

viii. Snodgrass, Michael, Deference and Defiance in Monterrey. Workers, Paternalism, and Revolution in Mexico, 1890-1950, Cambridge, Cambridge University Press, 2003, p. 4.

ix. “Los Atléticos de Filadelfia cerraron el juego a la novena Carta Blanca Monterrey ayer tarde”, El Porvenir, Monterrey, N.L., Marzo 31, 1937.

* Profesor-Investigador, CIESAS Noreste