Cultura

Poetas suicidas: hacer arte desde la misma muerte

La paradoja de aquellos poetas que le cantan a la vida y se la quitan originó
“Sendero de suicidas”, de Rubén Rivera, obra que obtuvo el Premio Bellas Artes de Poesía Aguascalientes 2021

Entrevista

La obra premiada de Rubén Rivera  es coeditada por el FCE y la Secretaría de Cultura.

La obra premiada de Rubén Rivera es coeditada por el FCE y la Secretaría de Cultura.

Los poetas mexicanos Manuel Acuña y Jaime Torres Bodet tuvieron algo en común: se suicidaron. Acuña ingirió cianuro de potasio en su habitación de la Escuela de Medicina y Torres Bodet, estando en su casa, agarró una pistola y se disparó en la cabeza. Ambas muertes son retomadas por Rubén Rivera (Guasave, 1962) en su poemario “Sendero de suicidas”.

La obra coeditada por el Fondo de Cultura Económica y la Secretaría de Cultura, y ganadora del Premio Bellas Artes de Poesía Aguascalientes 2021, reúne 49 poemas que rinden homenaje a la vida y a la obra de poetas de diferentes nacionalidades y épocas que se quitaron la vida ya sea con un disparo, por ahogamiento, con veneno, con gas o barbitúricos.

Por ejemplo, en el libro aparece Seguéi Yesenin, uno de los poetas rusos más importantes de inicios del siglo XX, quien se suicidó por ahorcamiento, decisión que hizo que su amigo Vladímir Mayakovski escribiera el poema “A Serguéi Yesenin”, donde trata de entender el dolor de la vida, pero, poco tiempo después, Mayakovski se quitaría la vida con un disparo en el corazón.

“Cuando se entera que su amigo Yesenin, el gran poeta ruso, se suicidó, Mayakovski le hace una oda y dice ‘cómo es posible que te hayas quitado la vida estimado amigo’, y a los meses Mayakovski se suicida”. Parte del origen del libro se encuentra en esta historia, dice. “Ahí empecé la investigación a través de la interpretación que hace el gran Mayakovski ante la vida y ante la muerte de su amigo”, señala Rubén Rivera.

El autor platica que también se interesó en el suicidio de poetas al resultarle una paradoja y una obra de arte.

“Los grandes poetas le cantan a la vida y deciden quitarse la vida. ¿Cómo es posible que un poeta que vive de todo lo que está a su alrededor –la caída del sol, el rumor del agua, el llanto de un niño, las caricias de la amada–, decida quitarse la vida? Ahí comienza el libro, empecé una investigación que me llevó cinco años para ir seccionando los que se suicidaron por bala, por agua, en el vacío, con veneno, con los barbitúricos, así se va formando el libro”, comenta.

POETAS.

Los poemas de Rubén Rivera se dividen en el tipo de suicidio: bala, agua, soga, gas, veneno, barbitúricos, anhídrido carbónico, raíles, vacío y diversos.

Algunos autores que aparecen son: Periclís Yanópulos (griego, 1870-1910), José Asunción Silva (colombiano, 1865-1896), Jaime Torres Bodet (mexicano, 1902-1974), Pablo de Rokha (chileno, 1894-1968), Hart Crane (estadounidense, 1899-1932), Paul Celan (rumano, 1920-1970), Alfonsina Storni (suiza, 1892-1938), Sylvia Plath (estadounidense, 1932-1963) y Leopoldo Lugones (argentino, 1874-1938).

“En cada sección descansaba el libro porque iba muriendo con el poeta, iba desapareciendo con el poeta, era un libro muy cansado por la temática del suicidio, de la desaparición misma”, expresa Rivera.

–¿Hubo alguna muerte en específico que te aturdió?

–La que me conmovió fue la de Sylvia Plath, cómo dejó a sus hijos antes de suicidarse, les preparó su desayuno: el pan, la mantequilla y la leche; después, metió su cabeza en el horno y desapareció su vida. Esa decisión me parece muy brutal, es como hacer arte dentro de la misma muerte.

El autor señala que buscó un lenguaje sencillo, sin ninguna pretensión de juzgar a los poetas.

“Uso un lenguaje directo hacia la poesía, hacia la desaparición del poeta. Lo que aprendí de estos grandes poetas es la sencillez del lenguaje, pero con esa profundidad en la poesía porque realmente el poeta no es tan importante, sino la poesía misma y ahí iba desapareciendo con el suicida”, indica.

Antes de cada poema, Rivera coloca en cursivas un párrafo a manera de última despedida de los autores. “Interpreto el viaje que está realizando el poeta como un último homenaje hacia la muerte. Soy un médium que le canta al poeta en su último adiós”.

"Senderos suicidas"

teresa.guzman

Monumento a la vida al poetizar la muerte

El jurado del Premio Bellas Artes de Poesía Aguascalientes 2021 eligió el poemario “Sendero de suicidas” entre casi 300 trabajos propuestos gracias al tono y la tensión que mantiene cada uno de sus poemas. “Integrado por diez secciones, en el libro se construye un monumento a la vida al poetizar sobre la muerte. Los poemas consiguen sintetizar y trascender la impresión trágica de los instantes previos al suicidio de los poetas abordados”, destacó el jurado.

“Fue una sorpresa ser galardonado en un premio tan importante para la poesía y que lo han obtenido grandes poetas mexicanos, como Eduardo Lizalde, Hugo Gutiérrez Vega y Elsa Cross”, dijo Rivera.