La silly season ha comenzado mucho antes de lo esperado, debido al cambio de Lewis Hamilton a Ferrari y a quedarse libre un asiento tan jugoso como lo es el de Mercedes. Pese a que se preveía que sería un mercado de pilotos movido, lo está siendo más de lo esperado.

Por el segundo puesto en la escudería de Brackley ya ha habido muchos pilotos que se han movido. No sería extraño ver a Carlos Sainz, quien actualmente no tiene equipo, intentarlo, pero también se han dejado querer pilotos como Esteban Ocon.

Pero uno que estaba claro que lo haría es Mick Schumacher. Tras ganar la Fórmula 2 en 2020, el alemán dio el paso al 'Gran Circo'. El hijo del siete veces campeón del mundo corrió durante dos años en Haas sin mucho éxito, hasta ser sustituido por Nico Hülkenberg.

Tras ello, el alemán no corrió en ninguna otra categoría la pasada temporada y en esta lo hará en el WEC con Alpine, mientras compagina su temporada siendo piloto reserva de Mercedes. Debido a su buena relación con ellos, Mick afirma que le gustaría pilotar para Mercedes.

"Por supuesto que es un puesto que implica mucha presión, pero siento que puedo manejarlo. Sin embargo, esa decisión depende de mí", contó Schumacher en palabras que publica Motorsport.

El piloto reserva de Mercedes además reconoce que ha mantenido conversaciones con el Team Principal del equipo, aunque se emplaza a un futuro encuentro: "Sin duda, podremos hablar algo más en los próximos días". Mientras tanto, asegura que tendrá una oportunidad y cree que así podría demostrar lo "bueno que es".

"Tengo una oportunidad, solo que todavía no sé cuán grande es. Espero poder recomendarme a mí mismo, creo que poca gente sabe lo bueno que soy", concluyó Mick Schumacher.