Alberto Lomnitz y el viaje al interior para reconocer lo que nos hace felices en ‘Trino’
ENTREVISTA. El dramaturgo regresa a la dirección con una obra inspirada en el protagonista del cuento El patito feo, con funciones los sábados y domingos en el Foro Shakespeare
teatro
Imagen de la obra 'Trino'.
Inspirada en el protagonista del cuento El angelito feo, autoría de su abuela materna, Paulina Soto Oliver escribió Trino en búsqueda de su poder interior, obra con la que honra a su linaje materno de mujeres escritoras, al tiempo que aborda un tema dolorosamente vigente: el rechazo y la discriminación.
Para dar vida a este universo mágico, la puesta en escena dirigida por Alberto Lomnitz se vale de marionetas, títeres de sombra, máscaras y un dispositivo multimedia, con lo que la autora espera que “niñas, niños y jóvenes se vayan con el recuerdo de una historia conmovedora que tocó su infancia y que les recordó que el verdadero poder se encuentra en su interior”.
“La dramaturgia es de Paulina Soto y la historia de la obra misma es interesante, Paulina cuando era niña su abuela le contaba esta historia de Trino que tenía la cara llena de cicatrices por la viruela que tuvo al nacer y toma esta semilla de historia y la trabaja junto con su propia experiencia, su viaje espiritual de descubrimiento y construcción además de mostrar el camino que toma para ello y realiza esta historia en búsqueda de su poder interior, se vuelve un viaje fantástico a través de que tiene los elementos clásicos del famoso viaje del héroe”, dijo Alberto Lomnitz, en entrevista con Crónica Escenario.
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“Pero no es un viaje de aventuras, sino que donde el protagonista debe aprender una lección y viaja con el apoyo de un guía, en este caso una especie de curandero y que lo va llevando a una exploración del poder interior que consiste en aprender y reconocer que es lo que lo hace feliz, que es lo que se siente ser amado porque se siente hasta rechazado, aprenderá a amarse y tener empatía con los demás, también claro conlleva amar a otras personas”, añadió.
A cargo del diseño de escenografía e iluminación se encuentra Carolina Jiménez; el responsable del dispositivo multimedia y diseño de proyección es Héctor Cruz; el diseño de vestuario es de Sabina Aldana; a cargo del diseño y realización de títeres está Humberto Galicia; la música original y diseño sonoro es de Ricardo Lomnitz; y en la producción general y ejecutiva se encuentra Omar Saavedra.
“Lo que ha resultado más afortunado de la puesta en escena es que se ha conjuntado a un equipo increíble de artistas empezando por el elenco de enorme trayectoria y creatividad maravillosa, en los cuales sus talentos no se limitan a sólo actuar. Más allá de la historia misma, la manera de contarla es una manera de llegar a las juventudes de infancias a través de juegos simbólicos”, complementó el director.
Demostrando que no solo en las películas se pueden usar varios recursos en conjunto de juego de tomas y animaciones, Alberto demuestra que también las diferentes técnicas del teatro fortalecen entre sí la narrativa: “La puesta en escena se basa mucho de usar títeres de diferentes estilos, y es porque se usa la ancestral técnica de títeres de sombra, se manejan en vivo, pero no funcionan solo con una luz, sino que usa de apoyo un reproductor de vídeo, entonces tenemos a un títere jugando con videos, pero a su vez son dibujos simples de manera que los niños se sientan cómodos para decidir que ellos pueden hacerlo”, comentó.
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“Por otro lado, tenemos los títeres de mesa que son Trino y un poco la antagonista y son de aproximadamente 70 cm de alto perfectamente articulados, cada parte del cuerpo se mueve como lo hace una persona, el público ve que tiene movilidad ágil y que incluso ellos pueden hacer teatro y contar historias con cualquier objeto”, agregó.
“La magia del uso de varios recursos del teatro fue muy auxiliada por la pantalla porque lo trabajamos sobre los ensayos, en vez de que cada uno trabaje por su lado, durante el proceso íbamos pensando en ideas que ayudarán al protagonista, los personajes también aplicaron a estos cambios constantes de edición para llegar a la conclusión de lo queríamos contar y verán como quedó el show”, concluyó Alberto Lomnitz.
Trino se presentará los sábados y domingos a las 11:00 y 13:00 horas en el Foro Shakespeare, ubicado en Zamora 7, colonia Condesa. La obra tiene una duración aproximada de 80 minutos y se recomienda para niñas y niños entre 8 y 12 años de edad. Los boletos tienen un precio de 300 pesos y pueden adquirirse en taquilla o a través de la página: boletos.shakespeareycia.com/trino.
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