La nueva película de Amat Escalante, Perdidos en la noche llega a cartelera mexicana este 14 de diciembre, cinta que marca cambios en el cine habitual del realizador, no sólo por la combinación de actores profesionales con actores naturales, sino por la forma en que aborda la historia, alejándose de la sordidez sin esperanza para brindar un futuro más amplio a sus personajes.
Con motivo de su llegada a salas tradicionales, una vez concluida la gira de Festivales de cine, en Crónica Escenario tuvimos la oportunidad de charlar con el director Amat Escalante y los actores Fernando Bonilla y María Fernanda Osio.
Amat, una película que visualmente sorprende a todos los que hemos seguido tu carrera por la madurez que has alcanzado como director. ¿Cómo te sientes con esta nueva etapa?
No la siento como nueva etapa. Es ir probando cosas nuevas lentamente. Cada cinco, seis, siete años saco una película, por lo mismo, trato de hacer algo distinto para mantenerme sorprendido yo mismo. En este caso, me atrajo la idea de trabajar con temas similares, pero en un entorno diferente, inesperado para mí también, que tiene que ver con la posibilidad de usar y trabajar con actores profesionales y con temas que contrastan con los otros que he manejado antes. En este caso, el tema que contrasta es el de la fama, el del arte, el de las redes sociales y tener ese choque de elementos me parecía atractivo, era interesante ver qué pasaba.
Fernando, te toca interpretar a un artista en esta película en la cual el arte, como bien dice Amat, todo el tiempo se está cuestionando, ¿cómo fue abordar a este personaje que está totalmente metido en su propia locura creativa y entorno familiar?
De entrada, fue un proceso muy interesante, muy complejo, creo que es un personaje muy rico en el sentido de que es muy contradictorio y creo que él mismo encuentra en esas contradicciones su fuerza creativa. Desde que Amat me platicó la idea, me pareció muy seductor, me pareció interesante, algo en lo que difícilmente no nos espejeamos quienes nos dedicamos a la creación artística y, sobre todo, quienes creamos en un contexto como el de México y el mundo hoy, de tanta desigualdad, de tanto dolor, de tanta violencia y es un artista que utiliza estos temas.
Creo que pone un poco el dedo en la llaga en esta contradicción respecto a qué sentido tiene, o si es lícito, o si es ético, claro, es más extremo, como suele ser en la ficción, es decir, porque es más interesante empujar a los personajes a situaciones más extremas porque, digamos, “Rigoberto” [nombre de su personaje] podría compartir inquietudes que podría tener el propio Amat, o yo, como intérprete, pero, claro, es un sujeto que ha tomado decisiones más activas en cuanto a un crimen.
Lo que a mí me resulta interesante es que Amat decide dejar cierta ambigüedad respecto a qué hizo, o qué hicieron estas personas, creo que está bueno que eso lo construya el espectador, porque probablemente fue algo muy pequeño que en su cabeza y en su corazón creció hasta colapsar, o a lo mejor sí está metido en el fango hasta las orejas. Creo que al final toda esa culpa es un paralelismo de lo absurdo que de pronto resulta nuestro trabajo, cuando es muchas veces lo único que le da sentido a nuestra existencia.
En el contexto de la película evidentemente es una familia privilegiada, es una familia blanca, criolla, que entra en el contexto de una población rural y se nutre de eso, ya sea como inspiración artística o como gente que consume lo que esta familia genera- Hay ópticas muy frescas a partir de esto, hacia temáticas que dentro de la filmografía de Amat y dentro de lo que comúnmente se ha explorado en el cine mexicano en las últimas dos décadas al menos, a mí me resultan muy novedosas.
Fernanda, un debut muy afortunado en cine con un personaje, podemos decirlo, atípico en lo que conocemos de las películas de Amat, un personaje de esperanza, un personaje que ilumina. Y que tiene uno de los momentos más hermosos que hayamos visto en una película de Amat Escalante. ¿Cómo fue para ti este personaje, el involucrarte en esta película?
Para mí hacer el personaje de Jazmín, creo que en lo personal es muy emotivo. Es un personaje que, si bien está envuelto en toda esta horda de violencia que está viviendo continuamente junto a Emiliano, es como un toque de esperanza, como un pincel de esperanza para él y para todo el ambiente porque siempre hay eso, sí pasan cosas malas, muy malas, pero también pasan cosas muy buenas, entonces creo que para mí Jazmín es esa luz que le da a la película y es esperanza.
¿Cómo fue para ti presentar esta película en León?
Me emocioné mucho porque fueron mis amigos, mi familia, y pues verte en la pantalla siempre causa emoción, se siente raro, pero siempre causa emoción, y en León me gustó mucho cuando fuimos al GIFF (Festival Internacional de Cine Guanajuato), porque pues también era uno de mis primeros festivales entonces estaba muy emocionada de ver la reacción de mis amigos, pues es muy diferente estar conviviendo con ellos, así cotorreando, y que luego me vean en una película, así es como de “no manches, yo no sabía que podías hacer eso” o cosas así, pero siempre llena de apoyo y cariño.
Amat ¿cómo fue trabajar con Nico Celis en esta ocasión? Sabemos que te cobijó mucho, sabemos que hubo mucho apoyo.
Es la tercera vez que trabajamos juntos, desde Heli, hace 10 años lo conocí y ahí me convenció de que era un buen elemento y cada vez ha crecido su responsabilidad en cada película después de esa. Ahora él la produjo junto con Fernanda de la Peza, que también editó la película y fue continuista. Entonces tener a Fernanda y a Nico trabajando juntos todos estos años, porque han sido años de trabajo, fue algo nuevo para mí, porque es la primera película que no hago con Mantarraya Producciones, con quien estuve mucho tiempo, y pues ha sido una muy buena experiencia crecer juntos.
Nico, después de Heli y La Región Salvaje se fue a hacer Roma y tuvo una experiencia fuerte de aprendizaje y de alcance de lo que podía hacer. Y eso me ayudó también a mí, a esta película. Me da gusto por él y que hemos podido compartir y colaborar estos años. Fue muy placentero y seguimos trabajando juntos, seguimos compartiendo los momentos, como es este estreno. La distribuye Pimienta Films, que es su empresa, de Nicolás Celis y estoy feliz de estar, de seguir colaborando.
Amat me gustaría que nos pudieras platicar un poco, ¿qué pasó por tu mente cuando se inundó la locación, [la casa principal de la cinta situada al lado de una presa]?
Fueron muchas etapas de sentimientos. En una de esas etapas era ver cómo le integrábamos a la película y sentarnos a reescribir y a ver cómo podía funcionar con la casa parcialmente bajo el agua, pero se volvía algo muy surreal la película. Y decidimos esperar mejor. Y al final de cuentas, esperar causó que ciertas personas no pudieran ya estar en la película y eso causó que otras, con las que estoy muy contento de que terminaron en la película, pudieran estar.
Todo tiene sus lados positivos también en esas situaciones, cuando estamos haciendo algo así creativo, abiertos a la vida también, abiertos a lo que pasara. Me dio mucho gusto poder terminar haciendo la película con quien la hice, con estos actores que me han impresionado e inspirado en el proceso, como Mafer y Fernando, y tener la experiencia de trabajar con actrices que había visto de lejos, como Barbara Mori y Ester Expósito y, claro, con Juan Daniel García Treviño quien es el personaje Emiliano y como él quedó en la película y estuvo tan presente.
Primero desde el lado como colaborador, porque estaba en el equipo de casting desde el día cero, hasta que ya terminamos de hacer la película con él como estelar. Fue muy bonito compartir eso también. Entonces, todo ha sido muy placentero y ha sido una producción que agradezco a toda la gente que ha creído en el proyecto.
Sabemos que Barbara Mori se integró de una manera total desde los ensayos al proyecto. Sabemos que prácticamente decía “¿quieren que filme una película? Hablen con ellos porque la prioridad es Perdidos en la noche”. ¿Cómo fue para ti saber que tenías esta respuesta de alguien como ella?
Eso es algo muy bonito que cuando iban cambiando las fechas era preocupante a ver quién podía seguir con nosotros. Y el hecho de que Barbara puso tanta pasión y entrega. Y sí, ensayamos, desarrollamos personajes, hicimos talleres de ejercicios actorales como he hecho en muchas de mis películas y que ella haya accedido a eso también y estar abierta a ese trabajo fue muy positivo y enriquecedor para mí y para ella también.
Ha estado apoyando mucho la película. Es una persona muy querida por el público, parte de la historia de mucha gente en el sentido de su memoria, muy querida como actriz de telenovelas y de cine y era justo lo que yo buscaba, alguien así. Alguien que tuviera esa experiencia de trabajar en esos lugares del espectáculo como son las telenovelas, pero también el cine y el haber crecido ella así, era algo que aportó al personaje, que es muy valioso para mí, que no se puede fingir. Y todos los actores tienen algo de eso por eso es que quedaron en la película.
Ya pasaste por festivales, han sido reacciones muy positivas, ¿cómo te sientes que ya esta película llega a donde tiene que llegar, al público?
Emocionado. Contento y con curiosidad de ver cómo la recibe la gente. Se hizo una película que tuviera suspenso, intriga, acción, romance, sexo, comedia, tiene esos elementos que en parte son para envolver al público y para que también haya una reacción, a veces positiva, a veces incluso de rechazo puede haber, pero está ahí diseñada para el público y es el momento de la verdad también para ver qué es lo que piensa la gente en general.
El público es una palabra, pero realmente es mucha gente, muchos individuos que cada quien va a tener una visión interesante y particular de la película. Esa es la magia de mostrar algo que hicimos. No es la misma película para cada persona, entonces eso es algo muy interesante que va a pasar.
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