Escenario

Blondie en el Pepsi Center: Una excitante sensación eléctrica

COBERTURA. La legendaria banda liderada por Debbie Harry causó furor en el concierto que dio este domingo en la capital del país

música

Blondie en el Pepsi Center.

Blondie en el Pepsi Center.

OCESA/César Vicuña

Ayer para nada fue un domingo cualquiera, por un lado el segundo día del Vive Latino, por otro y con un show espectacular, se presentó Blondie, la popular banda de rock formada a mediados de la década de los años setenta, una de las indispensables de todo aquel que se haga llamar roquero.

Con un claro sentimiento de nostalgia se presentó la banda estadounidense Blondie ante un lleno total en el escenario del Pepsi Center del World Trade Center, lo cual auguraba una noche repleta de rock, augurio que se cumplió con creces.

Desde antes de que cumpliera la hora pactada los fanáticos ya hacían fila para ser testigos de tan grata velada, fila que parecía interminable cuando comenzó a avanzar hacia dentro del recinto, así como una eterna fila de hormigas, pero más que obligación o instinto era por devoción a la banda.

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En punto de las 20:00 horas saltaron al escenario Silver Rose, el proyecto en solitario de la bajista de Ruido Rosa, Carla Sariñana, que fungió como banda telonera, inundando el espacio con riffs de rock, un amalgama de dream pop, shoegaze y sonidos psicodélicos, además de una melodiosa voz, en tanto el aforo aumentaba segundo a segundo, un “honor verdadero” aseguró la vocalista.

Luego de una pausa en la noche, las pláticas se dirigieron hacia las canciones que esperaban escuchar, las favoritas de Blondie, poco antes de las 21 horas la banda neoyorquina subió al escenario luego de una pequeña silbadera, un clásico. Inmediatamente interpretaron “One way or another” con un fondo de estática y los gritos de los fanáticos a todo pulmón, una verdadera locura.

“Hello México city… it's me Blondie”, grito emocionada Debbie Harry a lo que el público se le entregó de inmediato , coreado su nombre, el de la banda y hasta las peticiones, demasiado pronto, pero totalmente secundado.

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Vestida toda de rosa Debbie se entregó de igual forma a su público para interpretar “Hanging on the telephone” y “Call me”, siguiendo el mood, ya era una desenfrenada de energía y una excitante sensación eléctrica en toda la piel, aquí siguió un fantástico momento con el guitarrista en un solo en “Fade away and radiate”, seguida de “The tide is high”, confirmando una presentación completamente ganda.

Al sonar “Atomic”, una de las preferidas y a tan pronta hora, se podría asegurar que no sería un concierto prolongado, pero el tamaño no es lo importante, así que se ignoró este hecho y se sigo como si no hubiera mañana, todo en un vaivén bajo la luz verde que inundaba hacia todo lados y con una intensidad que el punk más estimulante puede brindar, algo no común para el tema.

Un frenesí qué pasó a algo más tranquilo con “Fragments”, “Rapture” y “Sugar on the side”, esta última un tanto rara de esos caprichos que Blondie experimentó, fue un momento sumamente entretenido. Finalizó el concierto con “Long time” y una de las más famosas “Heart of glass”, momentazo, todas las personas presentes no pararon de cantar, bailar, silbar, gritar y hasta de apretujarse más con tal de estar unos centímetros más cercanas.

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“¡Irala despídete bien!”, alguien gritó y con razón. Luego de una pausa regresaron al escenario para despedirse como dios manda con “Fun”, “Maria” y “Dreaming”. Una noche inequívoca, con decisiones acertadas y sin lamentaciones, con una intensa Debbie Harry en rosa eléctrico, y un público recargado.