Escenario

‘La civil’, un filme sobre la crueldad de las desapariciones en México: “Abro los ojos y siento que es matar o morir”

ENTREVISTA. La cineasta Teodora Mihai, junto a su protagonista Arcelia Ramírez y el actor Álvaro Guerrero comparten su experiencia en este duro relato que conmovió a Cannes y al mundo

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Fotograma del filme por el cual Arcelia Ramírez recibió una ovación de ocho minutos en Cannes.

Fotograma del filme por el cual Arcelia Ramírez recibió una ovación de ocho minutos en Cannes.

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Después de su exitoso paso por el pasado Festival de Cannes, en el que ganó el Premio al Valor en la sección Un Certain Regard y recibió una ovación de ocho minutos por parte de la audiencia que la vio en este certamen, llega a carteleras la fuerte reflexión de una realidad mexicana en La civil, de la directora Teodora Mihai. En Crónica Escenario pudimos hablar con ella así como con la primera actriz Arcelia Ramírez y su coprotagonista Álvaro Guerrero.

Siendo Mihai de raíces rumanas y su cinta una coproducción extranjera grabada en nuestro país, la directora explicó porqué decidió que México fuera parte de este relato. “Llevo a esta nación en mi corazón desde hace mucho tiempo, por lo menos desde mi adolescencia y he visto cómo las cosas han cambiado al menos en el tema de la seguridad. En un viaje que hice en el 2012 al país visitando a algunos amigos, que me recomendaron no salir después de las 7 de la noche”, dijo.

“Eso fue impactante para mí, pues aún seguía en el proceso de hacer este proyecto documental llamado Waiting for August que plantea el problema de los menores de edad en condiciones difíciles socioeconómicas. Pensando en esas situaciones y haciendo el vínculo a la realidad mexicana que enfrenté durante el viaje, me preguntaba cómo sería el crecer aquí, sin una madre o un padre alrededor de esta violencia. Esa fue la semilla que me nació para venir aquí y pedirle apoyo a mi amigo querido, el novelista Habacuc Antonio de Rosario, y crear esta historia”, añadió.

La civil cuenta la historia de Cielo (Arcelia Ramírez), una madre que busca a su hija secuestrada por un cartel del norte de México. Las autoridades se niegan a venir en su ayuda, por lo que Cielo decide hacerse cargo de la situación. Comienza su investigación y se gana la confianza de Lamarque, un militar poco convencional desplegado en la región. Este acepta ayudarla en su búsqueda, porque la información de Cielo puede servirle en sus propias operaciones. Su colaboración arrastrará a Cielo a una terrible espiral de violencia. La historia se inspira en hechos reales.

Teodora explicó el largo proceso de investigación que fue formando la idea de este proyecto. “Duró aproximadamente dos años y medio, tiempo en el que escuché muchísimos testimonios hasta que di con Miriam Rodríguez, que en una de esas charlas me dijo una frase que me hizo decidir que Cielo fuera inspirada en ella, que fue ‘abro los ojos y siento que es matar o morir, eso es lo que siento yo cada mañana’. A partir de ahí quise comprender cómo una madre de familia, una civil, pudiera tener ese sentimiento que ella denotaba. Así nació un diálogo entre ella y muchas más que ayudaron a forjar este drama de ficción radicado en la experiencia que tuve durante todo este tiempo”, destacó.

Si bien la cinta de Mihai se suma a otras propuestas que sirven para alzar la voz sobre esta problemático tema, Arcelia Ramírez afirma que es necesario seguir resonando con estos relatos artísticos. “La civil se suma a otras que ya han tocado este tema de las desapariciones, la violencia y la injusticia. La realidad es que la herida abierta y sangrante sigue aquí con nosotros día a día, algo que es totalmente inadmisible”, mencionó.

La actriz Arcelia Ramírez durante la charla con Crónica Escenario.

La actriz Arcelia Ramírez durante la charla con Crónica Escenario.

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“La cinta da un punto de vista desde una perspectiva y complejidad distinta y busca que pensemos y reflexionemos el problema para pasar a la acción. Este proyecto es el testimonio vivo de lo que le pasó a una mujer que no fue protegida por el sistema de justicia, que se quedó desamparada y sin apoyo alguno y decide tomar la justicia por su propia mano en aras de la búsqueda de su hija”, expresó.

Además, Ramírez señaló una de las bases importantes y más duras de la óptica que vive su personaje, algo dolorosamente vigente en el país. “Cielo es alguien que pudo caer en estos círculos de violencia de los que no sale ilesa. Es ahí donde vemos la dura impunidad de la gran problemática en México, donde tristemente nunca hay consecuencias. Esperamos que esta historia aporte un granito de arena más hacia la creación de una consciencia, de reconocer que nos toca y lo que nos atañe hacer para que todo esto cambie de curso”

Otro punto que toca La civil es ese machismo silencioso, pasivo y la deconstrucción del mismo en el papel de Álvaro Guerrero, siendo otro tema que se pone a tela de juicio: “Si bien este punto influye en el problema que estamos viviendo, si lo observamos bien se cuestiona el porqué tratamos de eludir la bronca como sociedad”, comentó el actor.

“La gente no actúa sino que protesta hasta que, tristemente, algo les sucede. Si no, evitan meterse en la bronca. La realidad es que si alguno tiene la posibilidad de ayudar a alguien, nos hacemos güeyes. También hay otros problemas, como que alguien cercano a uno esté inmiscuido en un acto como el secuestro y eso es una realidad muy cabrona que, como sociedad, no nos queremos dar cuenta de ello”, aseveró el histrión.

“Esto ya tiene mucho tiempo de estar sucediendo, no es que los narcotraficantes y la violencia surgieran de generación espontánea. Pero ahora se ha permitido que salga más a la luz este tipo de situaciones porque los medios ya no están vendidos como antes. Pero otro punto importante es que la cinta aporta el conmover y plantear el problema a la gente que vea la cinta, que visualice ese problema que sigue estando y por lo que reclamamos la debida atención porque es algo que está vigente. Además de que, aquí, si no se habla constantemente de esas cosas se olvidan”, complementó de manera tajante el veterano actor.

Teodora aprovechó para sumarle otro punto que el filme muestra de manera dura: la deconstrucción del tejido social en el que vivimos en el presente. “Está un poco en peligro y te das cuenta de ello cuando observas que puede ser cualquiera el que te haga desaparecer o colabore para hacer alguno de estos actos reprobables de violencia. Es por ello que el personaje de Cielo se convierte en una metáfora que va más allá de una sola persona o algunos testimonios que nos inspiraron, sino que es la voz de algo que pasa en muchos estados y a mucha gente”, enfatizó. 

Imagen del filme en que aparecen Arcelia Ramírez y Álvaro Guerrero.

Imagen del filme en que aparecen Arcelia Ramírez y Álvaro Guerrero.

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“Ella representa a todos estos ciudadanos que buscan esa justicia para sus seres queridos. Hay que preguntarnos porqué sigue sucediendo esto. Comencé este relato hace siete años y el tema sigue vigente, aún más que antes. La civil no propone respuestas pero sí muchas cuestiones del porqué sigue sucediendo mientras cumplo mi papel de narradora, compartiendo estas historias que me importan pero no soy ni política ni militante”, añadió.

Asimismo, Mihai busca que el espectador cree su propio cambio y pensamiento reflexivo después de ver esta ficción rodeada de tanta realidad. “Depende de ellos qué tan grande o pequeño quiere que sea el cambio a partir de lo que les deja el filme. Cada uno tendrá sus propias posibilidades de interpretar lo que sucede para tomar lo que puedan y a partir de ahí hacer algo al respecto”, destacó.

No cabe duda que el corazón de la cinta recae en el trabajo actoral de Arcelia, por lo que su compañero no dejó pasar la oportunidad de aplaudir su compromiso y labor. “No puedes lograr una buena escena si no tienes una réplica de otro actor enfrente. No te puedes hacer una chaqueta mental y luego estar bien y los demás estar mal. Claro que en esta cinta el peso cae sobre Arcelia y su personaje pero hay una concepción y un entendimiento del trabajo muy parecido dado nuestros antecedentes en común”, dijo Guerrero.

“Pero eso tampoco sería posible sin un buen director, sobre todo ahora que se les ha dado esa idea de fabricar histriones de la nada. El hecho de poder trabajar y establecer a la vez una relación con alguien que entienda el trabajo es maravilloso. Y es que los demás personajes estamos para contrapuntear este arco dramático de nuestra estelar. Pero debemos tener la perfecta medida y nivel para estar ahí con ella y no estorbarla, un tono que supo conservar muy bien Teodora”, añadió.

El histrión también habló de esa química con Ramírez y de la fortuna que tiene al poder hacer una historia que busca marcar la conciencia de la audiencia. “Me enamora ese buen trabajo actoral y aquí tuve una posición privilegiada donde incluso hago de espectador porque me toca ver a Arcelia actuar y trabajar todo el tiempo, algo que me encanta porque sé de las dificultades y retos que eso implica para uno como actor”, mencionó.

“Además de que, en realidad, lo que buscamos es dar voz a estas historias para que la atención permanezca en un problema tan grave pues no somos políticos pero sí ciudadanos a los que nos atañe. Dejamos el ego del oficio de lado para buscar hacer algo con nuestro trabajo y que éste tenga una repercusión social importante, o al menos así nos lo enseñaron a nosotros”, mencionó.

La cineasta de origen rumano Teodora Mihai.

La cineasta de origen rumano Teodora Mihai.

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Por su parte, una conmovida Arcelia dejó entrever esa gratitud por tener la oportunidad de hacer uno de los mejores papeles de su carrera. “Estoy agradecida del aprendizaje y la gratitud que me trajo este papel. Poder trabajar con actores como Álvaro, a quien admiro y con el que crecí como espectadora al inicio y después como compañera al poder compartir escena con él. En este oficio se crean torrentes de energía, confianza y química que permiten a uno acceder a una ficción así de complicada o exigente. Agradezco que haya sido él mi compañero en esta aventura”, comentó.

Dejando claro que La civil no es una cinta que busque una postura política o panfletaria, Álvaro Guerrero nos explicó qué le gustaría que este proyecto le dejara al público un aprendizaje. “Me gustaría que nos preguntemos como sociedad qué podemos hacer aunque no nos haya pasado algo así. En mi caso, no he vivido la experiencia de que hayan matado o raptado a alguien tan cercano a mí pero sí tenemos que reflexionar qué jijos de la chingada podemos hacer porque no podemos seguirle siempre echando la culpa al gobierno sino verlo desde un aspecto preventivo”, enfatizó.

“Cuando voy en transporte público, por ejemplo, me toca ponerme a las vivas para ver que ningún cabrón se pase de listo. Tenemos una falta de compromiso ante lo que nos pasa alrededor, persiste un absoluto desconocimiento de la realidad porque algunos se la pasan bien chingones caminando en Avenida Ámsterdam sin ningún pedo, pero caray, creo que podemos hacer algo por los que no tienen la fortuna que tenemos otros”, añadió.

Casi concluyendo la charla, Teodora Mihai explicó que aunque en la actualidad la violencia de género y los feminicidios son la triste constante, no es cuestión de culpar ni a hombres ni a mujeres de lo que sucede. “El papel del hombre en sociedad también es difícil en un estado de violencia pues al reaccionar por proteger, también te arriesgas o puedes morir rápidamente. A la mamá y a la mujer se le permite quizá una búsqueda desesperada y con esto no quiero decir que eso sea justo ni salvar a los hombres que viven en la eterna pasividad machista pero lo cierto es que también hay que comprender. El miedo es real y es comprensible pero sin importar el género, no hay que quedarnos en ello”, enfatizó.

Finalmente, Arcelia Ramírez afirmó que La civil ofrece un abanico de posibilidades que como sociedad tenemos que mejorar. “Hay un montón de cosas que hacer desde distintos ámbitos que van desde la crianza de nuestros hijos varones, la formación de sus masculinidades o el cómo nos relacionamos hombres con mujeres. También hay que pensar en la reconstrucción del tejido social, analizar si es un problema educativo o cultural”, dijo.

“Pensar en qué pasaría si los ciudadanos de este país tuvieran manera de acceder a una formación artística y que caminemos juntos hacia la formación de un sistema de justicia que funcione. Hay muchos aspectos que hacen que este fenómeno tan inadmisible de la violencia y las desapariciones sea posible en México. Tenemos mucha tarea y más nos vale seguir analizando, reflexionando y seguir poniendo el tema sobre la mesa con las diferentes perspectivas y miradas para entender qué es lo que nos está pasando y lo que queda por hacer”, concluyó.

Con este filme se espera que la sociedad y las autoridades generen acciones para cambiar la situación del país.

Con este filme se espera que la sociedad y las autoridades generen acciones para cambiar la situación del país.

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