Escenario

Dos latitudes se unen pese a las barreras lingüísticas en ‘Un lugar llamado música’

COBERTURA. El cineasta mexicano Enrique M. Rizo, expone su trabajo de los últimos cuatro años, un proyecto que busca resaltar la importancia comunicativa que tiene la música y como esta puede unir a músicos de distintas latitudes y resaltar las sonoridades de los lugares más recónditos del planeta

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‘Tenía el deseo de hacer un ejercicio filmando música. Cuando me enteré del concierto de Philip de inmediato insistí para que me dejaran rodar el movimiento tras bambalinas’

‘Tenía el deseo de hacer un ejercicio filmando música. Cuando me enteré del concierto de Philip de inmediato insistí para que me dejaran rodar el movimiento tras bambalinas’

Cortesía/FICM

¿Cómo fue posible que dos artistas de mundos tan distintos se encontraran y colaboraran en la creación de una expresión artística tan pura y tan profundamente personal como universal? es la pregunta que explora el documental Un lugar llamado música del cineasta originario de la Ciudad de México, Enrique M. Rizo.

El compositor de música docta nacido en Baltimore Estados Unidos, Philip Glass, que ha trabajado en óperas, música cinematográfica, además de música orquestal y colaborado con artistas como Paul Simón, Yo-Yo Ma, Linda Ronstadt, Robert Wilson y Doris Lessing se encontraba próximo a celebrar su cumpleaños número 80 con un concierto en el emblemático Palacio de Bellas Artes.

“Tenía el deseo de hacer un ejercicio filmando música. Cuando me enteré del concierto de Philip de inmediato insistí para que me dejaran rodar el movimiento tras bambalinas y un poco el espíritu de la celebración del que estaba seguro que podríamos lograr algo interesante porque él no está tanto en el mundo clásico”, dijo Rizo en entrevista con Crónica Escenario.

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‘He tenido contacto con músicos de Tierra Caliente, y por eso fue que me conecté con estos temas, de ahí surgió la cosa de hacer este documental’, dijo el cineasta.

La visión de Rizo cambio conforme avanzaba el proyecto gracias a que conoció la relación que el compositor tenía con Daniel Medina, un músico tradicional proveniente de la cultura wixarika (huichol) que a través de su música cuenta el contacto espiritual y el día a día de su comunidad (Santa Catarina, Jalisco) mediante relatos dedicados a la naturaleza y sus tradiciones.

La relación entre Medina y Glass se dio en 2012 cuando el pianista estadounidense solicitó tocar con un músico autóctono mexicano como única condición para ofrecer un concierto en el Centro Cultural Real de Catorce.

“Entonces, en un principio me enfoqué en Philip y luego cambió mi objetivo y me enfoqué más en Daniel y en su interacción con su comunidad, en la comunión con sus deidades y lo sagrado que es la música para los wixarika”. reveló.

El documental entonces, gira en torno al encuentro musical entre Daniel y Philips mediante ensayos y presentaciones en vivo

El documental entonces, gira en torno al encuentro musical entre Daniel y Philips mediante ensayos y presentaciones en vivo

Cortesía/FICM

Daniel ocupa cargos relevantes dentro de su comunidad y es considerado “anciano” por sus profundos conocimientos sobre la herencia espiritual. “Al conocer su cultura, su música, su expresión pensé ‘wow’ sabía que podría encontrar una historia aún más interesante que la historia inicial, tan interesante como para tirarle a hacer algo en cine”, contó.

El documental entonces, gira en torno al encuentro musical entre Daniel y Philips mediante ensayos y presentaciones en vivo en destacados recintos de México y Estados Unidos, además destaca la unión que pese a pertenecer a entornos distintos, con idiomas diferentes han logrado compartir un lugar en común, en el que derrumban las barreras que pudieran existir y se entienden a través del idioma universal, la música.

“Fue un proceso lento y también un tanto doloroso hablando de la historia; obviamente conforme avanzamos en el camino encontramos una relación fuerte entre ambas culturas. De repente salieron muchas cosas que al final tuvieron que depurarse como una colaboración con Diego Luna, el mundo de la sinfónica y nos enfocamos únicamente en la relación de Philip con Daniel. Tardamos aproximadamente cuatro años en la realización completa del documental”, contó.

También dimos nuestra palabra de no filmar sus lugares sagrados y dejamos muy claro que en el documental la intención no era romantizar sus tradiciones, dijo.

También dimos nuestra palabra de no filmar sus lugares sagrados y dejamos muy claro que en el documental la intención no era romantizar sus tradiciones, dijo.

Cortesía/FICM

UN EXTRAÑO EN LA COMUNIDAD

Nunca habían autorizado a un equipo para grabar su comunidad, ellos estaban muy resentidos con los mestizos porque vamos, vemos las historias, las contamos y difícilmente regresamos a la sierra, entonces se sentían utilizados. Nosotros tuvimos que derribar esas barreras y una vez derribadas –en parte gracias a Daniel y al respeto que le tiene la comunidad puso su nombre por nosotros– logramos capturar su cotidianidad”, contó.

También dimos nuestra palabra de no filmar sus lugares sagrados y dejamos muy claro que en el documental la intención no era romantizar sus tradiciones, que nuestra búsqueda no era con los peyotes o los sacrificios que hace la comunidad, nuestra historia no iba por ahí sino que queríamos retratar la colaboración de uno de sus músicos más respetados con otros igual de respetado, pero del mundo occidental y al final todo se dio de la mejor manera”. agregó.

'Hay un lado mexicano que dice que no se necesita la participación de Philip, pero al final no se trata de eso sino de una historia sobre el cambio', explicó.

'Hay un lado mexicano que dice que no se necesita la participación de Philip, pero al final no se trata de eso sino de una historia sobre el cambio', explicó.

Cortesía/FICM

DIFUNDIR LA MÚSICA AUTÓCTONA O COLONIZAR A LAS PEQUEÑAS VOCES

¿Qué tan necesaria es la incursión de unas notas de piano en la música original de los wixarika? Quizá por el lado de la globalización lo sea bastante ¿Qué tan nutritivo son unas notas de piano para la música típica de la región jalisciense? Probablemente no mucho, y es aquí en donde la película puede tomar dos caminos, el primero de ellos va de la admiración, el reconocimiento al maestro Philip por interesarse en la cultura wixarika e incluso agradecerle por hacerlos partícipes de su gira por el mundo, reconocer la innovación de mezclar música ancestral con contemporánea y señalarla como una obra maestra.

“Hay un lado mexicano que dice que no se necesita la participación de Philip, pero al final no se trata de eso sino de una historia sobre el cambio, entonces, esta relación es muy importante no tanto porque Philip sea un músico extranjero, sino por la aceptación que va de la expresión musical a la comunicación, mostrando una aceptación y recepción para hacer algo diferente y eso es lo bonito de la historia. La música wixarika nunca antes se había tocado con un piano”, explicó.

'Hay que entender que, (Philip) gracias a su trayectoria, él es un motor que ayuda a que los wixarikas cruzar ciertas fronteras', dijo

'Hay que entender que, (Philip) gracias a su trayectoria, él es un motor que ayuda a que los wixarikas cruzar ciertas fronteras', dijo

Cortesía/FICM

“Entonces para mí era sumamente importante contar esta historia porque tiene mucho peso. Ofrecemos la idea del cambio, pero no tan masticada, siempre tuvimos claro que el documental representaría cierta exigencia para la audiencia. Habrá gente que entienda la médula del proyecto y habrá quienes no, pero quien se interese y haga su tarea, entonces ahí encontrará la importancia de la historia, al final Philip solo fue el anzuelo”, agregó.

Sin embargo, por otro lado, está una sesión extraña que va justo de la necesidad de profanar la pureza de los ritmos antiguos. Hasta qué punto los “civilizados” dejaremos de percibir a los indígenas como objeto de estudio, como algo extraño, como algo que nos necesita y que nos hará ver mejor si lo exponemos ante más “civilizados” en un afán de inclusión inducida que probablemente no beneficié tanto a la minoría en cuestión.

Lo maravilloso del arte es que cada quien tomará su postura, no dudo que haya gente que en efecto considere que no es necesario fusionar la música de la comunidad con la de Philip, pero hay que entender que, gracias a su trayectoria, él es un motor que ayuda a que los wixarikas cruzar ciertas fronteras. Finalmente, cada quien tomará la decisión de interpretación que mejor le parezca”, explicó.

La música wixarika estrictamente pertenece a las celebraciones y tradiciones de la comunidad, finalizó.

La música wixarika estrictamente pertenece a las celebraciones y tradiciones de la comunidad, finalizó.

Cortesía/FICM

“Precisamente por eso quitamos cualquier tipo de opinión sobre si la música con el piano es mejor o no. La música wixarika estrictamente pertenece a las celebraciones y tradiciones de la comunidad y por eso no las escuchamos en la ciudad, en ningún momento se lleva un ejercicio de darse significado ni mucho menos. aunque también que el equipo de Philip se tome ese tipo de licencias de explorar mundos es parte inevitable de la historia que estamos contando”, añadió.

Un lugar llamado música, tendrá su estreno mundial en la próxima edición del Festival Internacional de Cine de Morelia que se celebrará del 22 al 29 de octubre.