Escenario

Fabián Palacios cuestiona el valor de los sueños con ‘Azar’

ENTREVISTA. Continúa la gira de festivales para el director junto a su corto el que podría ser la antesala a su primer largometraje

cine

Fotograma de 'Azar'.

Fotograma de 'Azar'.

CORTESIA

Azar es un cortometraje que cuestiona el valor de perseguir un sueño a través de los ojos de Julián, un joven de 15 años que sueña con ser un trompetista profesional pero se envuelve en un dilema moral para conseguirlo, con lo que se ve envuelto entre la pasión, el azar, la moral y el fracaso.

Un trompetista recorre las calles del centro de Coyoacán con la vista en el suelo, pero con el corazón en los dedos mientras interpreta su música y pasea por el colorido sitio, totalmente ajeno al resto de la gente ¿lo hace como un hobbie? ¿por dinero? ¿a dónde va? Todo esto se preguntaba Fabián Palacios cuando vio dicha escena en una cafetería y comenzó a surgir la idea del cortometraje.

En entrevista para Crónica Escenario, el director Fabián Palacios, abre una ventana para este mundo que crea en medio de un Coyoacán perfectamente reconocible y usando a Julián como un recipiente en el cual es sencillo sentirse identificado.

“Es una traducción de lo que me estaba sucediendo con el cine” menciona Palacios “las dudas y preguntas de si valía la pena perseguir el sueño, qué pasa cuando tu ambición supera tu perseverancia, cuando tu pasión vence a tu paciencia”. 

El cineasta Fabián Palacios.

El cineasta Fabián Palacios.

CORTESIA

La historia es universal, pues incluso el director señala cómo es una sensación que le llega a cualquier artista; sin embargo, esta se convierte en casi un desahogo para el artista al momento de plasmar en cámara el entretejido de la historia, a pesar de no haberse enfrentado aún a la encrucijada de “robar su trompeta”.

El artista señala que “México es un país con mucha cultura y mucho talento que falta por explotar”, motivo por el cual a veces parece que hace falta abordar más cine “como arte y ciencia”, tomando en cuenta que él existe “mucho arte y educación”.

“A mi nada me haría más feliz que se exhibiera en México” señala el director, pues a pesar de que fue un rotundo éxito en los festivales de cine Lift-Off en Berlín y Tokio de este año y se llevó el Premio del Público a Mejor Cortometraje, sigue en búsqueda del festival mexicano que lo arrope para continuar con la difusión de una entrañable historia que te deja un sabor amargo de realidad en el paladar.