El actor australiano Guy Pearce es uno de esos actores que después de unos años de glorias en la década de los 90 y los inicios del milenio se ha mantenido discreto con su trabajo. Es un actor constante en la pantalla pero con pocos papeles memorables en la última década. Quizás su último gran filme fue Pasión inocente (Breathe in, 2013) o The Rover (2014), aunque también tuvo participación en filmes con cierto nivel de impacto como Alien: Covenant (2017), Las dos reinas (2018) o Bloodshot (2020).

Este año tiene su regreso al gran Hollywood de la mano del cineasta Martin Campbell, quien contó con él para protagonizar junto a Liam Neeson el filme de acción Asesino sin memoria (Memory, 2022), que llegó hace unos días a la cartelera mexicana. Cuando el director estaba haciendo el casting para Memory, su película de acción y drama, buscaba un actor que pudiera representar a uno de sus personajes principales, Vincent Serra, como un agente del FBI honesto pero agotado. El actor australiano Guy Pearce era perfecto para el papel.

Cabe recordar que en su carrera Pearce ha dejado su huella en varios títulos importantes como Memento (2000), Los Ángeles al desnudo (1997), El último camino (2009), Animal Kingdom (2010), Zona de miedo (2009) y El traidor (2008), entre algunos otros papeles, por lo cual celebramos el regreso a los grandes reflectores para este actor.

En declaraciones concedidas en exclusiva a Crónica Escenario, Pearce habla sobre la carrera y el bagaje emocional que acarrea el agente Serra y la decisión de representar la angustia existencial de una manera sutil. Asimismo, Pearce habla sobre la amistad que entabló con Neeson y cómo su guitarra se convierte en un objeto esencial cuando está lejos de casa en un set de filmación.

Hola, Guy. Memory es una película muy interesante y su personaje, el agente del FBI Vincent Serra, enfrenta algunos dilemas morales. ¿Puede hablarnos sobre la historia y sus personajes?

Sí, pasa de todo en la película. Hay muchos personajes para seguir y relaciones para intentar comprender. Una de las cosas que me gustó sobre el guion y el personaje que compongo, un agente del FBI de El Paso, Texas, es que vemos que tiene su propio bagaje, su propia historia, su propia especie de tragedia. No lo demuestra, lo cual fue importante para mí. No se exageró. Está ahí y existe. Algunos thrillers o películas de acción están dominados por el argumento y son una serie de personas que se persiguen. A menos que sintamos algo por la psicología o la historia del personaje, no nos atrapan. Por eso, siempre me interesa un personaje que acarrea su bagaje y este personaje sin duda lo hace. Nos damos cuenta de eso y luego se deja en paz, lo cual, según mi opinión, es la forma perfecta de hacerlo. 

¿Puede profundizar un poco más sobre su personaje y sus conflictos dentro del filme?

Trata de salvar la vida de una joven y de hacer justicia por lo que le sucedió. También trata de entender cómo y por qué se producen estos asesinatos y, finalmente, se cruza con el personaje de Liam Neeson, un asesino a sueldo. De una manera interesante, descubren que están relacionados por un alma gemela. Creo que, probablemente, están vinculados por la justicia y un cierto sentido de la moralidad, aunque provienen de diferentes extremos del espectro legal.

La locación de la película, El Paso, Texas, en la frontera con México, le da un toque diferente. Además, le permite incluir problemas reales que la ciudad y países de todo el mundo enfrentan, como la inmigración ilegal y el tráfico sexual.

Por supuesto. Es algo que experimentamos hasta cierto punto en Australia. Siempre me fascina mi tierra, Australia, porque, sin duda, es un país que está totalmente aislado. No limita con otros países, como en Europa, Canadá, Estados Unidos, México o Sudamérica, África, etc. Por eso, siempre me fascina la forma en que los países y las fronteras abordan el hecho de estar tan conectados y pasar de un lugar a otro puede ser tan simple como atravesar un cerco, cruzar en coche un puesto de control o cualquier otra cosa. Y, por supuesto, la atrocidad del tráfico de niños y de personas es básicamente increíble. Sin embargo, sucede a gran escala, en forma constante, en todo el mundo.

¿Es importante para usted que las películas en las que trabaja tengan sus raíces en la realidad y pongan de relieve cuestiones fundamentales, como la inmigración y el tráfico de las personas?

Sí, es importante para mí que temas como esos se exploren en películas. Cuando hago una película, me centro egoístamente en mi personaje, pero tengo momentos en los que me pregunto: ‘Epa, ¿está pasando esto realmente?’. Allá afuera hay una niña de 15 años, 13 años, 12 años o 10 años a la que le está ocurriendo esto. Es una tragedia. Creo que si en la película se maneja con respeto y no se incluye porque sí, puede funcionar. Si se incorpora para crear drama, es una falta de respeto.

El elenco de Memory es maravilloso. ¿Cómo fue compartir la película con Liam Neeson?

Es encantador. Es muy profesional, todo un caballero y muy divertido. Es tranquilo y humilde y solo quiere que el trabajo se haga. Creo que congeniamos enseguida y nos dimos cuenta de que somos almas gemelas. Memory es como otra película en la que trabajé, El traidor, con Don Cheadle. Mi personaje se la pasó tratando de encontrar al personaje de Don durante toda la película y, en realidad, terminamos compartiendo dos o tres escenas. En esta película, pasa lo mismo con Liam. De hecho, no tuve muchas escenas con él, pero se trató más de ponernos al día fuera del set que en este. Hemos tenido más contacto desde que terminamos la película que cuando la filmamos. Es un gran honor tenerlo de amigo.

Y Monica Bellucci también trabajó en la película.

Sí, todos mis amigos estaban muy entusiasmados y me preguntaban por Monica, pero, lamentablemente, ni siquiera nos vimos. No tuvimos escenas juntos, lo cual puso muy contenta a mi novia (risas). Pero esta película tuvo un reparto excelente con Ray Fearon y Taj Atwell. Fue un grupo de actores maravillosos para trabajar.

Veo que tiene una guitarra (está detrás de Guy). ¿Hay alguna historia detrás de ella?

No necesariamente tengo esta. Esta guitarra es una Gibson Reverse Firebird de 1965 y necesita un poco de amor y atención en este momento. Cuando estoy fuera de casa, me llevo una acústica u otra similar. Es genial tener una guitarra para los momentos de ocio. De hecho, para mí es un buen momento para escribir canciones cuando estoy filmando lejos de casa porque en lo único en que estoy concentrado es en la película. Cuando estoy en casa, tengo muchas cosas para hacer y me cuesta encontrar el tiempo para sentarme a escribir. Eso no pasa. Cuando estoy lejos en un set, a veces, tengo horas y horas y, si no estoy estudiando el guion, puedo sentarme y tocar.