Hell and Heaven 2022 abre sus puertas para un día lleno de íconos
COBERTURA. Este 2 de diciembre se vivió el primer día del mayor festival de metal en México
música
El primer día del Hell and Heaven presentó a grupos como Cemican y Charro Calavera cuando las puertas recién se abrían.
Cemican recupera las raíces indígenas a través de los instrumentos que acompañan a los cantos guturales del vocalista, mientras Charro Calavera propone el retomar leyendas y clásicos mexicanos como “Cielo Rojo” o “La llorona”.
A pesar de la energía de ambas bandas en el Escenario Hell y el New Blood Stage respectivamente, muy pocos asistentes lograron disfrutar de su música por un lento proceso al momento de dejar pasarlos, lo cuál también generó molestia entre quienes esperaban bajo el sol y la confusión al llegar al recinto.
A pesar de esto, ya dentro del festival se vivió a flor de piel la energía de la música que llenaba cada uno de los escenarios en el Foro Pegaso.
Definitivamente el Hell and Heaven logra unir lo mejor del metal y de las subculturas que tienden a acompañarlo. Lucha libre, el misterio del Miolgnir y un pequeño espacio medieval con justas y cetrería logran convivir en el mismo lugar como lo consigue Epica junto a Arch Enemies.
La aparición de Arch Enemy en el escenario fue como un llamado para los asistentes de acercarse a los escenarios principales para comenzar con el headbanging.
Los músicos cerraron su participación al regalar sus plumillas y baquetas a los afortunados miembros del público que consiguieron alcanzarlas
Minutos después, Epica iluminó el Hell con bruma, llamas y música que puede describirse con solo su nombre, mientras que Till Lindemann nos hizo sentir en el verdadero cielo con su proyecto de solista.
Completamente rojo, el vocalista de Rammstein otorgó una presentación inigualable.
Los instrumentos y el tono siempre subversivo de su proyecto en solo dejaron claro el valor y talento que tiene como showman al generar en el público una sensación colectiva de éxtasis sin necesidad de usar efectos especiales muy llamativos, pues sus gestos obscenos y teatrales son suficiente para desatar nuestra parte más oscura.
Con pirotecnia que llenó el cielo de humo, Pantera se adueñó por completo del escenario; los rezagados corrían para lograr admirar a la legendaria banda, quienes interpretaron varios clásicos.
Para el turno de Scorpions, quienes recibieron las llaves de la ciudad, el escenario fue cubierto con un manto de misterio que cayó al ritmo de las primeras notas de guitarra.
La nostalgia de su estilo clásico fue el cierre con broche de oro para la primera noche en los escenarios principales del recinto; sin embargo, la fiesta continuó hasta las 2:00 am con Cradle of Filth y Venom en el True Metal Stage.