James Ivory: “La industria ha cambiado demasiado al grado de que no podría dirigir de nuevo”
ENTREVISTA. El cineasta fue uno de los invitados especiales del Festival Internacional de Cine de Morelia y compartió una charla exclusiva con Crónica Escenario
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El cineasta James Ivory en el FICM.
En el marco de la 21 edición del Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM) hubo grandes invitados cuya labor en el mundo del séptimo arte ha sido clave. Uno de ellos es James Ivory, famoso por ser productor, director y guionista que ostenta el título de ser el ganador del Oscar de mayor edad en la historia. En su segunda visita a este certamen, Crónica Escenario tuvo el placer de charlar con este talentoso artista.
El oriundo de Berkeley, California comenzó explicando un poco de su proceso creativo detrás de sus cintas. “Primero, jamás conceptualizo las cosas. Leo el libro que me interesa y si existía la posibilidad de realizar el proyecto trataba de lograr que se hiciera con éxito. Me avocaba a ver los sitios, los actores y paso a paso ir construyendo todo para llevar a cabo el relato. Para mí, es imposible pensar en un mensaje con tanta anticipación. Tal vez haya quienes lo hagan pero ese no es mi estilo. De hecho, la conceptualización pasa más por el autor del libro que por mi persona”, expresó.
El director de cintas como Howard’s End o Maurice reflexionó además sobre su camino para forjarse detrás de cámara. “Me convertí en director aceptando los retos, como el hecho de querer hacer una cinta en Venecia. Prácticamente aprendí haciendo de todo, no sólo dirigiendo sino fotografiando y hasta editando mi película. Es así como aprendes la labor, haciendo lo que puedes y conforme pasa el tiempo dejas de hacer algunas cosas para enfocarte a tomar las riendas. También existen las asociaciones que creas y que fui muy afortunado al tenerlas al lado de gente muy talentosa”, destacó.
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Una de las cintas que formó parte de esta retrospectiva como Invitado de Honor al Festival Internacional de Cine de Morelia fue Un romance indiscreto (A room with a view), donde muchos actores jóvenes hicieron gala de participar, algo que a Ivory le gustaba hacer: “Siempre he creído que si tu personaje es joven, ya sea adolescente o que ronde los veinte años, necesitas un actor de esa edad para el papel. No puedes buscar a alguien de 35 años que aparente tener 20. Soy partidario de trabajar con esos nuevos talentos por eso Helena Bonham Carter tenía 19 en A room with a view”, señaló el homenajeado director.
“Ella ya había sido protagonista de otra cinta entonces aportó su experiencia al proyecto y fue hermoso trabajar con ella”, apuntó Ivory. “Tampoco se trataba de que les diera yo una oportunidad o que sus carreras dependieran de mí pues ellos ya eran talentosos, hacían bien su rol y eran buenos en lo que hacían. Si había cosas que corregir se las decía y trabajábamos a partir de ello”, puntualizó el ganador del Oscar.
La emoción pegó en James después de ver esta cinta en pantalla, pues le trajo recuerdos de muchos de sus colaboradores. “Muchos de ellos han fallecido ya pero especialmente me afecta por la terrible pérdida de Julian Sands. Me causó una angustia muy fea el verlo en la pantalla a través del tiempo. Además hacía mucho tiempo que no veía la cinta en pantalla grande y reencontrarme con ella ha sido conmovedor en muchos sentidos”.
El cineasta recibió el Ojo, premio del festival.
Otro de sus grandes filmes proyectados esta vez en Morelia fue Lo que queda del día, que para Ivory resulta su película favorita. “Para ser honesto no sé porque lo es pero puedo decir que al hacerla todo funcionó muy bien. No es una película que vea a menudo en la pantalla grande. Curiosamente casi fue imposible hacerla y no conocía la novela de Ishiguro, me llevó a ella un actor que, mientras filmábamos otra cinta en Kansas City, me regaló una copia de pasta blanda de la novela, diciéndome que para él había sido algo completamente aburrido pero que quizá a mi me gustaría”, recordó.
“Entonces la leí ese fin de semana y quedé convencido de que tenía que hacerla. Pero no se podía pues los derechos de la obra los tenía comprados otro estudio así que renuncié al proyecto. Después de un tiempo, los soltaron y ellos sabían de mis intenciones de adaptarla por lo que finalmente pude levantar con mi compañía productora la película y el resto es historia”, añadió Ivory.
La dinámica de este filme radica entre dos protagonistas, Stevens, interpretado por Sir Anthony Hopkins, y la Señora Kenton, que encarnaría Emma Thompson. James aprovechó para ahondar en esa relación que existe entre ambos en el filme. “No es que haya un romance entre ellos, pero creo que tenían una actitud similar ante la vida y sobre todo, ante el trabajo. Me parece que el Señor Stevens era alguien incapaz de expresar sus emociones a pesar de que si las tenía y las siente de una manera muy fuerte. Ella también siente eso pero es mucho más abierta a mostrar cómo se siente al respecto de esa cercana relación entre ellos. Es un contraste interesante pues para él era imposible poder hablar de eso”.
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Al ver las salas llenas de personas de diversas generaciones en las proyecciones de estos filmes, es visible que la influencia de James Ivory trasciende el tiempo. “Todo se lo debemos a los escritores de esos relatos pues es lo que básicamente te da todo. Es algo en lo que trabajamos siempre muy a fondo, ya fuese con Ruth o por mi parte. No sé si exista algo en específico realmente por lo que la gente siga conectando a través de los años con mis obras. Pero, para mí, era emocionante siempre que, a través de la escritura, pudiera visitar lugares como Italia, para darle vida a los mismos”, señaló.
Asimismo, el invitado de honor al festival presentó su más reciente filme, A Cooler Climate, documental que lo llevó por el camino de la memoria y los viajes que hizo, creando un ensayo cinematográfico que nos muestra al hombre detrás del artista. “Fue algo que armé y que prácticamente quedó olvidado por ahí durante mucho tiempo. De alguna forma, este filme captura lo que es mi vida, se transformó en una especie de memoria fílmica que nació desde algo muy personal y me alegra que se comparta con la gente”, afirmó.
Otra de las facetas de Ivory es la de guionista, misma que lo llevó a ganar el Oscar hace un par de años por Llámame por tu nombre. “Cuando escribo un guión simplemente me siento a escribir. Puede que me tome cierto tiempo pero lo hago y listo”, comentó. “Cuando dirigía, tenía el apoyo de mi incondicional amiga Ruth Prawer Jhabvala. El proceso ahí era diferente pues yo escribía mi versión, luego ella la suya y finalmente ella tenía la capacidad de hacer una sola versión que conjuntara nuestras visiones, lo que después hacía que todo fuera más sencillo para dirigir”, acotó el californiano.
Una de las postales del festival.
Finalmente, el aclamado realizador meditó un poco acerca de su herencia como cineasta. “Amo la posibilidad de revisitar mis películas en la gran pantalla y cada vez que puedo, aprovecho para hacerlo. Se ha presentado la oportunidad durante estas noches ante un gran público y me ha resultado muy agradable. El poder ver estos proyectos y a tantos compañeros actores, algunos de ellos que incluso ya no viven, en relatos llenos de belleza y amor resulta muy gratificante porque habla del legado que han dejado atrás al lado mío”, comentó.
“Pero, siendo honesto, la industria ha cambiado demasiado al grado de que, si tuviera la fuerza para volver a trabajar o dirigir, creo que no podría hacerlo de nuevo”, concluyó Ivory.
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