José Madero vive un exceso de emociones en la despedida de su ‘Ciao Giallo’
COBERTURA. El segundo acto de su gira en el Auditorio Nacional también estuvo llena de sorpresas incluyendo temas de Pxndx para complacer a sus fans
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La fría noche del domingo 26 de noviembre marcó el inicio del ocaso para el inicio del fin de la gira Ciao Giallo I y II de José Madero, que ya tiene fechas agendadas para febrero en otras partes de la República Mexicana. En el majestuoso escenario del Auditorio Nacional, el ícono del rock en español se preparaba para despedirse temporalmente de sus seguidores.
La expectación estaba en su punto álgido, pues la primera parte del setlist fue idéntica a la noche anterior iniciando con “Quita esa cara”. El público, conocedor y entregado, coreaba con fuerza cada acorde y cada letra, demostrando que la comunión entre artista y seguidores estaba más viva que nunca. El grito unánime de “¡sí se pudo!” resonaba en el recinto, marcando una energía que solo crecería con el transcurso de la velada.
José Madero, caracterizado por su guitarra grabada con la inscripción “1980”, se sentó para interpretar con melancolía la emotiva “Lo dorado se desvanece”. La guitarra, como testigo mudo de incontables historias, resonaba en cada rincón del Auditorio Nacional, envolviendo al público en una atmósfera única.
El momento cumbre llegó con una sorpresa: la versión acústica de “Nueva Inglaterra”, un tema que pertenece a Aurora. La banda se tomó un breve descanso, permitiendo a los asistentes saborear la anticipación de lo que vendría a continuación.
“Posa y sonríe” recibió un coro aún más estruendoso que su predecesora, consolidando el vínculo entre el artista y sus seguidores. Tras 15 canciones, un breve intermedio le permitió dirigirse a sus fans con palabras de agradecimiento. Expresó su honor por estar en el escenario y bromeó sobre el peculiar espectáculo doble que ofreció durante el fin de semana.
Entre risas y complicidad con sus fanáticos, dio pistas sobre su próximo álbum bromeando sobre qué color tocará ahora vestir. Se mofó de los colores de sus discos y señaló el inusual predominio del color mostaza entre el público, a diferencia de otras épocas. No pudo evitar mencionar el fan project de los globos dorados, agradeciendo la creatividad de sus seguidores.
El regreso al escenario fue triunfal con “Conversaciones sobre anatomía”. A partir de este punto, el setlist tomó un rumbo distinto al de la noche anterior. La energía vibrante de “¡Esta noche es la reunión!” llenó el recinto, encendiendo aún más los ánimos.
La sorpresa continuó cuando tomó una flauta para interpretar “Teo, el gato persa rinde su declaración”, concluyendo con un impresionante solo de flauta que dejó a todos boquiabiertos. La elección de “Libre pastoreo” de PXNDX como una de las primeras sorpresas desató la euforia entre los presentes.
“No lo cambio por nada” bajó el ritmo nuevamente, pero la conexión con la audiencia alcanzó su punto álgido cuando el artista se bajó del escenario para estrechar las manos de sus fans durante “No como el filme”. Conocedor del escenario, se desplazó con sus característicos movimientos, aunque un molesto eco persistía en el recinto, apenas perceptible entre la magia de la música.
La colaboración con Zaira Jabnell en “Zero” marcó otro momento inolvidable, la interpretaron juntos por primera vez en el concierto en Tijuana en agosto de 2023. Aunque el sencillo no se encuentra oficialmente en plataformas, la complicidad entre ambos artistas resonó en cada nota y unos cuantos pudieron seguir la letra mientras que el resto se dejaba envolver con la melodía.
Las sorpresas continuaron con “Nuestra aflicción” del álbum Poetics de PXNDX, sumergiendo al público en la nostalgia de tiempos pasados. “Sinmigo” se convirtió en una experiencia interactiva, una conversación musical entre el artista y sus seguidores, consolidando el lazo único que lo une con su audiencia.
El juego de luces de flashes de los celulares durante “Ojalá” iluminó el Auditorio Nacional con destellos, mientras la canción transmitía la idea de extraer algo hermoso de lo feo. La interpretación de “MXMLXXX” y “Malaventurados no lloran” desató la locura entre los presentes, demostrando que la fidelidad a la música ha perdurado a lo largo de los años.
El adiós fue inevitable, pero no sin antes dejar una promesa en el aire. José Madero anunció su próximo álbum con 12 canciones, sin revelar más detalles. En la banda, Rodrigo Montfort en teclados, Germán Gallardo en guitarra eléctrica, Ricardo Trujillo “Muela” en bajo, Gerardo Arizpe en batería, Rulo García en percusiones, y Zaira Jabnell en coros y guitarra acústica, formaron un conjunto impecable que acompañó magistralmente al artista.
El cierre con “Invócame” dejó a los asistentes con un sabor agridulce, sabiendo que era el final de una etapa, pero con la promesa de un regreso. Así concluyó la segunda noche del concierto de Ciao Giallo en el Auditorio Nacional, una velada llena de emociones, sorpresas y la inconfundible magia de la música que perdurará en la memoria de los fanáticos por mucho tiempo.