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‘Latido’, una mirada sensible y crítica a la incomprensión social de la maternidad

COBERTURA. El nuevo filme de Katina Medina Mora, protagonizado por Marina de Tavira, compite en el Festival Internacional de Cine de Morelia

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"Latido", el nuevo filme de Katina Medina Mora

Cortesía

La Competencia Mexicana del Festival Internacional de Cine de Morelia presentó una cinta acerca de las maternidades con Latido, proyecto dirigido y escrito por Katina Medina Mora. Crónica Escenario estuvo presente en la conferencia ofrecida por la realizadora que se acompañó de sus protagonistas, Marina de Tavira y Camila Calónico así como Inna Payan, productora del filme y la fotógrafa Nur Rubio donde ofrecieron más detalles de este proyecto.

“Es la primera vez que presento una película aquí como directora. Tardó quince años en suceder pero estoy muy feliz de que, con este proyecto, se haya dado”, expresó una alegre Medina Mora. “La película surge de dos semillas, una fue el cuestionamiento de la maternidad y sobre el hecho de ser madre o no. El guion lo escribí para Marina desde el inicio añadiendo cuestiones como el aborto ilegal en nuestro país, mismo que acaba de ser despenalizado por fin”, explicó.

“Por otro lado, también quería hablar de la infelicidad y los procesos que viven las mujeres solas, muchas de ellas con culpa de juicios de la sociedad, además de captar la parte médica que suele ser muy fría y empuja a las mujeres a hacer tratamientos complejos con tal de que tengan un hijo”, añadió.

“Creo que el objetivo era ver la maternidad desde dos puntos opuestos, mostrando que es destino aunque enfocada en puntos de vista opuestos. Mientras el deseo de ser construye a una, por el otro lado destruye a la otra, inspirándome siempre en muchas historias de mujeres que pasaron estos procesos”, complementó.

"Latido"

Marina de Tavira no ocultó la emoción de que, por primera vez, le ofrecieran un papel pensado para ella. “Eso me permitió conocer de dónde venía el personaje desde antes que estuviera el guión completo. Pude hablar con Katina acerca del origen del filme, que viene de un lugar muy personal”, dijo.

“Después, continuamos con el proceso de conocer lo que vive una mujer que está buscando el embarazo fracasando una y otra vez, algo que se alejaba de mi experiencia personal. Fue todo un mundo al que me abrí sobre la experiencia de la maternidad desde ese lugar, fue muy interesante saber que esto existe ya que la actuación es mi manera de conocer y abrirme al mundo”, agregó.

El filme cuenta la vida de una mujer de 45 años, quien ha intentado todo por quedar embarazada, pero su cuerpo parece no responder y la de Emilia, una adolescente de 16 años con un talento innegable bailando ballet, pero su carrera se verá truncada el día que se entera que está embarazada. Ambas hacen un trato para compartir el proceso de embarazo, con todas sus consecuencias.

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Para poder retratar adecuadamente los dilemas de la maternidad, Katina admitió que existió mucha investigación al respecto. “Nos apoyamos mucho en la literatura, específicamente en el texto de Isabel Zapata, In Vitro. Nos sumergimos completamente en ello y lo más complejo a la hora de escribir el guion era no hacer juicios acerca de los límites de las decisiones que toman Marina y Camila”, expresó.

Leonor cruza varios de ellos por deseo humano de ser madre y Emilia también hace cosas cuestionables y complejas. Pero quisimos construirlo desde un lugar de una niña que no quiere vivir ese embarazo y el país le niega la opción de no tenerlo. Le dimos profundidad a las dos, no quería que se sintiera como una relación de poder, sino de crear una interacción que fuera horizontal al construirlas para que pudieran generar empatía”, señaló.

Para la actriz nominada al Oscar por Roma, el hecho de ser madre es algo muy complejo: “Maternar es muchas cosas y lo encuentras donde no lo esperas. Crear la relación entre ambas refería a trabajar desde la perspectiva mía de Leonor, donde ella busca no conectar emocionalmente con Emilia, la joven embarazada, y eso puede hacerla parecer muy dura. Pero eventualmente descubren que estar juntas en esa experiencia de vida las termina acercando sin duda, además de ser hijas de madres ausentes, factores que terminan por unirlas”, dijo.

Mientras, Camila Calónico ahondó en ese choque y el trabajo al lado de Marina: “Emilia tiene un rechazo absoluto a Leonor y su bebé pero mientras más se acerca el parto, tiene mucha envidia respecto a que esta criatura será el hijo de ella y Emilia no, eso porque crece el cariño entre ambas pero le resulta algo difícil porque ella no es su hija. Hay celos y rechazo para evitar ese lazo justamente, pero termina por suceder”, expresó.

Por su parte, Medina Mora resaltó la importancia de ofrecer un marco realista para su historia: “Me era importante que Leonor no estuviera haciendo algo ilegal porque existen muchas áreas grises en este tema. Se cree que dar en adopción a un bebé es algo sencillo pero busco demostrar que se dice fácil el no abortar y dejar a los niños mientras ellos siguen sus vidas sabiendo que existe una persona que sabe que los abandonó”, comentó. 

Katina Medina Mora

Katina Medina Mora

“Después de hablar con adolescentes que vivieron esto, vimos que era muy complejo, siempre y cuando venga desde el poder y aventajar. Hay muchas mujeres de clase social baja que son convencidas u obligadas a tenerlo y darlo a otra familia. Pero quería justamente mostrar a esta chica con un futuro que en otras condiciones podría haber elegido abortar y seguir con su vida. Tuvimos mucho cuidado con esos detalles del marco legal y de las clases, pero al final esto es una historia de amor, de abrazar la maternidad en otros lugares, entender que ese instinto puede venir de otro lado”, añadió.

Algo que resalta en Latido es el lado sensible mostrado a través de la mirada de Nur Rubio. “Fue un proceso donde nos encontramos muy bien, independientemente de la decisión de ser madre o no, justo habla de otras visiones y de esta relación que se construye entre ellas y la unión que se va dando después de salir enfrentadas a través de ciertos paralelismos que crean un espejo una con la otra mientras van cediendo”, enfatizó.

“Fue un reto ir con cámara en mano pero también existen varios elementos como los reflejos que están muy presentes en mi trabajo. Aquí, su uso representa la soledad de Leonor que poco a poco se va terminando. Se creó una sinergia hermosa, fue algo lleno de misticismo y de un punto de vista muy femenino. Necesitábamos que se contara de esta manera”, manifestó Rubio.

Latido promete ser un proyecto que dará de qué hablar debido a estos temas que pocas veces se hablan tan abiertamente. “Muchas veces nos abrimos a conversaciones con gente que conoces que te permiten profundizar en estos temas. Yo tenía una referente de una amiga muy cercana con quien había charlado de esto pero jamás a profundidad. Este proyecto me dio la oportunidad de comprender a alguien más querido. Al final es una película de ficción que habla de una relación y creo que construimos algo grande entre Camila y yo, en este caso más que en otros”, apuntó De Tavira.

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A Calónico su papel le ofreció también una experiencia dura acerca de las decisiones de la mujer. “Una amiga mía tuvo un aborto y conversé con ella respecto a eso, del poder tomar la decisión y todo lo que vino después. Tenemos derecho de decidir sobre nuestro cuerpo, no todo es una maternidad derivada de una violación. Es una conversación interesante tanto por el lado de querer ser madres pero tampoco está mal pensar en no serlo. Jamás debe existir un juicio sino el poder de decidir sobre nosotras con un hecho que te cambia toda la vida, incluso puede cambiar tu sueño”.

Aunque el filme presenta dos generaciones de mujeres, Katina jamás quiso resaltar sus diferencias en ese sentido. “En mi generación, no teníamos referencias acerca de la decisión de ser madre o no, no hay una persona que no me diga a la fecha algo con cierto prejuicio al respecto. Si bien las nuevas generaciones tienen la gran posibilidad de decidir, en la cinta no quería mostrar esa cara. Son dos casos particulares de mujeres y en el caso de Emilia, no es que no quiera tener un hijo, sino que le llega en un momento de vida donde puede ser alguien más y el embarazo le trunca todo eso”, recordó.

La productora del filme recalcó el aspecto de representación que se hace presente en Latido: “Esta representación de nosotras es hecha por nosotras. Por eso creo que la cinta es tan entrañable, porque rompe las narrativas de estos relatos vistos desde el ojo del hombre. Son personajes empáticos pero complejos y hemos notado que las mujeres jóvenes conectan mucho con el filme. Creemos que existe la posibilidad de decidir por nuestro cuerpo y la capacidad de irme deconstruyendo para comprender todo eso resulta atractivo”.

Finalmente, Katina Medina Mora aprecia que se estén creando por fin relatos que borren la idea romantizada de la maternidad. “En mi proceso personal de la duda, pues quise ser madre toda la vida de unos años para acá, me alegra que se deje de ver como lo mejor que te puede pasar en la vida, sobre todo en un país donde la paternidad ausente es común y las madres se encargan de todo”, aseveró.

“El proceso que pasé a mis 40 años lo deberían pasar las mujeres desde los 20, cuestionarse la implicación de ser madre y que puedan decir lo triste, cansado, duro de esa decisión. Hay muchos cuestionamientos que no se hablan, como la depresión posparto, la tristeza que hay y las culpas. Así que claro que aplaudo que existan relatos que hablen de este lugar y de adolescentes que está bien que no quieran pasar por ello así como de ese deseo profundo por el que nos tachan a veces de locas. Hay que quitar esos velos para que haya maternidades bien elegidas y conscientes”, concluyó.