Conflictuado por la nueva relación de su madre y el crush que tiene su mejor amigo por él, Bruno, un adolescente pirómano, escapa de la ciudad. Emprende un viaje en busca de una chica que conoce en línea que lo llevará a enfrentar la muerte de su padre y las dudas sobre su sexualidad, no sin antes dejar atrás todos sus incendios. Esta es la premisa de Todos los incendios, ópera prima de Mauricio Calderón Rico.
En marco de la vigesimoprimera edición del Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM), Crónica Escenario mantuvo una charla con el cineasta al respecto de su filme y su participación en la competencia oficial de Largometraje Mexicano en el festival.
“Todos los incendios nace como de contar una historia que reunía varias anécdotas, la historia no es autobiográfica en su totalidad, sin embargo, sí tomo varias anécdotas de cosas que me han sucedido a mí o a amigos. Fue la tesis que realicé en una maestría de guion y la verdad fue un proyecto que tuve la oportunidad de escribir y reescribir, llegó un momento donde la guarde en un cajón y la empecé a mover cuando se dio la oportunidad como de entrar a concursos de guion, nos empezó a ir bien, fue que empezó a surgir la idea de que como podemos hacer una película con esto”, explicó el realizador.
Calderón Rico aseguro que hacer un filme conlleva muchos retos pero que los principales son justamente levantarla, hacer que funcione, “la verdad es que en México cuesta trabajo, se abren opciones y uno las aprovecha por eso fue que las hicimos, encontramos apoyos al final, pero yo creo que lo más complicado es levantar el proyecto en sí, con un presupuesto es mucho más fácil pero todo representa una dificultad, sin embargo, es algo que definitivamente hay que seguir haciendo, un poco pensando en esta descentralización de del cine”.
“Yo creo que es ahí donde convergen varias dificultades puesto que desde los creadores, pasando por los productores, los realizadores hasta los distribuidores y la audiencia tienen que poner su granito de arena para que este tren siga en marcha, muchas veces ya están los proyectos en las salas pero nadie va a verlos y esa es una dificultad más para el cine, porque hay que ver que las películas mexicanas están en los principales festivales del mundo y son películas muy buenas, pero a lo mejor por ser películas de autor la gente no va a verlas al cine, no las apoyan como a algunas otras que se pueden ver en otras plataformas, sin embargo nuestro objetivo es seguir haciéndolas a como dé lugar”, ahondó el cineasta.
Todos los incendios es un filme un poco autobiográfico, el tema de la muerte y el luto es algo que todos en algún momento vivimos o viviremos, y las formas de sobrellevarlo y superarlo es particular de cada quien.
“Toda la idea del luto yo creo que sí proviene de una fuente totalmente biográfica, de algo que me sucedió a mí, entonces como que uno se impresiona, estamos acostumbrados a ver al fuego como metáfora de muchas cosas más poéticas y más artísticas, realmente es un motor para el cambio, del cambio que va a venir a tu vida. Entonces eso es 100% biográfico sin embargo, pues yo nunca he sido como pirómano o algo así, sí me gusta mucho ver el fuego arder, por ejemplo en una fogata, la película también es una forma como de confrontar mis miedos, pero lo del luto, creo que es totalmente biográfico y son sentimientos que yo traje muchos años adentro”, afirmó.
Por otro lado al estar en duelo y con una confusión en la cabeza como le pasa al protagonista de Todos los incendios, es muy fácil caer en obsesiones o hábitos insanos que a la larga podrían cargar con consecuencias desastrosas. “La verdad es que luego hay veces que la gente piensa que tal vez no está bien justificada esta obsesión de Bruno por el fuego, pero si ves la película completa te das cuenta, que es justamente esa impresión que él se lleva al ver una cámara de cremación”, dijo.
“Si juegas con fuego te puedes quemar, sobre todo porque estas ganas de quemar cosas van in crescendo, empieza por cosas chiquitas, luego un poco más grandes, luego una habitación, luego él mismo, creo que ahí es donde llega su obsesión al infringirse daño a él mismo, quisimos mostrar esa evolución y también usarlo como una metáfora de válvula de escape, donde tiene que reprimir estos sentimientos, estos impulsos y entonces por ahí es donde salen”, añadió.
Así mismo, el filme de Calderón Rico trae a la mesa una historia de descubrimiento o la confrontación de la sexualidad y por otro lado también la pérdida o la confrontación de la fe, temas que son una constante en la adolescencia.
“Son temas que de adolescente te empiezan a tocar mucho porque vives como en otro mundo, cuando vives en una especie de infancia y te confrontas a la adultez, ves que las ideas que traes no las comparten ciertas personas que están a tu alrededor. Entonces es cómo este tipo de maduración que uno debe de tener, de enfrentarse y el cómo toma la sexualidad, el luto y la fe, pues sí, es algo que viví, pues más de primera mano”, aseguró.
“Tiene que ver con que decidimos situarnos 15 años atrás, cuando todavía a lo mejor no había esa apertura, cuando todo era como un poquito más discreto, claro ya se habían logrado muchísimos avances, sin embargo, los adolescentes de ahorita creo que están un poquito más libres en cuanto a este aspecto de la sexualidad, no se etiquetan tanto, en cambio los personajes de la película son un poquito más discretos, más reflexivos en cuanto a preguntarse, ¿qué me está pasando? o ¿qué es lo que estoy sintiendo? entonces, por eso decidimos irnos un poquito atrás del tiempo y no presentar una historia de adolescentes del 2023 y gracias a eso también nos da chance de llegar a un público más amplio, porque uno viendo adolescente en la película se puede identificar con los personajes por la edad pero también si tú tienes alrededor de los 30, vas a recordar la época donde eras adolescente”, explicó el cineasta.
Finalmente, Todos los incendios fue presentada en la competencia oficial en Morelia algo que mantiene al realizador contento y esperanzado.
“Estamos muy emocionados porque el Colectivo Colmena lleva dos películas tanto Todos los incendios como lumbrensueño entonces como que realmente pues es un sueño para nosotros porque hace 10 años estrenamos ahí nuestros primeros cortometrajes, igual los dos juntos el director José Pablo Escamilla y yo, ahora presentaron los dos nuestros largometrajes en la misma competencia, la verdad es que me llena de orgullo, de satisfacción y también de cariño al festival porque acoge mucho a sus directores que empiezan junto con ellos, entonces va siguiendo su carrera, se me hace muy importante”, compartió.
“Más allá de moraleja yo creo que no somos nadie para andar pregonando lo que está bien y lo que está simplemente mostrar una historia, pero yo me quedaría con que a lo mejor es una historia de aceptación, porque no es sólo aceptar tus inclinaciones, tus preferencias, sino es aceptar también, el duelo, aceptar la muerte, aceptar que la vida sigue, yo creo que la moraleja entre comillas podría ser esa, es una junta de aceptación”, concluyó
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