Nunca Jamás: “Las fusiones musicales se pueden dar sin perder la identidad propia”
ENTREVISTA. La banda de Ciudad Obregón estrenó recientemente su sencillo “Sin rencor ni mal de amores” en colaboración con la rapera Yoss Bones
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La banda Nunca Jamás junto a Yoss Bones.
La agrupación oriunda de Ciudad Obregón, Nunca Jamás, ha logrado imponer un estilo muy particular e importante en una época donde la industria se ha enfocado en un solo género musical, creando una propuesta que año con año crece en popularidad e impacto. Recientemente han estrenado su nuevo sencillo “Sin rencor ni mal de amores” en colaboración con la rapera mexicana Yoss Bones, además de su trabajo en conjunto con DLD para la canción “No puede parar de soñar”.
A casi 16 años de la formación de la agrupación mexicana, Pedro Verdez (bajo), Omar Sainz (voz y guitarra) y César Bernal (batería) se encuentran más activos que nunca con su estilo de rock agropecuario, creando interesantes colaboraciones y dejando un sólido camino dentro de una actualidad donde la música parece perder más y más identidad, donde los géneros parecen disolverse para bien y para mal.
Las fusiones son cada vez más frecuentes en la industria musical, destruyendo las barreras de los géneros y cimentando bases nuevas para sonidos que las nuevas generaciones están consumiendo, algo de lo que Pedro Verdez (bajista) opina al respecto:
“Todo género que escuchamos actualmente viene de otra fusión, se destila y se adapta dependiendo de la región y la interpretación que se le da; en nuestro caso consumimos el regional mexicano – en concreto la banda sinaloense – y este realizó una modificación relativamente actual de algo que se tocaba en Europa del Este, llegando a Mazatlán para darle todo este color específico”, contó Verdez sobre el fenómeno del género regional en México.
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“El mismo rock es una mezcla que después se dividió en distintos subgéneros, y es así que nos decidimos a concretar esta fusión, ya que nacimos y nos criamos en Ciudad Obregón, Sonora, con gente trabajadora del campo, surgiendo nuestra definición de Rock agropecuario; no podemos escapar de donde somos ni de lo que estamos hechos, y comenzamos a consumir dicho tipo de música indirectamente” agregó el bajista de la banda.
Existe otro factor a considerar sobre el interesante estilo de la banda, y es el hecho de compartir frontera con la nación estadounidense, con la que siempre estuvo presente un consumo de su industria musical, creando amalgamas musicales que se mantienen hasta hoy en día:
“Durante la niñez y adolescencia nos llovió material de Estados Unidos, así como todo el movimiento que traen consigo los festivales, aunado al hecho de que tenemos familia por allá, factores que nos obligó a hacer esta unión de culturas”, mencionó Pedro sobre sus influencias de juventud.
Insertarse a la industria musical nacional no es fácil, muchos son los elementos que deben conjugarse para elaborar un proyecto que pueda tener un impacto importante en la audiencia, más en una actualidad que busca características muy detalladas en sus artistas.
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“Cuando nos mudamos a Ciudad de México, en 2008, nos dimos cuenta que nos adentramos en una necesidad de pertenecer a la escena musical, lo que nos llevó a prácticas realmente innecesarias como estandarizar nuestro acento, cuando realmente lo importante es ser nosotros mismos, siendo así cómo potenciamos todas nuestras virtudes, reforzando nuestra identidad y origen” narró el integrante del trío sonorense.
Por otro lado, las sólidas bases de la banda nos hablan de una seguridad que la propuesta ha desarrollado a lo largo de los años, algo construido con base a la reinterpretación de los elementos musicales disponibles y de las influencias adquiridas con el paso de los años:
“La base de este grupo es el rock, sin estar peleados con otros géneros. Le pueden preguntar a cualquier artista sobre lo placentero de experimentar y jugar con distintos elementos musicales o géneros, sin perder la esencia propia; las fusiones y la evolución de la música debe ser así, biológica, natural y culturalmente”, expresó Verdez ante la naturalidad con la que hoy en día se fraguan las colaboraciones musicales.
El perfil del consumidor es muy volátil actualmente, tan fugaz y efímero como la música contemporánea, la cual suele sostenerse por periodos cortos a consecuencia de la inmediatez de la información y saturación del mercado, y es aquí donde César Bernal nos aporta su postura sobre dichas formas de captación de audiencias.
“Creo que las plataformas digitales llegaron a modificar enormidades muchos aspectos de la industria musical; hace 20 años era complicado consumir música siendo rockero, ya que los métodos de exportación eran muy complejos. Actualmente tienes la posibilidad de consumir cualquier tipo de género de manera inmediata” enfatizó el baterista sobre las vías de consumo de las audiencias más jóvenes.
Actualmente la banda se encuentra en la promoción con su tour Agrópatas anónimos, además de compartir escenarios en diferentes festivales con artistas reconocidos como DLD, Sin Bandera, entre otros.
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