Escenario

Oso de Oro de corto argentino, motivo para defender instituciones culturales maltratadas por Javier Milei

COBERTURA. Este fin de semana el cineasta Francisco Lezama se llevó el máximo premio de los cortometrajes en la Berlinale con ‘Un movimiento extraño’

cine

El cineasta Francisco Lezama con su premio.

El cineasta Francisco Lezama con su premio.

ESPECIAL

El filme argentino Un movimiento extraño, de Francisco Lezama, se llevó este sábado el Oso de Oro del jurado de cortos en la 74 edición de la Berlinale.

El cineasta dio las gracias al Instituto Argentino de Cine, del que dijo “está siendo muy maltratado en este momento”, por el presidente de argentina, Javier Milei.

También quiso dar las gracias a otras instituciones públicas que no son tan prestigiosas como el INCAA, dijo, pero que también le educaron durante mucho tiempo, agregó, y citó al Museo del Cine de Buenos Aires, la biblioteca del ENERC y también la televisión pública.

“Estas son todas instituciones que están en riesgo en este momento porque todo se mide con valor de cambio” y si no dan dinero, se cierran, denunció.

Agregó que este es un cortometraje “hecho por un grupo de amigos, amigos muy profesionales, y con mucho amor por el cine”.

Lee también

Dos Osos y la mejor dirección en Encounters para cine latinoamericano en la Berlinale

EFE/ Elena Garuz en Berlín
El argentino Francisco Lezama posa con su Oso de Oro por 'Un movimiento extraño'.

Según el jurado, el cineasta muestra en este filme una “aguda perspectiva de la dinámica entre los jóvenes y la sociedad al destacar hábilmente los problemas sociales sin recurrir a la acusación” a través del viaje de 22 minutos de la protagonista.

“La película rebosa vitalidad, humor irónico y un matizada crítica social, todo ello para encapsular lo absurdo de nuestros tiempos capitalistas”, agregó.

Esta película “impresionó al jurado por su ingenio, su discernimiento juvenil y su maestría artesanal”.

Se trata de una suerte de comedia de enredos triste sobre la crisis económica en Argentina situada en Buenos Aires en 2019, en la que la protagonista, Lucrecia, que trabaja como guardia de seguridad en un museo, logra con un péndulo improvisado prever una fuerte subida del valor del dólar.

Al perder su trabajo recibe una indemnización con la que puede comprar dólares y comienza a fantasear con un “arbolito”, como se conocen a los jóvenes en las avenidas turísticas que cambian dólares.