Escenario

‘No voy a pedirle a nadie que me crea’ será un filme sobre la violencia de México y el mundo académico 

El director del filme, Fernando Frías compartió su perspectiva sobre los desafíos y enfoques que enfrentó al adaptar para la plataforma digital el libro de Juan Pablo Villalobos

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Fotograma de ‘No voy a pedirle a nadie que me crea’.

Fotograma de ‘No voy a pedirle a nadie que me crea’.

CORTESIA

La adaptación cinematográfica de la novela No voy a pedirle a nadie que me crea, del autor mexicano Juan Pablo Villalobos, se estrenará este año en Netflix como “una ficción cercana a la realidad” del país, en la que el protagonista caerá en una red criminal, dice el escritor en una entrevista con EFE.

Es una ficción que reconocemos de una manera muy clara porque es muy cercana a la realidad de lo que sucede en México. Hay muchísimas historias como esta que desgraciadamente han ocurrido y siguen ocurriendo desde hace años”, remarcó Villalobos.

El director del filme, Fernando Frías, reconocido por su trabajo en películas como Ya no estoy aquí (2019) o Nadie nos mira (2017), compartió su perspectiva sobre los desafíos y enfoques que enfrentó al adaptar para la plataforma digital el libro, ganador del Premio Herralde de Novela en 2016.

La historia, una ficción autobiográfica, gira en torno a Juan Pablo Villalobos, interpretado por Darío Yazbek, un escritor mexicano que obtiene una beca para estudiar literatura en Barcelona, a donde planea irse con su novia.

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Pero su destino cambia cuando recibe la llamada de su primo, quien lo invita a participar en un negocio turbio que le hará caer en una red criminal que él usa como inspiración para crear la novela de sus sueños.

“En mis películas anteriores, los temas del choque cultural son recurrentes, por eso me interesé por la novela. También me pareció que tenía una forma superligera de contar algo serio”, señaló Frías.

Aunque la adaptación cinematográfica implicó ajustes para adaptar el ritmo narrativo de la novela al lenguaje visual del cine, Frías enfatizó que se esforzó por respetar el humor y la esencia de la historia original, considerada por la crítica como “ácida parodia” del mundo literario.

En conmemoración del Día Nacional del Cine Mexicano, el 15 de agosto, Netflix busca destacar el talento que da vida a esta industria a través de su sección ‘Que México se vea’.

Como parte de este esfuerzo, la plataforma está respaldando varias adaptaciones cinematográficas de ellas, entre ellas No voy a pedirle a nadie que me crea y Temporada de huracanes de la escritora mexicana Fernanda Melchor.

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TRABAJO EN CONJUNTO

El proceso de trabajo en conjunto entre Frías y Villalobos fue otro aspecto destacado, permitiendo una adaptación que preserva la esencia de la historia.

“Trabajar con Juan Pablo fue increíble porque a la gente a veces le cuesta soltar ciertas cosas de su material de origen. Él no se metió directamente a escribir el guión, pero sí me ayudó", subrayó el director.

Por su parte, el escritor, conocido también por obras como Fiesta en la madriguera o Si viviéramos en un lugar normal, expresó su satisfacción con la adaptación cinematográfica y el enfoque creativo de Frías.

“El director le pone al libro su propia mirada y su manera de entender la trama, los personajes y el mundo visto a través de los ojos del director”, comentó.

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MIRADA CRUDA Y CRÍTICA

Pese a la ligereza y el humor, Villalobos advirtió que “hay una mirada cruda y crítica en la película”.

No solo el hecho de que las organizaciones criminales tengan ese poder tan grande para afectar, cambiar y determinar el destino de las personas, sino también la corrupción de las instituciones”, relató el escritor.

Villalobos también reflexionó sobre la temática central de la novela y su relevancia en la realidad mexicana.

“Es un libro que yo escribí después de vivir muchos años en Barcelona, reflexionando sobre el proceso que significa emigrar al mundo académico y la violencia en México”, explicó.

La adaptación refleja una colaboración fructífera entre ambos artistas, quienes prometen llevar a la audiencia en un viaje emotivo y crítico a través de los desafíos del choque cultural, la violencia y la corrupción en la sociedad.