Escenario

‘Petit Mal’, un filme que se abre al poliamor: “El cine debería hablar de las realidades que uno conoce”

La cineasta Ruth Caudeli y sus protagonistas Silvia Varón y Ana María Otálora, compartieron con Crónica Escenario detalles de su filme que brilló en el FICG

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Directamente desde el Festival de Cine de Tribeca, llegó a la 37 edición del Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG) el largometraje colombiano Petit Mal, de la directora Ruth Caudeli, quien también escribió su guion y actúa en él. Este proyecto formó parte de la Selección Oficial que compitió por el Premio Maguey, sección que se distingue por promover un cine que celebra lo mejor de la cinematografía LGBTQ+ del mundo. En Crónica Escenario tuvimos la oportunidad de charlar con sus protagonistas, Silvia Varón y Ana María Otálora, reconocidas por la serie de Netflix, Pálpito, así como con la directora del filme, donde nos hablaron más acerca de esta historia poliamorosa y el proceso de dar voz a estas situaciones.

Silvia Varón comenzó expresando su emoción abiertamente de poder estar presente en el certamen que concluyó hace unos días: “Estoy feliz, muy emocionada porque este festival ha sido increíble, creo que nunca había estado en uno que fuera tan hospitalario y amoroso. Además, formar parte de la sección del Premio Maguey es espectacular porque tiene mucha diversidad, la gente va más con la cabeza abierta, es un honor gigante ser parte de esto y un sueño cumplido”.

Ana María Otálora también se mostró agradecida, resaltando la importancia de poder hablar de estos temas que siguen siendo polémicos en la presente sociedad. “Sigue siendo un tema tabú, es cierto pero es realmente un honor poder venir para hablar de este tema y mostrarlo, me hace muy feliz todo el recibimiento y la organización”.

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La cinta cuenta la historia de Martina (Silvia Varón), Laia (Ruth Caudeli) y Anto (Ana María Otálora), tres mujeres que mantienen una relación poliamorosa, encontrando una apasionada y divertida relación compartida en la que gozan de sus reuniones en el patio trasero, sus incansables bromas y el cuidado de los perros que han rescatado. Su relación se pone a prueba cuando Laia es llamada para un proyecto a largo plazo en otra ciudad, dejando a Martina y Anto vulnerables para enfrentar su propia dinámica ante la ausencia de Laia, lo que las obliga a mantenerse en constante evolución.

Las protagonistas abren las puertas de su hogar para mostrar cómo es una relación poliamorosa, esta ficción real muestra cómo lidiamos con la soledad y los celos, y de qué manera debemos adaptarnos cuando repentinamente tres se convierten en dos. La cinta combina escenas a color con otras en blanco y negro.

Enfocándonos más en el proceso creativo, las actrices y la realizadora colombiana compartieron cómo fue que se involucraron y desarrollaron sus papeles. Tomó la iniciativa Caudeli, la directora que tiene un pequeño papel en el filme, quien declaró: “Me gusta mucho la dirección, después me gusta mucho escribir el guion. El título de actriz en realidad es muy grande para lo que yo hice, porque ellas se preparan académicamente para ello y en este caso me considero solamente alguien que formó parte de esta historia. Me di cuenta que no era posible contarla con otra persona, posiblemente sea mi primera y última vez frente a la cámara, me parece, porque no me veo en ese ramo”.

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Otálora mencionó más acerca de lo cercano que resultó el proyecto. “En mi caso es una historia personal y ellas dos, Silvia y Ruth tuvieron un cambio de rol, y eso fue lo más complicado porque con cada una tengo una relación distinta pero en este momento ficcionarla y hacerlo de este modo fue muy complicado. Fui la única que mantuvo el mismo personaje, porque esto es nuestra historia, así que fue algo muy vulnerable todo el proceso, desde cómo abrirse, como tenerlo y sobre todo, cómo expresarlo ante las cámaras”.

Para Varón el desafío resultó igual de complicado, incluso hasta más personal todo este proceso. “Al ser sobre nuestra realidad, fue muy bonito ponerme en los zapatos de Ruth, la directora, porque realmente esto sucedió como triareja y fue entender del lado de ellas, qué fue lo que realmente sucedió mientras yo no estuve. De repente, el proyecto se convirtió en una terapia de pareja porque fue ponerme en los zapatos de ellas y ver el otro lado, algo que para mí fue también difícil al tener que juzgar su personaje sobre cómo se la pasaba de fiesta, cosa que en la vida real para mí no lo fue”, confesó la actriz.

Ruth también añadió qué tan complicado fue poner el límite entre la historia personal y retratarla en una ficción cinematográfica. “En realidad no puse límites porque la idea era abordar un momento de nuestra vida doloroso hasta la fecha y fue cuando intentamos volver a eso pero creo que es lo que buscamos, exponernos así, tal cual”, expresó.

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A pesar de que la temática pudiera ocasionar críticas debido al triángulo amoroso que se muestra en pantalla o el tabú que se genera, para este trío de artistas lo importante es dar voz y abrir el panorama a la gente acerca de estas experiencias y situaciones que son reales. “Para mí cuanto más tabú sea algo más me dan ganas de hablar de eso, no porque lo sea sino por las realidades que existen dentro del mismo y creo que siento que el cine debería hablar de las realidades que uno conoce. Es difícil abordar algo desde un punto desconocido, pero esto fue algo donde pude indagar más en mi vida. Es una cotidianidad, mi día a día, no es un tema convencional o que conozcan, no existe una referencia y si me hubiese gustado saber que una relación poliamorosa existe, cada vez hay más contenido pero no el suficiente, hablar de mi realidad es poder aportar mi grano de arena a la conversación”, aseveró Caudeli.

Silvia agregó: “El público ha reaccionado de maneras que no esperábamos, se ha reído muchísimo a partir de un sentido de empatía pues se han sentido identificados. No es una relación común pero de igual forma se sienten así como nosotras en sus relaciones de pareja, por lo que para mí es muy gratificante recibir tanto amor. Nos comentaban algunos que después de ver la película sentían que nos conocían, como si fuéramos cercanos o amigas, porque claro, al abrir las cosas de nuestra vida, la intimidad, nuestra casa, llegamos a entregar un poquito de lo que somos a la gente y que ellos se sientan como invitados”.

Ana María enfatizó ese sentido de conexión que han tenido con la audiencia: “Antes de comenzar los festivales tuvimos una muestra con gente muy cercana y lo mismo, hubo mucho amor, empatía y a pesar de que no sean poliamorosos, igual se identificaban con lo vivido”, comentó.

Finalmente, la directora del filme recalcó lo que sus actrices y viejas conocidas comentan acerca de la importancia de los festivales para que su cinta dé voz a estas realidades y que la gente pueda empatizar con ello. “Son una ventana necesaria para abrir conversación, una ventana de posibilidades a otros espacios, es elemental, no solo por estar en contacto con el público, pues si no existieran esto festivales estos relatos de representación no saldrían a la luz, quedarían invisibilizadas, además de que ayudan mucho al cine independiente”, concluyó.