Escenario

PREMIOS ARIEL 64: ‘El buen patrón’. Sátira corporativa sobre la manipulación

ESPECIAL. A unos días de la ceremonia de premiación Crónica Escenario comparte detalles de todas las películas nominadas. El texto número nueve es protagonizado por Javier Bardem como un prepotente jefe

cine

El filme representó a España en los Premios Oscar de este año.

El filme representó a España en los Premios Oscar de este año.

CORTESÍA

El texto número nueve de nuestra serie de especiales rumbo a la edición 64 de la entrega de los Premios Ariel es una comedia dramática sobre los límites que pasa el jefe de una empresa de balanzas con tal de alcanzar el reconocimiento: El buen patrón.

LA PERVERSIÓN DE LA EXCELENCIA EMPRESARIAL

El filme que representó a España en los Premios Oscar de este año, sigue la historia de Julio Blanco (Javier Bardem), el dueño de una empresa de producción de balanzas industriales que debe poner a punto su negocio para ganar una distinción local a la excelencia empresarial. El desafío consiste en que tiene poco tiempo para lograr el objetivo de devolver a su empresa el equilibrio perdido intentando resolver los problemas de sus empleados y cruzando para ello todas las líneas imaginables.

El buen patrón es un retrato de la despersonalización y el deterioro de las relaciones laborales, paisaje de un tiempo en el que los anticuados conceptos como solidaridad, ética o bien común parecen haber sido borrados del mapa del empleo por la lógica del beneficio y la precariedad.

“Nace de alguien que conozco y que tiene una relación con sus trabajadores parecida, no tan extrema como en la película, pero que buscando la mejora de su empresa se mete en la vida de sus empleados más allá de lo debido y cruza líneas rojas, incluso con buena voluntad, pensando que si todo va bien en sus casas también irá bien en su fábrica. Este es el punto de partida, y, a partir de ahí, mucha invención”, explicó el cineasta Fernando León de Aranoa, en una de sus entrevistas promocionales sobre el filme.

“Ese plato torcido anticipa los derroteros por los que discurre la película. Me interesaba la idea del microcosmos, de un lugar apartado, una fábrica en las afueras, para contar una historia universal y que el espectador pudiera sentirse identificado con uno u otro personaje. Como en Los lunes al sol, donde Santa (Bardem) vertebraba al grupo, aquí sucede lo mismo, el patrón hilvana todas las tramas, aunque de una forma más perversa”, prosiguió el director.

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Sin dudas, es una de las películas más crudas para todo aquel que está o desea estar en el mercado laboral. Una mirada al mundo real en tono de comedia negra que buscará conectar con las experiencias de los espectadores, pero también que busca incomodarlos.

UNA MANCUERNA EXITOSA

Fue hace tres años cuando el Festival Internacional de Cine de San Sebastián rindió homenaje a Penélope Cruz con el Premio Donostia que el cineasta se acercó a Javier Bardem para ofrecerle un nuevo personaje en su filmografía: “No estaba en ella desde el principio, yo empiezo a trabajar en la historia y es algo que suelo hacer, dejarlo en el aire imaginando a un personaje. Creo que es mala idea escribir un papel para un actor porque luego no lo hace y te encuentras con un traje hecho a medida de alguien que no quiere hacerlo”, dijo el cineasta.

“Esta es la tercera película (juntos). Y fueron las mismas cosas que me hicieron disfrutar, me deslumbraron también, me hicieron aprender y creo que crecer como director. A los dos nos importa muchísimo lo que va a quedar en la pantalla. Es decir, que trabajas para eso. Al final trabajas para que lo que quede allí sea lo más excelente posible”, destacó Fernando León de Aranoa.

Al respecto, el actor también se ha pronunciado en algunas entrevistas sobre el volver a ser dirigido por León de Aranoa: “Sobre todo saber que vas a un sitio a disfrutar, a disfrutar del proceso creativo que a veces es difícil, y te crea unos quebraderos de cabeza y te pone nervioso, inseguro, te asusta. O lo haces junto a un amigo, un amigo compañero que también tiene ese mismo viaje creativo junto a ti”, dijo tras ganar los Premios Platino.

Sobre las palabras de Aranoa, Bardem asiente y complementa el sentir de ambos: “Volver con él siempre es una garantía de placer, de creatividad, de inteligencia, de sensibilidad. Es el tercer proyecto juntos y espero que sea uno más de muchos por venir”. Bardem brinda uno de sus trabajos más deslumbrantes: él es el que tracciona la película. Se percibe la confianza que hay uno en el otro y, como dice el actor, no será la última vez que se vuelvan a cruzar.

Javier Bardem fue altamente reconocido por este papel.

Javier Bardem fue altamente reconocido por este papel.

CORTESÍA

“Aparte de la complicidad que podamos tener porque ya hemos trabajado antes juntos, valoro mucho de él que no juega seguro, sino que busca, explora para construir el personaje, me propone y exploramos juntos. Esa voluntad de riesgo me gusta mucho. Es una maravilla”, añadió el cineasta.

EL HUMOR ES TAMBIÉN UNA FORMA DE CRITICAR

León de Aranoa es un director sin duda interesado en la política y además de hacer ficción ha dirigido documentales como Caminantes sobre las protestas de un grupo de mexicanos zapatistas; un fragmento de Invisibles acerca de la dramática situación de miles de niños en Uganda, y Política, manual de instrucciones, que recogió la creación y los primeros pasos de Podemos. Sin embargo, para este filme apostó por el humor:

“Esta precariedad en el empleo, este desastre, solo me sentía capaz de contarlo con sentido del humor. Reírnos de las situaciones, ridiculizar, es también una forma de criticar. El humor y la risa son catárticos, ayudan mucho. En todas mis películas lo procuro. Hacia el final se va oscureciendo, se va mezclando con el drama. Un final abierto. Abierto, pero dirigido, matiza el cineasta. La película termina unos metros antes que la historia, pero me gusta que el espectador tenga la posibilidad de cerrarla habiéndole dado toda la información necesaria. Para poder tomar partido sobre el final hay que ir a las salas”, explicó el cineasta.

Es por eso que se centró en crear un personaje carismático y cruel: “Yo creo que eso permite mucha identificación con él porque el pícaro nos hace gracia, nos cae bien, de alguna manera le admiramos, nos preguntamos cómo es posible que sepa salir de todas esas situaciones, por más que lo que haga no nos guste o no estemos de acuerdo”.

¿Esta película es como hacer un chiste en un funeral?, se le preguntó una vez: “Alguien dijo de ella que era una comedia hecha con los materiales del drama. Me gusta esa definición porque todos los materiales con los que se construye la historia son dramáticos y sin embargo hay un humor casi permanente en la película. En situaciones difíciles, tal vez como en un funeral, puede haber risas entre amigos que buscan consuelo. En la película, poder reírse es una carga de positividad aunque el trasfondo sea terrible”, respondió. Agregamos otras partes de esa entrevista:

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En la película, el jefe argumenta que a veces hay que tomar decisiones difíciles (despidos) porque el objetivo de la fábrica es producir. ¿En algún momento has pensado que tenía razón?

A todos los personajes hay que construirlos intentando entenderles, buscando su verdad aunque luego tú no estés de acuerdo con ella. Creo que es importante no juzgar a los personajes, sino entender las razones que les hacen actuar como actúan. Al principio, del personaje de don Julián Blanco que interpreta Javier Bardem entiendes su manera de manejarse pero poco a poco va cruzando líneas rojas de difícil retorno y eso hace que como espectador te separes en un punto de él, o puede que le sigas hasta el final. Me parece interesante buscar la empatía con el personaje.

¿Qué tiene de bueno este 'buen patrón'?

Es un personaje muy carismático, con mucha habilidad social e ingenio. Es un pícaro y conecta con la tradición de la picaresca española, ese tipo de persona que siempre va a caer de pie y sabe cómo salir de una situación apurada. Los pícaros nos producen mucha admiración aunque no nos guste lo que pretenden, seguramente por esa habilidad para ir siempre tres movimientos por delante de los demás.

Y sus empleados...

En la fábrica donde se desarrolla la película hay un juego cruzado en varias direcciones, no hay nadie que salga del todo indemne. Todos tienen algo que esconder y ejercen el poder cuando pueden sobre otros. Es algo que me interesaba contar, una sociedad donde priman conceptos como individualismo y competencia, y donde la gente está más en el “sálvese quien pueda” que en el apoyo o la solidaridad entre los trabajadores.

SIN OLVIDO HACIA EL CINE SOCIAL

¿Las cosas están hoy peor que cuando hiciste Los lunes al sol?

Soy optimista por naturaleza, creo que siempre hay gente dispuesta a trabajar para que las cosas mejoren aunque en algunos terrenos sí creo que hay más individualismo y la identidad de clase o la solidaridad son más difíciles de ver. Por ejemplo, en las relaciones laborales, donde el empleo se va deteriorando y fragmentando para que haya más. Estamos más separados y creo que las redes sociales no contribuyen a que estemos más juntos o unidos.

¿Cada vez es más difícil que la gente se interese por el cine social en esta época del “buenrollismo”?

A mí me parece que siempre es interesante. Y habría que ver qué es cine social: muchas de las películas que hacemos lo son, no solo las que lo parecen de un modo más específico. En la medida en que las películas cuentan cómo y quiénes somos, están dejando una mirada sobre los tiempos que vivimos. 

En el filme el humor es un gran aliciente.

En el filme el humor es un gran aliciente.

CORTESÍA

Cineasta de éxito y, suponemos, con una buena situación económica. ¿Es más difícil retratar y ver desde ahí los mundos que muestran tus películas?

Las películas que haces tienen que ver con tu interés y tu curiosidad, independientemente de quién seas o dónde estás. Hay trabajo de documentación cuando es necesario y otro de invención y empatía, es decir, saber ponerte en el lugar de los personajes que cuentas. Esta cuestión ya se planteó a John Steinbeck cuando escribió Las uvas de la ira, o a John Ford cuando dirigió la película. ¿Era John Ford uno de los inmigrantes que se fue a Oklahoma con un carro? No, no lo era pero supo contarlo y es digno de reconocerse.

NOMINACIONES AL ARIEL: 1

Mejor Película Iberoamericana

PROYECCIÓN INTERNACIONAL

Premios Goya (ganó 6 incluyendo Mejor Película y Dirección)

Premios Platino (ganó 4 incluyendo Mejor Película y Dirección)

Selección Oficial del Festival Internacional de Cine de San Sebastián

Representante de España en los Premios Oscar 2022

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