PREMIOS ARIEL 64: ‘Guiexhuba’. Fábula sobre la fuerza de las mujeres
ESPECIAL. A punto de llegar a la ceremonia de premiación Crónica Escenario comparte detalles de todas las películas nominadas. El texto número 25 es sobre una protagonista aguerrida que defiende su territorio
cine
El filme compite a la Mejor Ópera Prima.
El texto número 25 de nuestra serie de especiales rumbo a la edición 64 de la entrega de los Premios Ariel es sobre un filme que juega entre géneros para mostrar a una protagonista aguerrida que defiende su territorio: Guiexhuba.
UNA HISTORIA DE RESISTENCIA
Juchitán, Oaxaca, tiene la fama de sus mujeres fuertes y aguerridas. Otra fama menos feliz es de los intereses políticos y económicos que asedian a la región con proyectos de desarrollo, que buscan desplazar o dispersar a sus comunidades. Alguna caracterización de él sería compararlo con el siniestro Bidxaa (persona que se transformaba en animal al caer la noche).
Desde estas coordenadas, la española Sabrina Muhate elabora una historia poderosa sobre la resistencia, el arraigo y la pertenencia a la tierra. Guiexhuba es una fábula sobre la fuerza de las mujeres que hace suya la cosmogonía de las comunidades zapotecas para traerlas al presente y alzar la voz contra los intentos de despojo.
Grabada en el Istmo de Tehuantepec, Oaxaca, la película Guiexhuba cuenta la historia de un grupo de mujeres zapotecas que se organizan para enfrentar el crimen y la muerte que asedian a su pueblo y que pretende despojarlas de su medio de trabajo: el mercado del pueblo.
Guiexhuba es precisamente la mujer que encabeza este grupo que se niega a ceder sus puestos en el mercado, aunque en la lucha las integrantes arriesguen su vida: “Los que tienen el poder” usan la figura del Bidxaa, un ser mitológico de la cultura zapoteca que tiene la habilidad de transformarse en animal, para atemorizar a la gente difundiendo el rumor de que ha llegado a cobrar la vida de los pobladores.
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Guiexhuba, palabra de la lengua zapoteca que significa “flor blanca”, en la película es el nombre de una mujer aguerrida, que busca defender a toda costa el territorio donde vio crecer sus raíces. Claudia Santiago, actriz que la interpreta, se vio inspirada a partir del despojo de la identidad misma.
“Yo nunca he luchado por un territorio, pero hice la analogía con mi cuerpo como territorio, y desde ahí sentí qué se siente ser despojada de tu lengua, porque a mí me despojaron de mi lengua cuando era pequeña, entendí qué es. Ser migrante para buscar oportunidades en otro lugar, y que sea complejo entrar a otros espacios. Lo que quiero decir es que un personaje tan complejo como es Guiexhuba no lo puedes abordar desde la sencillez y sobre todo porque si hay muchas mujeres que sí han muerto en la lucha y no las conocemos”, dijo Santiago en entrevista con SinEmbargo.
DEL DOCUMENTAL A LA FICCIÓN
Según has declarado en otras entrevistas, este proyecto te lo propuso tu productor, ¿qué te atrae de él para subirte al barco? - se le preguntó a la cineasta Sabrina Muhate
Todavía no estaba muy definido, pero la idea de una heroína que lucha contra una fuerza adversa de su comunidad me interesó mucho. También la posibilidad de conocer la región del Istmo, Juchitán, que en ese momento era desconocida para mí. Hago documental y me interesan las comunidades minoritarias, me pareció una propuesta interesante, que evidentemente hubo que desarrollar después con el guionista, pero de entrada me fascinó.
Sabemos que vienes del documental. ¿Qué reto te significó ahora entrar a un relato de ficción? ¿Cómo es la transición de una directora que se ha formado como documentalista para entrar a la ficción?
En la ficción el tema es que hay actores, el trabajo actoral es realmente el cambio. El proceso emocional de cada secuencia, el arco dramático que va sufriendo cada personaje y cómo vas logrando eso con la dirección de actores, eso fue lo distinto.
Yo hago dirección y ya tenía experiencia, estudié arte dramático y actuación, no es algo que haya tenido tan lejos, pero el documental se construye de otra manera, hay una pureza en la manera en que retratas a los personajes.
Me gusta este trabajo en la ficción, creo que me voy encaminar hacia allá. Ahora estoy haciendo un proyecto de ficción, que si bien tiene vasos comunicantes con el documental vuelve a implicar trabajo actoral.
El filme tuvo su estreno en el festival de cine de Guanajuato.
ACTRICES CON VERDAD
Platícame sobre tus tres actrices. Norma Pablo, Claudia Santiago y Sótera Cruz…
Las tres son muy diferentes, aunque en la película integran una familia en esencia emanan energías distintas. Claudia Santiago es una actriz con mucha fuerza, reflexiva, con técnica, tiene muchas referencias de todo tipo, tanto culturales como teatrales, que convirtieron el trabajo con ella en algo muy propositivo.
Norma tiene una presencia hermosa, sus miradas me cautivaron. Es muy clavada en el proceso interno del personaje, preguntaba muchas cosas, de ella aprendí mogollón.
Para Sótera hicimos casting en Juchitán, era una niña muy pequeña, me encantó su voz, su presencia, de pronto cantaba rap, escribía poesía y algo en su interior llama mucho la atención.
Las elegí por separado, en tu cabeza empiezas a pensar que podrían ser esa familia, de pronto las pones en pantalla y ahí ya estás viendo la película. También ha estado muy padre que Claudia y Sótera son de allá, le daba mucha verosimilitud a la película.
El filme representó el primer papel para Sótera Cruz en su corta, pero prometedora carrera. Su papel de Mari, una niña nacida en el seno de una familia regida por el matriarcado, se muestra al inicio insegura, temerosa por la leyenda de “Bidxaa”, ese ser que logra tomar figuras animalescas y que es usado para amedrentar a su pueblo para que no luche por el mercado que quieren quitarles.
“Mi personaje es el de la niña miedo, pero con esta fuerza de las mujeres de su alrededor, de su cercanía, le comparten el valor, el poder. Siento que fui de un papel a otro. Gracias a lo que cuenta la historia de que yo cómo empiezo y logro terminar. Estoy muy orgullosa de haber tomado este papel”, destaca Sótera.
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UNA PELÍCULA DE GÉNERO
La casa productora Ixmati informó que ante los nuevos tiempos en el cine mexicano es imprescindible romper con los estereotipos que tanto mal hacen al cine y a la sociedad, por eso proponen que los papeles protagónicos no pueden ser solo para la “gente blanca” y “para hombres, y que el cine no use los rasgos físicos de mujeres indígenas y tez morena sólo para representar a sirvientas y prostitutas, que a través de la pantalla los pueblos indígenas merecen ser escuchados a través de sus actrices”, dijo en un comunicado.
En ese sentido “Guiexhuba es una película mexicana que plantea otras opciones frente a los estereotipos racistas y clasistas. Apuesta por una ficción, a veces tan cercana a la realidad, que narra la organización de un grupo de mujeres zapotecas de Juchitán, Oaxaca, que recurren a formas de organización tradicional de su región para enfrentar las adversidades generadas por el intento de despojo y violencia. Proponemos otra forma de contar historias en el cine, con ideas básicas pero ocultadas por los estereotipos que dominan el mercado”, explicó la casa productora.
Esta película juegan como muchos géneros, empieza por esta historia de comunidades y de mujeres, el drama social y la resistencia, hay elementos fantásticos, pero hacia el final vira hacia el thriller o el western, ¿cómo definir el proyecto desde estas posibilidades?
Es un drama fantástico, también podría ser un thriller social. Al final es una película de género, algo muy interesante. Se tiende más al cine de autor, sobre todo cuando son películas de bajo presupuesto, de repente las películas de género tienen elementos establecidos de antaño, pero de pronto se vuelve interesante que no sea el mismo código, que se mezclan varias cosas.
La película está a la espera de su estreno comercial
JUCHITÁN PRESENTE
Hay un suceso desafortunado pero que simultáneamente se vuelve valioso, al final de la película incluso dar el testimonio de cómo algunas de las locaciones, de los espacios desaparecen con el sismo de 2017. Es posible que tu película sea de las últimas representaciones de cierto Juchitán que después se pierde en la tragedia ¿Qué piensas de haber conseguido esto, que obviamente no era tu propósito pero que está dado?
El término conseguir me parece raro, esto ocurrió, el destino quiso que hiciéramos la película antes y que de alguna manera los espacios permanecen fijados en la película.
El hotel donde estuvimos, que también sale en la película, desapareció. Ahí nos ayudó su dueña, que falleció en el sismo y el hotel desapareció. Tengo recuerdos de esa señora, de su hija y su nieto, esa familia nos acogió, que nos prestó el espacio como locación, nos alimentó con su catering y me da mucha pena. Podría rescatar que está en la memoria, que la película se ha hecho para recordarles, hay un tributo hacia ellos, podría decirse.
Ese mismo año previo al temblor se llevó a cabo la filmación de la película, que siempre se vio alimentada con el apoyo de la comunidad de Juchitán. Hombres y mujeres que ayudaron con las locaciones y abrieron los brazos para recibir el rodaje perdieron la vida esa noche de septiembre.
“Sí hubo mucho dolor de nuestra parte porque conocimos a la gente, vivimos ahí casi mes y medio. Recibimos la noticia de l a muerte de la señora dueña de este hotel, en donde también se han filmado otras películas como Carmín Tropical. Saber que una del hotel también se cayó, fue muy duro, porque conoces a la gente y te involucras con la gente. Fue muy doloroso saber que en esas partes donde filmamos murió gente que estuvo con nosotros en el equipo”, concluyó la actriz Norma Pablo.
Con información de Sin Embargo, El Universal y La Jornada Maya.
NOMINACIONES AL ARIEL: 1
Mejor Ópera Prima
PROYECCIÓN INTERNACIONAL
Selección Oficial del Festival Internacional de Cine de Guanajuato
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