Jesús Magaña es un realizador atípico dentro del cine mexicano, su cine busca confrontar al espectador por medio de la farsa, de la risa pensada, y, ahora, con su nuevo largometraje, Recursos Humanos no abandona su estilo, refinándole y llevándole a nuevos niveles, teniendo como cómplices en esta arriesgada aventura a Pedro de Tavira, Giuseppe Gamba, Daniel Tovar y Cecilia Ponce.
Presentada durante el Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM), tuvimos la oportunidad en Crónica Escenario, de charlar con las mentes creativas de ésta película, dónde Jesús Magaña reconoce que “soy muy fan de la novela, bueno es evidente para llegar a esto que soy muy fan de la novela de Antonio Ortuño, es el primer libro de él que leí, es un proyecto que me tomó más de 10 años levantar por distintas razones y a mí me parecía que la comedia puede que sea el mejor género para hacer reflexiones importantes y que estas reflexiones, al mismo tiempo, no pierdan una necesidad de entretenimiento buscando una audiencia”.
“A mí me parece que la comedia es tal vez el género donde hay mayores posibilidades de hacer reflexiones… Y ahora, a través de una comedia negra, con un tono por momentos muy ácido estamos buscando hacer una reflexión sobre lo absurdo que es la disputa por el poder, la lucha por el poder. Ese es el tópico que me importaba resaltar dentro de la historia de Recursos Humanos”, dijo.
Al serle cuestionado sobre el uso del recurso de romper la cuarta pared, algo que el director ya había experimentado en Abolición de la propiedad nos dice que “a mí me gusta mucho, sucedía en esa cinta, en El Alien y yo, sucede en esta. Lo que me pasa cuando adapto un libro, un cuento, porque en estos tres casos todas son adaptaciones, una de José Agustín, otra de Carlos Velázquez, ahora de Antonio Ortuño, para mí es muy importante intentar conservar la esencia del texto que me motivó y que me inspiró a dar este salto, porque nosotros cuando leemos un libro nos enamoramos de cómo nos habla un personaje, porque normalmente están siempre narrados por personajes, entonces creo que nos enamoramos de eso”, explicó.
“Y para mí no podía perder varias frases de Lynch que están en el libro y que quería que se le dieran a la gente y que estuvieran en la película. Entonces, esta situación de complicidad, de hablar a cámara o voltear al final de una escena para hacer un gesto, era algo que estuvo planteado todo el tiempo, durante todos los años que existió el proyecto”, siguió.
“Pero que, además, a la hora de tener a Pedro de Tavira, que es un Lynch perfecto, de repente era de ‘y si vuelto también en esta’ y por ahí, todos los otros también tienen un momentito en que voltean la cámara. Normalmente Lynch, pero lo hace Verónica, lo hace Lisbeth, lo hacen todos en algún momento. Entonces, es un recurso que me gusta”, continuó.
“Y creo que sucede lo mismo con el libro, siempre nos está hablando un personaje y nos vuelve cómplices,¿por qué no en el lenguaje audiovisual también no va a voltear a vernos y hablarnos y volvernos de esa manera cómplices? Es un estilo de adaptación, de guardarle el mayor respeto posible a la obra original. Pero al final es otro lenguaje y se vuelve un recurso para mí”, complementó.
Al respecto Pedro de Tavira, quien da vida al protagonista, un perfecto Gabriel Lynch, dice al respecto: “Pues primero que nada me divertí como chamaco en dulcería. Fui muy feliz. El equipo cordobés que tuvimos, el equipo mexicano que tuvimos, nos entendimos muy bien y fluyó. Siempre he pensado que lo que uno vive en un set se permea también en la pantalla. El poder usar el recurso de ver la cámara, de hacer esos rompimientos, fue una cosa que me hizo sentirme más libre. Más en control del momento”, expresó.
Dentro del reparto de la cinta sorprende Daniel Tovar, el godín por excelencia del cine mexicano en la actualidad, quien en esta ocasión le da un giro a su personaje que lo hace distinguir al de Mirreyes contra Godínez, a lo que el director apuntó que “la verdad es que Daniel fue el último a entrar al proyecto. Y fue un accidente súper afortunado, muy afortunado, iba a ser otro actor quien iba a ser Miguel Paruro, quien de último momento tuvo que salir del proyecto, cuando ya casi nos íbamos a Argentina”, contó.
“Entonces me puse como loco a pensar ¿quién? No hubo un casting previo. Y de repente dije, claro, Daniel Tovar, lo ubicaba de sus películas, pero no nos conocíamos. Llamé a su manager, a quien sí conocía y le mandaron el guión a las 11 de la mañana y creo que como a las 5 o 6 de la tarde me estaban hablando para decirme ‘dice Daniel, ¿qué hay que hacer para ser Paruro?’ Yo le dije, pues nada más que quiera y fue como de feeling. Eso es maravilloso. Eso es cuando te dicen, al final a los proyectos llegan quien tiene que llegar. Es como una verdad misteriosa por sí se cumple”, continuó.
“Daniel Tovar es un animal frente a la cámara. Él es muy sencillo y un tipo muy relajado. Tiene una cosa que pocos actores tienen y es un nivel energético y de concentración, aparte de su talento, todas sus tablas, él tiene una magia que no todos tienen con la cámara y es, por otro lado, una persona tan inteligente que a mí, a veces, creo que es capaz de desdoblarse y de estar actuando. Y pareciera que afuera él mismo se está viendo. Realmente es un actor con unas cualidades muy impresionantes”.
Daniel por su parte nos dijo que “he tenido la suerte de que me ha tocado interpretar estos godínez. Yo creo que muchas situaciones de la vida suceden y se suscitan en una oficina yo creo que el éxito que tuvo, por ejemplo, Mirreyes vs Godínez es que la gente se veía identificada en la pantalla. Y teniendo la oportunidad de ver esta película ya con público, justo pasaba lo mismo, la gente se reía por las situaciones miserables que le pasan a los personajes, pero porque se sienten relacionados y les han pasado a ellos”, dijo.
“Y en el caso de Recursos Humanos, que se siente como un universo en sí, en dónde viven estos personajes, nunca ves nada de sus vidas afuera, su vida es la oficina y toda la situación que les pasa ahí, creo que pasa lo mismo. La gente se va a poder sentir muy relacionada y espero que eso pase porque creo que eso le puede hacer que le guste a la gente y que la vayan a ver y la recomienden”, añadió.
Giuseppe Gamba, quien da vida a un personaje que podría ser el villano, pero que no lo es, nos comentó que la experiencia del personaje “fue muy enriquecedora. Para mí fue un sueño hecho realidad que esta película se hiciera, porque yo estaba en esta película desde hace ocho años antes de que empezáramos a filmar”, expresó.
“Yo ya estaba subido y ya estaba con la camiseta puesta y ya estaba conociendo a Mario. A él lo afectan los estímulos externos, en particular Lynch, y es muy fácil llevarlo porque es muy poderoso todo lo que sucede alrededor de él. Mario es un filósofo, entonces tiene muy claro quién es. Es un tipo que sí se hace esas preguntas y que tal vez su respuesta pueda parecer muy simple para muchos, pero es una persona que nada más busca ser feliz y pasarla bien y ese es su objetivo de vida en este contexto”, siguió.
“Son muchos los estímulos que vienen en contra de Mario y que lo modifican y que enriquecen esta historia. También fue muy triste para mí lo que le sucedió a Mario porque lo quiero desde un lugar muy lindo de mi persona y tiene muchas cosas de la persona que yo he sido en mi vida. Entonces, sí, un viaje muy enriquecedor”, complementó.
Sobre el personaje al que da vida Cecilia, el cual podrá incomodar a sectores de lo políticamente correcto por la forma en que se conduce en su vida, ella nos dijo que “me sentí muy bien, me sentí cobijada por la historia, por Antonio, por Jesús y por mis compañeros hombres y mujeres también. Entiendo lo de la polémica, es una pregunta que se ha ha repetido un poco, y lo voy a decir en argentino para que no suene mal, pero todos debemos amar a la atorrante que llevamos dentro y por eso entiende fácil, de cascos ligeros, capaz de utilizar los recursos que tengas para conseguir lo que quieras”, comentó.
“Si eso tiene que ver con tu cuerpo, con tu sexualidad, con tu seducción, que es lo que hace ella y está clarísimo, y pues no tuve más que abrazar lo que mi personaje iba a ser porque si no, el personaje no era para mí. No había otra manera de enfrentarse a Liz, más que enfrentarse, de llevarla de la mano y cobijarse por esta vulnerabilidad, por este vacío, por este poco amorcito que se tiene esta mujer”, continuó.
“Y hay millones de hombres y mujeres así. No solamente mujeres se van a sentir identificadas o juzgadas, sino que va a haber hombres también, porque no es un recurso que utilicemos las mujeres nada más. Y creo que, dentro de su universo, dentro de su recurso humano, es completamente válido lo que hace ella. Es una estrategia muy básica. Podría tener otras, pero pues no las tiene. Tiene esta y con eso se llena y se drena al mismo tiempo. Y creo que ese es como el aprendizaje para mí de cuántas cosas hacemos para buscar llenarnos y nos terminamos vaciando en el camino”, enfatizó.
Para Jesús el seguir haciendo comedia incómoda es algo le agrada, aunque aclara que: “No me siento como un director de comedia, aunque, curiosamente, es un elemento que está en casi todas mis películas. Las últimas dos lo son. Mira, yo no sé si puede haber como cosas del humor que alguien piense que sean incorrectas de Recursos Humanos, puede ser que sí, yo diría que es un humor que existe en la lógica, adentro de los personajes, de la historia y con esos personajes nos identificamos muchísimas personas”, señaló.
“Yo pienso que a cada película le tenemos que crear su universo particular, por lo menos en mi cine. Entonces el universo de Recursos Humanos funciona alrededor de estos cinco miserables. No estoy tan clavado yo en retratar la realidad sino en crear una realidad dentro de las películas. Una película donde la violencia, porque hay mucha violencia fuera de cámara, es verbal. Esto a veces en los sets se vuelve o muy complicado o muy divertido, dependiendo de cómo estén todos los actores”, agregó.
Al señalarle que la película también habla de seres rotos, que se van transformando y que vamos viendo cómo evolucionan en pantalla, y que se siente que como director le divierte mucho tener a los personajes jugando como marionetas de este juego, él nos indicó que “pues es que me divierto muchísimo. Es para lo que uno sueña. Y luego cuando me consigo este cargo y cuando me encuentro un cast tan maravilloso pues mejor”, explicó.
“También es una historia que claramente habla de lo que son los ascensos y los descensos. Tenemos el caso de Giuseppe Gamba que hace a Mario Constantino. Es el ascenso, el descenso. Y en el caso de Gabriel, descenso, ascenso o descenso a los infiernos. ¿A dónde asciendes? Depende de cómo asciendes, a dónde asciendes. Y es ahí donde volvemos. A que se trata de una película que es sobre lo absurdo que es la lucha por el poder en cualquier ámbito”, sumó.
Sobre las expectativas ante el estreno de la cinta, el director señaló que “la verdad es que para mí es un sueño volver a estrenar una película en salas, pero es todavía un sueño más grande que la película salga con una cantidad de copias bastante respetable. Lo que yo te podría decir es que, además, esta película va a salir en más salas que todas mis otras películas como director juntas. Entonces, pues ya de entrada, pues ya estoy muy feliz con eso. A lo mejor las debería haber hecho en blanco y negro antes”, concluyó.
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