Después de un exitoso paso por festivales que inició en el 2019 cuando fue exhibida por primera vez en el Mórbido, donde se llevó el premio del público, el thriller independiente Rendez Vous, hecho en una sola toma por el mexicano Pablo Olmos Arrayales, llega al Cine Tonalá para encontrar un pequeño estreno comercial. Para hablarnos más de esta película que trata una cita romántica rodada en una sola toma, Crónica Escenario charló con sus protagonistas, Helena Puig y Antonio Alcántara.

“La película me llegó de una manera bastante inusual. Recuerdo que un día me llegó un correo de Eugenia Orozco, una de las productoras de la película, y me decía que nos conocíamos y que habíamos coincidido en una película que se llama La niña de la mina que filmamos en Guanajuato en la que tuve un papel chiquito y no la recordaba, pero ella me ubicó y me seguía en redes. Me escribió y decía que estaba produciendo una nueva película y tenía interés en que yo participara”, comentó Puig acerca de su aproximación al proyecto.

Para Alcántara fue algo un tanto más fortuito que le ofrecía un reto interesante. “No se exactamente como fue que Pablo supo de mí, solamente un día me mandó un mensaje por Facebook y me dijo que tenía un proyecto, me habló más de él. De inicio no me mostró el guion sino que me platicó de la anécdota en general, me dio algunos referentes visuales y recuerdo perfectamente cuando le dije que pensaba que esto sería un corto y él me corrigió diciéndome que sería un largo en una sola toma. Eso hizo que me dieran más ganas de hacerlo porque pocas veces te encuentras con un reto de esa índole”, dijo.

Para Helena, Rendez Vous también era algo diferente en su carrera. “Eugenia (Orozco, la productora) me contó que era un plano secuencia, por lo cual si aceptaba, tenía que estar disponible prácticamente desde ya para ensayos y para estudiar y preparar el personaje. Nunca había hecho algo así, fue muy retador. Me reuní con Pablo y con ella, me contaron toda la historia y me facilitaron el personaje y la trama aunque lo que me preocupaba más era construir el personaje porque tiene su complejidad y el tiempo era bastante corto así que esa misma semana nos reunimos con el elenco para empezar a trabajar”, afirmó.

LA QUÍMICA DE LOS ACTORES

Una de las grandes virtudes de la cinta recae en la química entre los dos protagonistas, algo que Antonio agradeció a Helena por poder crearla de una forma tan orgánica. “Eso me pareció un detalle primordial porque no había manera de que tuviéramos tanto tiempo para conocernos. Aunque ya sabía de ella, fue hasta los ensayos que se fue generando esa chispa y nos llevamos muy bien. Francamente no sé qué hubiera hecho si hubiera sido otra actriz con la que no compaginara tanto”, comentó. 

“Y es que es una película construida alrededor de nosotros, de esos pequeños detalles construidos a partir de una relación, además de que Pablo nos fue estimulando de diferentes maneras durante tres semanas de ensayos intensos antes del día de llamado. Se me hizo un proyecto muy teatral porque se enfocaba mucho en la parte actoral pues la cámara llegó mucho después porque era un aspecto que Pablo tenía aparte”, continuó.

“Fue un trabajo mucho de ambos hasta que en el mero final se integraron todos los miembros del crew en una coreografía detrás de cámaras que jamás se percibe. Está padre poder generar esa intimidad que queríamos lograr ya en la grabación, donde me dio la confianza de que si yo me caía me cachaba y viceversa”, declaró.

CREACIÓN DE PERSONAJES

Para ello, la creación de los personajes era primordial y Helena confesó lo que hubo detrás de su interpretación de Lili y ese sentimiento recíproco con Alcántara. “Normalmente me gusta leer el guion varias veces y de ahí construir el rol. Aquí fue todo a la vez porque no había tiempo, era memorizar e ir construyendo el personaje con Pablo y también el trazo. Era aprenderse por el texto, la coreografía, todo”, mencionó.

“El trabajar con Antonio fue divertido pues ambos somos muy juguetones en ese sentido, desde el principio le entramos al juego de nuestros roles y bromeamos todo el tiempo. Se creó un buen ambiente con Pablo igual, los tres nos conectamos con un carácter y un sentido del humor parecido. El trabajo fue fluyendo y a medida de que nos fuimos conociendo más en los ensayos, se fue construyendo, pero de principio, fue a través del humor y del juego”, añadió.

Además la actriz dio más detalles de su personaje: “En cuanto a Lili, es una chica que está jugando el juego de la vida, para ella todo se plantea como un juego de roles y de estrategia y en ese sentido, si nos ponemos a profundizar, sin spoilear nada, llegué a la conclusión de que tiene cierta patología psiquiátrica y desde ahí empecé a abordarla un poco, desde su comportamiento. Este tipo de personas imitan, debido a que no tienen emociones positivas, no tienen empatía. Jugué mucho con eso, a observar mucho a mi compañero de escena y a imitar sus reacciones dentro del juego de personajes”, explicó. 

“Al final de la película se observa cómo cambia de personalidad continuamente y lo hace por imitación, por supervivencia en este juego que se ha montado. Ella se ha construido una realidad muy alejada de lo socialmente aceptado. Más allá de que venga de un sentimiento auténtico, viene desde la idealización de una historia construida. Pero si, estuve muy clavada en mi investigación para crear un perfil que sorprendiera con un carácter infantil, ingenuo, presentándola como una chica ingenua, soñadora”, añadió.

Para Alcántara, el rol de Eduardo también tenía matices interesantes que jugaban con las apariencias, algo fundamental en Rendez Vous. “La dualidad que represento, sin dar spoilers, obedece a que ambos esconden su oscuridad con una sonrisa y su luz en un agujero recóndito. Y cuando menos lo esperas, puedes crear una empatía con ellos, una búsqueda del lado humano que me parece salido del miedo latente de Pablo de las redes sociales, qué es lo que te lleva a buscar una conexión con un extraño ahí y es algo bien raro. Uno supone que en esas conexiones que se hacen hay buenas intenciones o un fin común. Pero ¿y si este encuentro te abre muchas más posibilidades interesantes? Eso ayudó a formar a Eduardo”, expuso.

UN COMPLEJO PLANO SECUENCIA

La complejidad de ese plano secuencia fue algo que puso nerviosos a todos. “Venía de hacer mucho teatro y eso me ayudó a enfrentar la experiencia de tirarme al vacío. Pero sí, el golpe de adrenalina después de decir acción fue una sensación de ir en una montaña rusa sin poder parar. Recuerdo que en Pablo, aunque no lo dijo, sentí su miedo de pensar que después de la grabación podría no haber una película. Pero también, hubo algo que, justo antes de empezar, me dejó marcado para la vida. ‘No hay accidentes a partir de ahora, todas son oportunidades’”, expresó el intérprete de Eduardo en la cinta.

Helena tuvo otras sensaciones al lanzarse al vacío de este filme en un solo plano secuencia. “Ese día no dormí casi, como cuando eres niño y tienes excursión al día siguiente, estaba con este nervio. Ese día nos vimos unas horas antes para ensayar, aunque tampoco pudimos porque estaban los de arte colocando todo, incluso íbamos a tener una hora para nosotros de concentración, pues tampoco sucedió”, comentó.

“Para agregar la tensión, cinco minutos antes de la acción se les ocurre ponerme un micrófono en el cabello. Ya tenía 2 lavaliers encima que me apretaban y me querían poner en el cabello güero y cortito y pensé que se me iba a ver el cable. Al final les dije ‘ya no me pongan nada más, no es necesario’. Así, respiramos y dijimos vamos a hacer lo que tenemos preparado, estar abiertos a los imprevistos, jugar con los personajes e integrarlo”, dijo Puig. 

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EFE en Seúl

A pesar de tener tres arranques fallidos, fue al cuarto arranque, con todo el estrés encima, que todo inició con el miedo latente en Helena de que todo saliera bien y afortunadamente así sucedió. “Terminó la grabación y yo dije ‘no hay película’, lo recuerdo como un hecho traumático de algo en donde te pierdes. Por la cara de Pablo dije ‘no le gustó’ y terminé con esa sensación”, recordó la actriz.

“Terminando todo, fuimos a otro lugar y nos dijo Pablo que estaba muy feliz y muy agradecido y ahí ya respiré. Hasta que la vi en Mórbido, que fue la primera vez, vi realmente lo que sucedió, porque algunas cosas estaban nubladas debido a la tensión del momento, tanto dentro como personaje con la ficción que estaba sucediendo, pero con un piecito fuera viendo todo lo que está sucediendo alrededor. Fue un nivel de adrenalina muy elevado”, aseveró la talentosa actriz.

LOS MIEDOS DENTRO DEL FILME

Antonio también ahondó en la parte del miedo implícito que ha contagiado a la gente que ha visto la cinta. “Recuerdo en Mórbido justamente que la audiencia no entendía porqué la película estaba en un festival de género. Pero la tensión se va planteando poco a poco, va creciendo conforme avanza la historia, pone a dudar constantemente al espectador, como si fuera una verdadera cita. Puede que en su momento no notes las banderas rojas y es curiosa la reacción del público, porque además van tomando bandos dentro de la cinta, se genera ese suspenso, esa duda acerca del bien y del mal, lo que nos provoca empatía y desagrado es muy interesante”.

La cinta de Pablo Olmos Arrayales también toca el tema de la violencia de género, algo que no era parte de la idea inicial pero que ha adquirido cierta resonancia debido a nuestra actualidad. Respecto a ello, Helena Puig manifestó: “Hay partes del guion que tocan el tema de las desaparecidas y en México, desafortunadamente, es un tema del día a día, con el peligro de que esté normalizado. Estamos demasiado acostumbrados a que cada día desaparezca una mujer o un hombre, no hace distinciones”, enfatizó.

“Hablando en concreto de las mujeres, el feminicidio es un tema que no hay que olvidar, es una epidemia. Si realmente se contabilizarán todos los que hay en el mundo en general, es una pandemia y es una cuestión que tiene que ver con un machismo normalizado que apenas se está deconstruyendo aunado a la falta de equidad que es parte del principio del problema. Aún falta mucho que atender por ahí, desde la educación en contra de la violencia en general, la desigualdad económica muy grande, el narcotráfico y la trata de personas. Creo que el cambio parte desde la humanización en todos los sentidos, buscar esa unión como seres humanos que somos, dejar de fomentar la violencia en contra de lo que es diferente”, agregó.  

Antonio aportó más acerca de la relevancia que ha adquirido este mensaje en la cinta. “Desgraciadamente hay mucha realidad en ello y en la actualidad sale a la luz pero es un asunto que sucede desde hace mucho tiempo. Hay una parte en la cinta en la que Pablo da esas cifras de esos casos de desaparecidos en el país que, al menos en el cine, sirve como un reflejo interesante para reflexionar”, señaló el actor.

“No hay una crítica a ese tema realmente pero si existe ese discurso que involucra también el manejo del miedo mismo y así se maneja, una búsqueda de verdad a través de cualquier medio y es algo que pasa en México con un gran cinismo porque todo mundo sabe qué pasó. Aquí, las cifras se convierten en algo más, le dan significado y nombre a todos aquellos que han padecido eso”, añadió.

HACER CINE DE GÉNERO

Concluyendo la charla con ambos, los histriones expresaron su opinión acerca del cine de género y las dificultades para abrirse paso dentro de la industria. “El camino de Rendez Vous empezó hace años y sigue dando frutos, la película ha sido muy afortunada y me he dado cuenta de que en Latinoamérica hay una sed tremenda por este tipo de cintas de género. En cuanto a la demanda y la creatividad del mismo, existe y está latente, hay mucha tela de donde cortar. Pero parece que las producciones más independientes tienen muchísimos obstáculos para abrirse camino y paso, aunque de ahí salen muchos de estos relatos. Pero me gusta pensar que se está abriendo el camino para ello poco a poco”, aseguró Antonio Alcántara.

Casualmente, Helena Puig es alguien que ha encontrado lugar en ese mundo del terror pero anota que no es algo que buscara. “De chiquita veía muchas pelis de terror y era mi género favorito, pero creo que verlas tanto perdieron el efecto en mí y en mi vida más adulta no era lo que buscaba principalmente. Ahora, que se dio trabajar más en ello estoy retomando eso, pero me llegó de casualidad, me empezaron a llegar este tipo de proyectos, quizá por mi fisonomía o por mi histrionismo o porque cuando haces algo de género ya te ubican”, dijo.

“Es como algo más endogámico, no es que se magnifique el consumo, sino como que entre sí se van recomendando gente para trabajar o te ven en festivales. Salió que de uno me fueron saliendo varios proyectos. Y lo que más disfruto de trabajar en estas ideas es la capacidad de juego, de extremar la fantasía a un nivel actoral y de imaginación porque generalmente son situaciones que se salen de lo cotidiano. También es muy catártico permitirte jugar a esos extremos”, continuó.

“Pero siento que no tienen mucho apoyo económico porque no suele ser un género que tenga tanta difusión. Creo que tiene que ver con que la distribución que tampoco arriesgan tanto a no ser que sean títulos muy comerciales, no se arriesgan a poner cine independiente de terror. Eso hace que tenga menos visibilidad y llegue a menos público. Siento que para fomentarlo tendrían que tener más presencia y apostar por este tipo de títulos”, complementó.

Finalmente, Antonio acotó: “A nosotros se nos cruzó la pandemia, todo esto ha sido a pedacitos desde que estrenamos por primera vez en Mórbido y ahora que llega por fin con un estreno comercial al Cine Tonalá nos tiene muy contentos. Que se genere este espacio para que el público mexicano pueda verla es algo que me hace feliz”, concluyó.

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