Escenario

Rossy Mendoza: “Ya no hay vida nocturna, la gente se la piensa en salir por la noche”

ENTREVISTA. La vedette mexicana recibirá un homenaje este fin de semana por parte de la compañía Delirio Tropical en el escenario de Marketeatro. A propósito nos habla de su vida y la necesidad de revivir los espectáculos nocturnos

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El homenaje a la vedette y actriz se realizará este 4 de junio en Marketeatro.

El homenaje a la vedette y actriz se realizará este 4 de junio en Marketeatro.

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Nacida un 6 de junio de 1950 en Nayarit, Rossy Mendoza es una de las primeras vedettes del país que conquistó a los mexicanos por su belleza, su talento también por el profesionalismo que la llevó del Teatro Lírico al cine, formando parte de la historia de la cinematografía nacional.

Actualmente, la vedette recibirá un homenaje en el espectáculo de cabaret llamado Delirio Tropical, por lo que en Crónica Escenario tuvimos el placer de charlar con la guerrera de mil noches y reina de la vida nocturna mexicana acerca de su carrera, su presente y este bello homenaje a lo que significa ella en el vedettismo.

“Cuando yo tenía 19 años debuté en el Teatro Lírico, pero yo ya había actuado esporádicamente. Desde los 18 años inicié mi carrera artística. Cuando debuté en el Lírico ¡fue otro mundo! Es lo que yo había anhelado y me tocó con tantas celebridades que yo había visto en el cine, como los hermanos Carreón que yo había oído sus discos. Cuando estábamos todas las chavas en el tecnológico éramos admiradoras de ellos. Fue una cosa sensacional, fabuloso todo eso, me gustó y deslumbró todo el medio artístico”, comenzó recordando Mendoza aquellos tiempos en que iniciaba su carrera.

Y es que después de enamorarse de la farándula, las luces y el glamour dio el gran paso al cine al lado de dos estrellas nacionales, algo con lo que siempre se mostró agradecida. “Fueron de las primeras películas que hice, El Sinvergüenza con el gran Mauricio Garcés y Capulina vs Los Vampiros con mi queridísimo y admirado Gaspar Henaine. Las cosas se dieron de forma muy curiosa. Me llamó el productor, llegué a su oficina, me estuvo haciendo preguntas y de pronto ya me vi en el foro con todo lo que es la filmación, todas esas camarotas, las luces ¡tantísimo personal! Me deslumbró todo eso”, afirmó nostálgica la vedette y actriz.

Posterior a ello se convirtió en una de las figuras más representativas del cine de la década de los 70 y 80 uno que erróneamente ha sido clasificado como ‘de ficheras’ y que Rossy aprovechó para aclarar. “El cine de ficheras no existe, es una fantasía que han inventado. El que sí existe es el de la sexy comedia, porque ¿de ficheras? Nadie ficha en las películas, al menos a mí no me tocó ningún papel de fichera, entonces, no veo por qué se le dio ese título”.

Después de tantos años, Rossy sigue respetando y creyendo en la profesión que eligió desde joven: el vedettismo, algo de lo que se siente orgullosa. “Soy vedette, porque no era, aún soy. Todavía me presento, tengo una presentación este próximo 4 de junio donde espero reponerme bien y la tengo precisamente con el oficio que ejerzo desde siempre: el de vedette”, afirmó emotivamente.

La vedette nos contó el motivo por el cual nunca triunfó en la televisión.

La vedette nos contó el motivo por el cual nunca triunfó en la televisión.

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Lamentablemente, este título la ha llevado a enfrentarse a varios prejuicios dentro de la misma industria del entretenimiento. “Si, extrañamente, porque más que nada requiere de mucha preparación, esfuerzo, disciplina y estudio. Aparte pues el glamour que es con el vestuario fastuoso. Una se tiene que lucir y realmente no se puede ser improvisada porque son muchos los conocimientos que se requieren para ser vedette, para estar en un escenario. Yo fui a Europa, fui al Moulin Rouge y ahí me tocó ver artistas de ese género que eran maravillosas. A veces se olvida lo que implica el show de cabaret, que es, sobre todo, el respeto al público, hacer bien el espectáculo porque es lo que el público paga. Es por lo que ellos van”, aseveró Mendoza.

Viendo en retrospectiva su larga carrera, Rossy recuerda que lo más significativo ha sido siempre la vida en el escenario. “Desde que me inicié quedé fascinada por todo lo que lo involucra. Las luces, el público, los shows en vivo, siempre me han gustado mucho por la interacción que hay con la audiencia, por ese intercambio de energía que se siente en el plexo solar. Comúnmente dicen que es en el estómago, pero es detrás de él dónde está el plexo solar, ahí se siente la energía que le manda uno al público, es un intercambio maravilloso ¡A mí me fascina!”, expuso emocionada.

Aunque la diva de Nayarit también disfrutaba de hacer películas, la televisión fue algo que no la convenció del todo. “Es algo a lo que no le he dado el tiempo necesario. Recuerdo que una vez don Ernesto Alonso me habló en una ocasión para una novela llamada Yara. Era solo una partecita, la hice por agradecimiento de que me habló, pero yo le dije ‘don Ernesto, le ruego que no me vuelva a llamar para una novela’ y me veía incrédulo, le dije que no, que era mucho el trabajo, todo el día. Yo ganaba 25 mil pesos en el cabaret y la televisión pagaba mil por todo el día. Yo trabajo por el público, no por el dinero. Trabajaba en la noche, no podía dejar el cabaret porque yo era la estrella, yo era la responsable de todo el espectáculo. Hice la novela con mucho esfuerzo, porque era de día, cuando yo dormía, no estaba reponiendo mis energías. Cabaret en la noche, televisión de día, era un trajín que me hizo alejarme de la tele”, confesó.

Después de un largo tiempo en que la figura de la vedette había sido un tanto olvidada, llega el documental Bellas de Noche de María José Cuevas para recordarle a una audiencia reciente la importancia de las vedettes en la cultura mexicana algo que puso en perspectiva el oficio para Rossy.

“He notado que el mundo no es estático, sino que está cambiando. No es lo mismo ahora que hace 20 años, que hace 50, que hace 100. Ni la música es la misma, todo va evolucionando y no hay espectáculo que dure toda la vida. Sino que todo evoluciona. Ahora me doy cuenta que sí, fuimos un grupo de chicas que éramos amigas y rivales (se ríe) y veíamos quién tenía mejor vestuario, entre otras cosas. Pero también éramos como hermanas. Lyn May por ejemplo es muy buena persona, magnífica amiga mía y que sigue ahí, vigente de alguna forma. La rivalidad no era realmente entre nosotras, no buscábamos ser mejores ni competir a nivel personal sino que la rivalidad era con el público, queremos siempre ser mejores para ellos”, explicó.

Aunado a ello, llega la puesta de Delirio Tropical, donde este grupo de artistas buscan revivir esas épocas de la vida nocturna de la década de los 70 en la Ciudad de México, algo que de inmediato cautivó a Mendoza. “Las chicas me manifestaron su gran admiración por las vedettes y ellas quieren serlo. Eso es muy bueno, maravilloso, porque revive una época muy bonita de México y ellas, con su juventud, su preparación y su amor a este género artístico que es ser vedette, buscan revivir la profesión. ¡Me encanta! porque finalmente es el género que manejo, el vedettismo, además de que soy actriz y me gusta que las chicas juveniles admiren mi profesión”.

Fotograma del documental Bellas de noche en el que también fue homenajeada.

Fotograma del documental Bellas de noche en el que también fue homenajeada.

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Sin embargo, toda esta búsqueda de revivir una época al parecer perdida desde hace tiempo también la hace añorar algunas de las cosas que ya no existen y que Rossy extraña. “Desde luego, todo el estrés, todo el nerviosismo que había antes del estreno porque ensayábamos durante tres meses, eran varios bailes, varias canciones. Montábamos un show con bailarinas, bailarines y vaya, el vestuario nuevo, una inversión de muchísimo dinero, millones. Era una inversión muy grande en vestuario y sueldos. Los músicos, música en vivo todo eso y el día del estreno, pues era una desesperación, una angustia, una presión muy grande porque saliera todo como se había ensayado. Que entraran a tiempo las bailarinas, las cargadas, todo eso era lo que le ponía a uno muy nerviosa. Durante tres, cuatro o cinco meses era el mismo espectáculo en lo que estábamos ensayando otro”, reflexionó.

Ante esta mirada hacia el pasado y la búsqueda de este espectáculo de revivir lo que alguna vez fue la vida nocturna de la Ciudad de México, la legendaria vedette piensa que ese es uno de los principales cambios de los tiempos en que era la gran estrella de la noche junto a sus colegas hasta ahora. “Ya no hay vida nocturna, la gente se la piensa en salir por la noche. Empezando por ahí, además que no hay lugares para presentarse, no existen ya como antes, que la llamaban de uno y de otro. El Can Can, Las Galaxias, El Rondinella, eran muchos los lugares que estaban en la Zona Rosa que eran de Televisa, me presenté en varios. Ya no existe el lugar de espectáculo como antes. Cambió como va cambiando todo a través del tiempo, no es lo mismo nunca”, dijo, nostálgica.

Es ahí donde Delirio Tropical toma fuerza con su iniciativa de regresar a esos viejos momentos de gloria aunque sea en un espacio diferente a los de antes. “Es importante porque de pronto la gente quiere ir a un lugar a pasar momentos agradables. El novio quiere llevar a su novia, el marido quiere llevar a su esposa a ver un espectáculo, el hombre con sus amigos, quiere ir y se preguntan ‘¿a dónde?’. Eso que está haciendo esta compañía, Delirio Tropical, está reviviendo el cabaret en un lugar como es el teatro, es algo tan sui generis. ¡Me encanta la idea! porque ahí puede ir cualquier tipo de público y las vedettes pueden darle a la gente diversión porque es parte de la vida”, dijo.

“El público no solamente tiene que trabajar y llegar a casa, también tienen que olvidar un poco las presiones y relajarse y divertirse y eso es lo que este espectáculo ha planeado y está realizando para los asistentes. Finalmente son para los que trabajamos, para toda esa gente y con mucho gusto y agrado voy a presentarme en el teatro a recibir este bello homenaje”, mencionó Mendoza.

La vedette sabe que detrás de este Delirio Tropical hay un gran compromiso y amor por la profesión a la que Rossy le ha dedicado toda su vida, por lo que no dudó en dar elogios a este grupo de chicas y el equipo detrás del montaje. “Hay mucha entrega, mucho profesionalismo, que finalmente es lo que exige todas las carreras y ellas lo tienen, así como ese amor al espectáculo también. Entonces, les auguro grandes éxitos y que el público les va a dar todo su respaldo y todo su amor”.

Finalmente, Rossy Mendoza abrió su corazón para decirnos el gran honor que representa recibir y formar parte de este homenaje por parte de Delirio Tropical, en el escenario de Marketeatro. “Me siento comprometida con ellas, con el público que nos va a hacer felices con su presencia y me siento halagada, honrada y pienso dar lo mejor de mi en el espectáculo que es lo que finalmente uno como artista hace, un espectáculo. No hay que olvidar nunca que la diversión forma parte muy importante de nuestro vivir”, concluyó la histórica vedette.