Escenario

‘Tiempos futuros’, ciencia ficción peruana desde la intimidad de la paternidad

ENTREVISTA. El cineasta Víctor Checa, los productores Bertha Navarro y Sebastián Cordero, y el protagonista, Fernando Bacilio hablan de este filme que estrenó en México en el marco del FICG

cine

El filme compitió por ser el Mejor Largometraje Iberoamericano en el FICG.

El filme compitió por ser el Mejor Largometraje Iberoamericano en el FICG.

CORTESIA

En una ciudad distópica que en apariencia es Lima, Teo, un niño de once años, trabaja junto a su padre, Luis, en una misteriosa máquina que busca generar un diluvio en una ciudad donde no llueve. Luis, obsesionado en lograr que la máquina funcione, pone en riesgo la máquina ante los constantes embargos y amenazas de las autoridades.

Esa es la premisa inicial de Tiempos futuros, cinta peruana de ciencia ficción dirigida y escrita por Víctor Checa, misma que se presentó en el marco de la 37 edición del Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG). En Crónica Escenario tuvimos la oportunidad de hablar más a fondo con el realizador del filme así como con los productores Bertha Navarro y Sebastián Cordero y el protagonista, Fernando Bacilio.

ORIGEN DEL PROYECTO

Este proyecto latinoamericano nace desde hace tiempo, cuando Bertha Navarro encontró el primer tratado del relato al lado de Sebastián Cordero y le vieron cierto potencial. “He hecho talleres de guiones y en Cuenca, Ecuador seleccionamos la historia de Victor. Desde ahí, el proceso ha sido muy bonito pues decidimos posteriormente entrarle a la producción aunque sí ha sido largo pero lo aprovechamos para conocernos más a fondo y generar una buena amistad”, comentó Bertha al respecto de esta coproducción y el lazo con Sebastián y Checa.

“Ese laboratorio de guion se enfocaba en países andinos, una cinematografía donde compartimos un poco la escasez de recursos y apoyo para hacer cine. Desde que leímos ese primer texto nos mantuvimos en contacto, le dimos seguimiento mientras seguía trabajando en talleres de historia y poco a poco se fue levantando el proyecto. Oficialmente, yo llegué tarde al mismo pues Víctor ya había rodado el primer corte en Perú, cerca de las fechas en que falleció su padre. Era un momento de mucho desconcierto, pero al ver ese corte me emocionó mucho porque sentía que lo había llevado a otro nivel. Esta es una cinta que fue creciendo e interiorizando y fue eso lo que hizo que Bertha y yo uniéramos fuerzas para que saliera a flote”, añadió Cordero. 

Fotograma del filme.

Fotograma del filme.

CORTESIA

Aunado a esto, Víctor Checa ahondó en el largo proceso de creación del filme en medio de los problemas de presupuesto y de otros con una índole más personal. “El proyecto comenzó desde 2015 y lo terminamos a finales del año pasado. Estamos hablando de siete años en donde todo fue mutando debido a la limitación de recursos junto a los eventos emocionales cercanos que fueron delimitando cómo deberíamos trabajar y hacia dónde debía ir la película. Preferí ante estos dilemas tratar de adaptarme y sacar resultados a mi favor en lugar de pedir más recursos y eso se nota en la película. Buscamos potenciar todo a partir de esos retos, de hecho más allá de esos temas, trabajar con personas muy cercanas para mí ha sido de tremenda importancia en cuanto a la fuerza y la voluntad que me brindaban para poder seguir adelante”.

Asimismo, el director peruano no dudó en hacer hincapié en lo difícil que es levantar un filme de género en medio de una cinematografía precaria que no tiene fe en estos relatos. “Para poder hacer una cinta de esta naturaleza tienes que luchar contra mucho escepticismo. Más allá del asunto de la ciencia ficción, el otro reto radicaba en que no quería hacer algo autobiográfico y se logró que no lo fuera. Si bien lo personal y lo íntimo existen dentro de la película, ella tiene su propia vida, su propia estructura y de ahí se va creando. O al menos esa es mi aproximación hacia este trabajo”, confesó Checa.

EL CORAZÓN DEL FILME

Tiempos futuros tiene su corazón en la relación padre e hijo dentro del filme, algo que tiene tintes personales por parte de Víctor. Sin embargo, la labor de Fernando Bacilio es fundamental para ese sentido intimista y emocional del filme. “Para mí fue algo hermoso aceptar este proyecto. Lo tomé como un reto porque la trama de la cinta era bastante compleja y eso me permitió entrar más en una situación de aprendizaje muy distinto, de romper esquemas formales o estereotipados a estar presente más en una situación de ser más creativo dentro del rodaje puesto que Victor permitía ese desarrollo de tener una presencia de un actor que aportara”, comentó.

“Esa complejidad me ha permitido ser diferente y al ver el trabajo reflejado en la cinta entra un poco de nostalgia en mí porque veo ese producto final de todo ese proceso, la interrelación con el actor, Lorenzo, que hace de mi hijo en esta ficción y que también forma parte de ganarme confianza en mi labor actoral. Hablando de mi personaje, es bonito hacer un rol que se siente tan libre como Luis, que tiene la capacidad de soñar, de aportarle algo a la sociedad a través de esta máquina para que en Lima pueda llover de nuevo”, mencionó el actor.

El filme destaca por la manera en que aborda la relación de un padre con su hijo.

El filme destaca por la manera en que aborda la relación de un padre con su hijo.

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Además de esta relación, existe el factor de la máquina que existe en medio de ellos, algo que para Checa era de suma importancia desde el primer tratado de la historia. “Eso estaba latente desde ahí, la idea de la tensión en la relación entre padre e hijo estuviera establecida a través de un elemento externo que en este caso es la máquina. Ella es el reflejo de lo que pasa entre ellos dos y lo que va ocurriendo termina por ser la existencia o ausencia de la comunicación entre ambos”, dijo.

“Creo que eso es interesante, ver hasta qué punto podemos hacer una cinta íntima con ese elemento, ese era el gran reto. Otro elemento importante que trabajamos entre Ecuador y México que es un aspecto fundamental es el trabajo de sonido, porque en mi aproximación es importante lo que vemos y escuchamos, ese vínculo entre ambos campos. Incluso en el formato 4:3 de la pantalla que refleja algo muy contenido, todo ello construye esa intimidad en este mundo y el retrato del mismo a través de ellos”, continuó.

“Esa es una de las limitaciones que enfrentamos en este sci fi, normalmente se inclina por los artilugios y grandes presupuestos pero hay poco lugar para la intimidad. Aquí, es totalmente lo opuesto pues esa es la base sobre la que construimos todo este mundo, es la sensación emocional del personaje lo que da pie a lo demás. Una distopía se liga mucho a la noción de un fin del mundo y en este caso todo ello parte de Luis, el niño y su concepción de este mundo futurista”, añadió.

Imagen del cineasta Víctor Checa durante el rodaje.

Imagen del cineasta Víctor Checa durante el rodaje.

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Bertha Navarro añadió algo interesante conforme a la perspectiva de la máquina en el filme. “Resulta que es otro personaje, es un sueño y al mismo tiempo me hace pensar en que así son nuestros países, unos cachos de muchas cosas pero con el sueño que ahí está, vigente. Para mí, su presencia es muy significativa”.

POR UN CINE QUE SE VEA

Durante las conversaciones con los asistentes a las proyecciones de la cinta, el equipo detrás del filme ha puesto el dedo sobre la llaga acerca del tema de las plataformas. Sebastián Cordero retoma la cuestión y contrapone la creación de contenidos con la falta de espacios para este tipo de proyectos. “Vivimos tiempos muy extraños ahora. Por un lado está el internet, el streaming que han abierto muchas puertas y nos tienen en teoría muy conectados al poder ver lo que se está haciendo alrededor del mundo”, comentó.

“Pero extrañamente en vez de abrir los horizontes, las cosas se están uniformizando en algoritmos donde básicamente un sistema que guía los gustos de la gente y eso es preocupante porque quita el espacio para obras más autorales con propuestas o planteamientos diferentes, un cine que es importantísimo. Hay cuestiones muy artísticas, simbolismos en ésta y otras películas que difieren de aquellas que buscan llegar al gran público. Tienen una identidad, una autenticidad que es esencial y debemos seguir teniendo espacios donde eso se cultive para no caer en la uniformidad de productos que ofrecen ciertas plataformas”, agregó.

Navarro lo llevó del lado de la exhibición y cómo la batalla por el espacio para ser vistas en cine es algo que se ha agravado últimamente. “Es un reto que tenemos todos en este momento en la cinematografía, el asunto de la exhibición. Para mí es muy importante ver una película en la pantalla, sentirla en una sala. Los espacios tristemente se cierran más y más y lo sabemos. El cine mundial, sobre todo el mexicano y latinoamericano tiene muy pocas opciones de verse y sentirse de esta forma”, dijo. 

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“Asimismo, existe una brecha con nuestro público que no nos ve y no logramos alcanzarlo. No ayuda que haya puras películas de Hollywood en el 99% de los países. El reto es muy grande sin duda pero hay que recordar que el cine es magia por lo que es importante tener acceso a él, que la gente lo vea y sentir cómo la audiencia reacciona ante ella. Por ello son importantes estos espacios como los festivales, que nos invitan a seguir batallando para que logren ese lugar de exhibición”, aseveró.

Para concluir con el tema Víctor Checa enfatizó la diferencia que hay entre ambos: “Son mundos diferentes. Me parece que lo que tiene el cine de importancia como espacio es el sentido de la comunidad, el hecho de que un público pueda compartir esa noción espacial de la experiencia es muy importante porque si uno piensa en el trabajo que uno realiza como cineasta, inevitablemente se piensa en ello”, destacó.

“Evidentemente puede pasar una cinta en una plataforma o cualquier otra herramienta conveniente pero para mí es fundamental pelear por este tipo de espacios, es una lucha que debe hacerse a partir de nosotros, hacerlo una especie de lugar de resistencia a este fenómeno o ilusión de diversidad en los contenidos que realmente está lejos de serlo”, concluyó.