Escenario

‘Vértigo’: La agrofóbica experiencia del ascenso a lo desconocido

CORTE Y QUEDA. Desde su estreno ha obtenido una vista de aprobación por parte de la audiencia, y es que la producción no requiere más que el simple esquema de ‘enfrentar a nuestros temores y demonios’ con el mínimo de apoyo posible

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El filme es protagonizado por Grace Caroline Currey y Virginia Gardner

El filme es protagonizado por Grace Caroline Currey y Virginia Gardner

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¿Cómo enfrentarías a tu peor miedo? ¿Cuál sería el límite que romperías con el objetivo de alejarse de aquel temor que constantemente trunca tus acciones cotidianas? Todos padecemos – en una menor o mayor medida – de una restricción que nos impide avanzar en distintos niveles, y no es sino hasta que vamos de frente que podemos lidiar con aquello que pone barreras a nuestras instancias físicas y mentales.

Es bajo este esquema argumental que el cineasta Scott Mann construye una bomba visual tensionada a partir de uno de los mayores miedos que posee la humanidad, es decir, el temor a las alturas. Vértigo (2022) es una trepidante ejecución sensorial que introduce al espectador en un túnel de constantes momentos ascendentes que se encuentran matizados por un suspenso sostenido gracias a sus angustiantes ángulos en picada. 

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La adrenalina es el mayor alimento de Becky (Grace Caroline Currey) y Hunter (Virginia Gardner), dos jóvenes que disfrutan de escalar terrenos con alturas insospechadas. Sin embargo, un terrible accidente bloqueará la mente de Becky, llevándola a una instancia de depresión total que deberá enfrentar a través de su regreso a la conquista de nuevas y temibles alturas.

La protagonista se ve perdida emocionalmente ante una traumática perdida, lo que la lleva a aislarse del mundo entero. Es gracias a su mejor amiga Hunter que se decide a salir de su búnker hogareño para desafiar sus miedos e inseguridades a través de un gran reto físico. La historia no va más allá de lo que en verdad quiere entregar al público, es decir, una puesta en escena edulcorada por secuencias impregnadas de suspenso espacial, donde la altura y su tratamiento en los encuadres de la cinta podrían incomodar hasta la persona más centrada y equilibrada. 

La adrenalina es el mayor alimento de Becky (Grace Caroline Currey) y Hunter (Virginia Gardner)

La adrenalina es el mayor alimento de Becky (Grace Caroline Currey) y Hunter (Virginia Gardner)

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Observar a los personajes en un constante ascenso, sin la certeza de cuál es la meta final, perturba la mente de la audiencia, abriendo las puertas de la incógnita y jugando con el elemento de lo desconocido como la carta principal. Sin embargo, es aquí donde podemos observar la flaqueza de la propuesta, justo en los instantes donde las herramientas visuales entran en una calma necesaria y busca jugar con el desarrollo dramático de sus personajes, los cuales poseen un trazo tan simplista que no alcanzan a llenar la pantalla con lo anterior presentado; la forma devora al fondo, que en realidad no pretende destacar.

Cuando la historia usa sus variaciones de ritmo para bajar las revoluciones de la tensión creada, es donde la irregularidad puede llegar a perjudicar el producto de entretenimiento puro que se ha construido, pero es justo esta nula necesidad de ir más a profundidad la que hace que puedan pasar medianamente desapercibidos aquellos esbozos de conflictos personales entre las protagonistas, enfocándonos en lo que en verdad nos importa: la posible caída y cómo sobrevivir frente a una jaula en las nubes. 

la historia coescrita por el director de 'Final score' (2018) buscará mantenerse firme ante los próximos estrenos

la historia coescrita por el director de 'Final score' (2018) buscará mantenerse firme ante los próximos estrenos

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Desde su estreno, la película ha obtenido una vista de aprobación por parte de la audiencia, y es que la producción no requiere más que el simple esquema de “enfrentar a nuestros temores y demonios” con el mínimo de apoyo posible, para que el entretenimiento comience con su magia en pantalla.

Similar a cintas como Miedo en lo profundo (2016) o Límite vertical (2000), el filme se agrega a un grupo de historias que juegan con los sentidos de la audiencia, un grupo que no busca más que realizar un ejercicio de inmersión, aislándose del propio ejercicio de atadura por medio de diálogos, y transformándose en una experiencia de observación y codificación corporal.

Con su segunda semana en cartelera, la historia coescrita por el director de Final score (2018) buscará mantenerse firme ante los próximos estrenos que buscan inundar la cartelera nacional con historias más mediáticas.