‘La vida es un carnaval’, una película que cuestiona el pertenecer a la comunidad Gay Pride
ENTREVISTA: El cineasta Fernando Colin Roque nos da detalles de la película que compite en el Festival Internacional de Cine de Morelia a mejor documental
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Fotograma de 'La vida es un carnaval'.
El Carnaval de las Mojigangas en Ixtlixco es un evento cultural de gran relevancia en la región de Ixtlixco, un pintoresco pueblo en México. Este carnaval, que se celebra anualmente, es conocido por su colorido y espectacular despliegue de mojigangas, personajes grotescos y exagerados que desfilan por las calles con vestimentas extravagantes y máscaras llamativas. Este festival es una expresión única de la cultura local, donde las tradiciones, la música, la danza y la sátira se entrelazan para dar vida a una celebración vibrante y llena de alegría.
La importancia de documentar el Carnaval de las Mojigangas radica en preservar y compartir esta expresión cultural única con el mundo. A través de documentales, se pueden explorar no sólo los aspectos visuales y festivos del carnaval, sino también las historias humanas detrás de las máscaras, la música y la danza. Esto puede proporcionar una ventana al corazón de la comunidad de Ixtlixco, sus tradiciones y sus desafíos.
En entrevista para Crónica Escenario con Fernando Colin Roque, director de La vida en un carnaval nos cuenta acerca de la importancia de este tema a nivel fílmico: “Una posibilidad que tiene el cine es poner en discusión o abrir debates y La vida es un carnaval aunque antepone estos puntos de vista del pueblo y la ciudad, también visibiliza pero explora de otro modo lo que es ser parte de la comunidad en un pueblo de México y en ese sentido es esto, el cine documental tiene esta facultad de creer, dar voz e interrogar para dar un punto de vista diferente, en este caso ya sea acerca de las nuevas masculinidades, la identidad de género, la violencia en México”, expone.
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“Es una película que si pone en discusión el tema de las minorías, pero también abre a vivir, habla de un emprendimiento que es la Gay Pride y siempre hay obstáculos y aciertos. Lo más importante de intentar las cosas primero es decir y hacerlo y después cómo aprendes de los errores. Nosotros tenemos en el camino una jornada que nos pone en reflexión de los aprendizajes que se adquieren en el camino, en la sociedad es momento de deconstruir y ayuda a entablar un diálogo sobre qué es pertenecer a una comunidad, a ser diferente y también a ser hombre así como parte de LGBT+ en un pueblo mexicano”, reflexiona Colin Roque.
La experiencia de las personas LGBT en pueblos pequeños es única y a menudo se enfrenta a
desafíos y dinámicas culturales particulares. La tradición y la conservación de valores culturales arraigados en estas comunidades a veces pueden chocar con la diversidad sexual y de género, generando tensiones, pero también oportunidades para el diálogo y la evolución de mentalidades:
“En la teoría Queer nos hablan de cómo podemos generar archivos a través de sentimientos y como cualquier objeto puede construir un archivo y en las identidades que también se van construyendo no precisamente tienen que ser definidas, los personajes al inicio no se definen a sí mismos en un principio parte de la comunidad LGBT+”, comentó.
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“Pero si parte de algo más completo, antes que nada son jóvenes y quieren cuestionar la tradición de las mojigangas y quieren a través de una bandera que es la Gay Pride poder simplemente dialogar y van construyendo una jornada que nos lleva a preguntarnos si van a llevar a cabo la Gay Pride o no, también de si van a cambiar la trayectoria de estas generaciones en el pueblo o simplemente están fluyendo y creando posibilidades que aún no conocemos”, añadió.
“Desde el principio fui muy claro estudiar de manera casi antropológica este pueblo, no es el primer proyecto que desarrollo en esta comunidad, me gusta mucho concentrarme en este lugar porque me parece que tiene una geografía interesante, está rodeado de montañas, es un pequeño valle y la manera de acceder ahí es difícil a pesar de que está a una hora y media del sur de la Ciudad de México”, continuó.
“También es un lugar completamente diferente y representativo de varios pueblos, Ixtlilco es un lugar que corresponde a un corredor de muchos pueblos que intercambian información, la vida de esta gente transcurre a través de la idea del carnaval de mojigangas y en ese sentido van construyendo sus realidades de manera más precisa, aunque haya otros pueblos que también lo hagan”, declaró el director de esta cinta.
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La cinta forma parte del Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM): “La gente a disfrutado la película en los diferentes festivales por donde ha pasado, de cierto modo no es pretenciosa y atribuye la palabra o la otorga a diferentes personas de la sociedad que está en este pueblo Ixtlilco, cómo a través del lenguaje se puede otorgar nuevos pensamientos”, concluyó.
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