En el Museo de las Artes de la Universidad de Guadalajara (MUSA), objetos tan cotidianos como zapatos, camisas o mochilas dejan de ser simples pertenencias para convertirse en símbolos de dolor, memoria y resistencia.

La muestra “Ceguera Voluntaria”, concebida por la artista Claudia Rodríguez, replica prendas y artefactos hallados en el Rancho Izaguirre por el colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco, y reúne más de tres mil piezas elaboradas por ciudadanos que buscan visibilizar la crisis de desapariciones en el estado.
Entre las prendas grises, blancas y negras endurecidas con yeso, la artista escénica Liz Mercado irrumpe con una interpretación corporal que encarna la angustia de la búsqueda. Descalza y rodeada de zapatos de cemento, abraza una mochila petrificada y utiliza una chamarra negra como extensión de su propio cuerpo para atravesar emociones de pérdida, rabia y esperanza. Su recorrido se convierte en un diálogo con la tierra, a la que rasca, toma y deja ir en un gesto que recuerda a quienes aún esperan respuestas.

El performance se intensifica con el diseño sonoro de José Delgadillo Peñafiel “Nemo”, cuyas atmósferas —del tic tac incesante de un reloj a gritos desgarradores y aullidos profundos— acompañan los movimientos de Liz y amplifican el impacto emocional de la obra. “La primera vez que lo realizamos me enfermé, estuve varios días en cama; la música es algo espiritual que ayuda a trascender a todas aquellas almas arrancadas de esta Tierra”, compartió el artista.

Para Claudia Rodríguez, el proyecto sólo cobra sentido a partir de la colectividad. Además de las piezas de yeso, el montaje integra un muro blanco donde el público puede escribir los nombres de las personas que busca, recordando que cada inscripción representa una historia y una familia que sigue en pie. La artista subraya que la obra responde a una realidad que atraviesa a más de 135 mil personas en Jalisco, y que exigía un espacio que combinara memoria material y puesta en cuerpo.
En el marco del Día Internacional de los Derechos Humanos, “Ceguera Voluntaria” invita a cuestionar la indiferencia, mirar de frente el horror y acompañar el duelo de quienes buscan. La exposición permanecerá abierta hasta el 18 de enero en el MUSA, con entrada libre.