
Las calles de la Ciudad de México se llenaron de magia con el paso de más de 200 Alebrijes Monumentales que desfilaron del Zócalo capitalino hacia el Ángel de la Independencia; miles de ciudadanos disfrutaron del recorrido de las gigantescas piezas —con altura hasta de 2.60 metros— que también incluyó carros alegóricos, música y bailables tradicionales.
Esta fue la edición número 15 del desfile organizado por el Museo de Arte Popular (MAP), que también premiará a los tres mejores diseños de estas figuras fantásticas elaboradas con cartón y papel maché.
Los ganadores se darán a conocer durante la ceremonia de premiación a celebrarse el sábado 4 de noviembre a las 18:00 horas en las instalaciones del MAP. El primer lugar ganará 60 mil pesos, el segundo 40 mil pesos y el tercero 30 mil pesos; además habrá un estímulo económico indivisible de hasta 10 mil pesos a once obras con mención.
Los alebrijes permanecerán exhibidos desde este 21 de octubre al 5 de noviembre en Paseo de la Reforma, una de las avenidas más icónicas de la Ciudad de México, en el tramo del Ángel de la Independencia y la Diana Cazadora.
"La celebración, que busca preservar el arte popular mexicano, contará con creaciones alegóricas, fantásticas y llenas de colores realizadas por artesanos de la Ciudad de México, Estado de México, Guanajuato, Hidalgo, Morelos, Puebla, Querétaro, San Luis Potosí y Tlaxcala", expuso la Secretaría de Cultura de la capital.
Los alebrijes fueron inventados y nombrados por el artesano Pedro Linares (1906-1992), originario de la Ciudad de México, especializado en la fabricación de piñatas, máscaras de carnaval y figuras de Judas de papel maché. Pedro enfermó a los 30 años, perdió la conciencia y cayó en un profundo sueño en el que se le revelaron unas criaturas extrañas que cambiarían su destino como artesano de La Merced,
Se dice que, en cama e inconsciente, Pedro soñaba con un lugar interesante, lleno de paz, como un bosque en el que había árboles, rocas y animales; él sentía que todo estaba en calma, no experimentaba dolor alguno y era feliz por estar caminando ahí; de repente, los animales se convirtieron en criaturas extrañas, no los podía distinguir porque eran de una naturaleza muy rara. Vio un burro con alas, un gallo con cuernos de toro, un león con cabeza de perro. Todos esos animales gritaban: ¡Alebrijes, alebrijes, alebrijes!.
A partir del sueño que tuvo en 1936 comenzó a diseñar las esculturas extrañas y coloridas con alas, cuernos, colas y colmillos; atrajeron el interés de artistas como Diego Rivera, Frida Kahlo y la cineasta Judith Bronowski, quien dio a conocer a nivel mundial la historia de los alebrijes y al maestro Pedro Linares López a través de un documental que ella misma produjo.
Los alebrijes confeccionados con diferentes tipos de papel y engrudo, han evolucionado para incluir otro tipo de materias primas como madera, fibra de vidrio y otros elementos, además de incorporar técnicas como la robótica.
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