Durante el año pasado, la Ciudad de México registró cerca de 2 mil accidentes de tránsito que involucraron a ciclistas con un promedio de 6 casos diarios atendidos por la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de enero a octubre de 2023. Estos eventos han resultado en personas lesionadas, atropellamientos y choques, según datos proporcionados por la SSC.
Los datos revelan que durante los primeros 10 meses del año, estos incidentes resultaron en 69 personas atropelladas, mil 258 choques y 592 caídas de ciclistas. Las alcaldías Cuauhtémoc (438), Iztapalapa (236) y Benito Juárez (200) son donde más ocurren este tipo de hechos.
Las causas de estos accidentes son variadas, desde transitar a exceso de velocidad, conductores ebrios, falta de infraestructura para bicicletas y motos, hasta falta de respeto al reglamento de tránsito y mala o nula planeación de ciclovías.
También se incluyen factores como la falta de capacitación de los conductores de transporte público y privado, vehículos particulares a exceso de velocidad, y ciclistas que no cuentan con equipo de protección o chalecos antireflejantes, entre otros.
El Reglamento de Tránsito de la Ciudad de México establece que cualquier ciclista o conductor de vehículo no motorizado solo puede recibir amonestaciones verbales en caso de infringir las normas, junto con una orientación para conducirse de acuerdo con lo establecido en el reglamento, algo que no ocurre en el caso de los conductores de un automóvil o una motocicleta. Esta disparidad plantea interrogantes sobre la seguridad vial de los ciclistas y destaca la necesidad de revisar las medidas aplicables a este grupo de usuarios de la vía.
Ana García, ciclista habitual, compartió su experiencia: "Es frustrante sentir que los conductores no nos toman en cuenta. Necesitamos que respeten nuestros espacios y comprendan que también somos parte del tráfico, por algo crean las ciclovías. Los conductores a menudo no respetan nuestro espacio y nos ven como un obstáculo en lugar de como usuarios legítimos de la carretera. Necesitamos más infraestructura para bicicletas y una mayor conciencia de la seguridad del ciclista, sobre todo en alcaldías grandes como Iztapalapa”.
Por otro lado, un conductor de taxi expresó un claro desacuerdo con los conductores de vehículos de dos ruedas.
“Algunos ciclistas y motociclistas no siguen las reglas de tránsito. He visto a ciclistas pasarse semáforos en rojo, no llevan casco y en muchas ocasiones conducen en sentido contrario. Todos debemos respetar las reglas para mantenernos seguros. Además, deben de comprender que son un punto ciego para los automovilistas, no es fácil identificar cuando aparecen de pronto a lado del vehículo”.
Un peatón añadió: “A veces, los ciclistas usan las aceras, lo que puede ser peligroso para los peatones. Creo que si tuviéramos más ciclovías, esto no sería un problema. También hay conductores que no nos dan el derecho de paso. Necesitamos que se respeten los semáforos y los pasos de peatones para sentirnos seguros al caminar”.
En este contexto, según datos de la Secretaría de Movilidad (Semovi), 9 de cada 10 muertes de ciclistas involucran a un vehículo automotor, por ello, recomienda acciones clave para conductores de evitar todo tipo de percances, entre los que destacan:
- Conducir bajo el límite de velocidad por seguridad de todas las personas
- Quienes circulan en bicicleta pueden ocupar un carril completo: rebasar con sana distancia y no presiones
- Al conducir, evitar mirar el celular u otros distractores. Si tienen que hacerlo, oríllarse y detenerse
- Las ciclovías son exclusivas para las personas en bici. Evitar riesgos: si van a detenerse, hacerlo sobre el arroyo vehicular o en espacios de estacionamiento
- Al dar vuelta poner direccionales, bajar la velocidad y mirar por los espejos. Si viene alguien en bici o a pie, cederle el paso porque tiene prioridad
- Antes de abrir la puerta, mirar por los espejos o voltear para ver si viene alguien en bici. Ocupar la mano opuesta para abrir la puerta ayudará a ver mejor
Además, Semovi subraya la importancia de contar con un seguro de responsabilidad civil para proteger a todos los usuarios de la vía, cubriendo daños a terceros, gastos médicos y legales. En conjunto, estas medidas buscan fomentar un entorno vial más seguro y prevenir futuros incidentes en la Ciudad de México.
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