Metrópoli

¡A bailar! La vida vuelve al Salón Los Ángeles

Tras año y medio de confinamiento por la pandemia y apunto de no volver a abrir jamás, este emblemático lugar de la CDMX reabre sus puertas ¡Qué suene la música!

Con los sentimientos a flor de piel, Paola y Ricardo regresan al Salón los Ángeles. Foto: Adriana Rodríguez Con los sentimientos a flor de piel, Paola y Ricardo regresan al Salón los Ángeles. Foto: Adriana Rodríguez (La Crónica de Hoy)

Las brillantes letras rojas de este histórico lugar de la Ciudad de México llaman a la gente que pasa por la calle de Lerdo, en la colonia Guerrero. Quienes ya lo conocen, lo consideran parte de su historia y aquellos que acuden a este sitio por primera vez, experimentan una experiencia que los dejará marcados. Se trata del emblemático Salón Los Ángeles que vuelve a brillar después del confinamiento por la pandemia.

Son las cuatro  de la tarde y aunque el día pronostica lluvias, al salón Los Ángeles la gente comienza a llegar, viejos amigos que desempolvaron sus mejores tacuches y damas que lucen entaconadas y radiantes, como novias. Se forman afuera del establecimiento para dar banderazo al regreso de la vida nocturna en la capital.

Mientras la gente espera un hombre con un sombrero con una gran pluma, zapatos en color blanco y negro y un traje cuyo saco le llega a las rodillas se echa un cigarrito. Después de unos cuantos minutos, entran y los músicos empiezan a prepararse para la fiesta.

Entrar a este salón de baile es como sumergirse en un mundo alterno, pero que también forma parte importante en la historia de la capital. El estrés de las calles capitalinas queda atrás y entonces llega el color y un mundo en el que lo único que importa es pasarla bien.

Los asistentes se saludan con gran entusiasmo y aunque no todos se hablan constantemente, todos se conocen y todos se saludan como si se hubiese superado una guerra que destruyó todo a su paso y se llevó a seres muy queridos. -Vente para acá- grita de pronto un hombre al ver a un buen amigo mientras le hace señas para que se acerque. De inmediato el hombre llama a su acompañante y se forma un grupo que ríe y goza al ritmo de las notas musicales.

-Fíjate que me dio COVID, es una enfermedad terrible. Sentía que ya no la libraba- comenta uno de ellos-

-Sí, perdimos a muchos compañeros- lamenta, otro mientras baja la cabeza y se queda pensativo por unos segundos, perdido entre los recuerdos. De pronto, la música de la orquesta lo regresa al presente y en ese momento, él y el resto de los asistentes se levantan a bailar.

Las notas de la orquesta compuesta de mujeres hace que todos se levanten de sus asientos como en una clase de hechizo. Una joven toca vigorosamente la batería y otras cuatro chicas hacen sonar el sax. La pegajosa melodía se apodera de los que ahí se encuentran y se concentran en el centro de la pista hasta convertirse todos en una sola alma. Mientras la gente baila, las sonrisas se desprenden mientras las preocupaciones, los odios y todos los demonios son pisoteados al compás de la música.

Siempre y para siempre, por siempre y siempre

Serás mi luz, mi príncipe azulSiempre y para siempre, por siempre y siempre

Serás mi paz, mi fuego en flor...

Entre las parejas destaca la conformada por Paola Tiburcio y Ricardo Zamorano -pachuco forever-. Después de estos meses de no acudir a bailar, él se presenta ataviado en un traje color rosa, un pantalón holgado color azul, zapatos de ambos colores.No podía faltar el sombrero adornado con una gran pluma y, para rematar, un bastón color azul adornado con una cinta color metálico y un cráneo al costado de donde se sujeta.

Mientras Paola baila con movimientos suaves, levanta una mano y abre un abanico que hace juego con su vestido, también color rosa. Tampoco dejó pasar ningún detalle, incluso el cubrebocas está pensado para la ocasión, en él lleva bordado un par de zapatillas doradas.

A los jovenazos también les gusta el danzón. Diego es uno de ellos y cada que puede se enfunda en su traje de Pachuco para darle gusto al cuerpo.

Quien no conoce Los Ángeles, no conoce México. A lo largo de los años ha sido testigo de los momentos históricos de la Ciudad de México. El más reciente, la pandemia por COVID-19, la cual fue un duro golpe para el establecimiento a lo largo de año y medio, pero una vez más permaneció firme. "Ahora, la meta es cubrir los préstamos que permitieron que resistiera esta lucha", comenta Miguel Nieto, quien lleva al frente del lugar desde hace 49 años.

Este no es el primer golpe que recibe. Ya en otras ocasiones se ha hablado de su posible cierre. Desde la década de los noventa se hablaba de la desaparición de los salones de baile, al cual también resistió el Ángeles estoicamente, pero nada comparado con la pandemia.

Después del terremoto de 1985 y en 2009 por la crisis que provocó la influenza también tuvo que cerrar sus puertas y el baile tuvo que esperar tiempos mejores.

Con la reactivación económica, el salón Los Ángeles enciende sus luces y reabrirá sus puertas de manera oficial este 15 de noviembre para quienes encuentran en el baile una medicina infalible que aplaca todos los males.

Para quien no lo crea, sólo basta con echar un vistazo a un estudio realizado por la Universidad de Illinois, el cual revela que los bailes latinos -salsa, merengue, cha cha,cha, ayuda a reducir el estrés, prevenir enfermedades cardiacas, la diabetes tipo 2, los derrames cerebrales, autismo, Alzheimer, entre otras. 

"En Inglaterra descubrieron que el danzón es la mejor fórmula para disminuir los daños de la demencia senil y el alzheimer Y eso nos parece maravilloso... ellos lo mencionan como el danzón mexicano", comenta Miguel Nieto, quien desde hace 49 años está al frente de este icónico lugar.

Tan sólo hay que ver como en la pista de baile del salón Los Ángeles la gente irradia felicidad. "No se puede bailar ni triste ni enojado", añade.

Poco a poco los amigos de El Ángeles se pasan la voz de que ya está abierto y ofrece los martes de danzón y domingos de cumbia, salsa y son cubano. Además, poco a poco se irán incorporando más actividades como matinées de danzón y se planea diversificar las actividades y el año que entra habrá teatro musical, clases de baile y realización de fiestas particulares.

En este lugar, hasta se han realizado filmaciones. La semana antepasada se acabó de filmar una película sobre uno de los personajes esenciales de la música: el maestro Dámaso Pérez Prado.

"Yo le diría a la gente que bailen ya sea en el salón Los Ángeles o donde sea, pero que bailen. Así se mantiene el cuerpo en buen estado de salud y lo mantiene a uno contento", remató Miguel Nieto.

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