Caso Debanhi reaviva protestas sobre la violencia de género
Colectivos feministas marcharon para exigir justicia por las víctimas de feminicidio y desaparición en México, a su paso dejaron su rastro con flores y fichas de desaparecidas pegadas en postes y paredes
Colectivos feministas, activistas y familiares de víctimas de diferentes ciudades del país marcharon este domingo para exigir justicia por Debanhi Escobar, las desaparecidas y todas aquellas mujeres que han sido víctimas de feminicidios en México.
En la marcha de la CDMX niños y niñas acompañados de sus padres protestaron con sus cartulinas en alto; "yo voy a cuidar a tu hija", decía el mensaje de un pequeño que marchaba con una gran sonrisa. Para sorpresa de muchos, en esta ocasión los hombres sobresalieron en la movilización; eran quienes encabezaban a los familiares de víctimas, que eran distinguidos con mantas y fichas de desaparición, no había hombres sin portar algún distintivo, en su mayoría exigían justicia por sus hijas y esposas.
Del Monumento a la Revolución a la Fiscalía capitalina se escucharon las proclamas de justicia y canciones coreadas a una sola voz: "Porque vivas se las llevaron, vivas las queremos", "Señor, señora no sea indiferente, se mata a las mujeres en la cara de la gente", eran algunas de las consignas que clamaron hombres y mujeres que exigen justicia en las calles.
Minutos de silencio con puños en alto no faltaron en esta protesta, el orden impresionó a quienes se detuvieron en las calles a ver el paso de la marcha. Las “encapuchadas” eran quienes custodiaban con cadenas humanas a quienes se integraron a la marcha.
La sorpresa para muchas de las mujeres que se manifestaron fue que, al llegar al famoso Búnker, descubrieron que estaba resguardado para que no pudieran dañar las instalaciones a su paso. Como recuerdo a la fiscalía dejaron en las ballas flores, fichas de desaparecidas y algunas pintas; “México Feminicida”, decía la mayoría. Al final sólo pudieron aventar un par de piedras del otro lado de las ballas que seguramente no llegaron muy lejos.
El llanto de algunas mujeres y hombres al gritar exigiendo justicia hacia el edificio de la FGJ, no se pudo evitar, rostros decepcionados de las autoridades y falta de justicia se sofocaban con abrazos de quienes se percataban de su impotencia, “no estás solo”, “no estás sola”, les decían.
Cuando todos lograron concentrarse sobre la avenida Dr. Río de la Loza, la mayoría de las que marcharon esta tarde se sentó a escuchar las historias de todas aquellas víctimas de feminicidio o desaparecidas. Incluso las encapuchadas que lograron dañar las instalaciones de la Jefatura General de la PDI estaban muy atentas a todo lo que relataban con impotencia.