La mañana del 29 de octubre entró en servicio la primera sección de la renovada Línea 1 del Metro, que comprende las estaciones Pantitlán, Zaragoza, Gómez Farías, Boulevard Puerto Aéreo, Balbuena, Moctezuma, San Lázaro, Candelaria, Merced, Pino Suárez e Isabel La Católica.

En conferencia de prensa que se llevó a cabo en la estación Zaragoza, Guillermo Calderón, director del Sistema de Transporte Colectivo Metro (STC) informó que la renovación integral de la línea más antigua de la red era necesaria desde hace más de una década, ya que su obsolescencia, nula tecnología y materiales antiguos hacían que su mantenimiento fuera complicado, costoso y poco funcional.

"La Línea 1 es el gran distribuidor de viajes de la Ciudad de México, tiene correspondencia con otras nueve rutas y de acuerdo con la experiencia de otros Metros del mundo, la vida útil de una línea es de 40 años. A cargo de la empresa china CRRC, todos los sistemas se han remplazado por elementos nuevos, mejores tecnologías y con el cumplimiento más estricto de la normatividad en materiales ferroviarios".

"El túnel se revisó minuciosamente por especialistas, encontrándose en adecuadas condiciones estructurales, los demás materiales habían entrado en un estado riesgoso y con la dificultad para encontrar repuestos que ya no se fabrican en el mundo".

Tecnología que asegura un servicio eficiente por 50 años más

En su intervención, el funcionario detalló que la remodelación de la línea rosa también implicó la sustitución de 132 perfiles de acero para las vías, los cuales corresponden a rieles, pistas de rodamiento y barras guía. Con una inversión de 37 mil millones de pesos, los antiguos durmientes de madera fueron sustituidos por vigas de concreto; así como 90 mil toneladas de balasto fueron cambiadas por material de mejores condiciones geométricas y de resistencia. Todas las restauraciones garantizan que la Línea 1 brinde un servicio eficiente durante 50 años más.

Para prevenir las filtraciones e inundaciones de las que históricamente sufre la Ciudad de México, se sustituyeron tuberías y registros a lo largo de 11 kilómetros; de igual manera, 69 cárcamos fueron rehabilitados y equipados con equipo automático; asimismo, se construyeron y reestructuraron tres nuevos cárcamos de gran capacidad en zonas que presentaban problemas por ingreso de agua a las vías.

Para reparar el daño estructural ocasionado por el salitre y la humedad, se impermeabilizaron 54 mil metros cuadrados de muros y techos.

Sistema eléctrico que da mayor seguridad

En cuanto al sistema eléctrico, el cual será manejado por la Comisión Nacional de Electricidad (CFE), dicho organismo rehabilitó nueve nichos de tracción y 11 locales técnicos que alojan los diferentes sistemas de energía, alumbrado, telecomunicaciones y señalización. Adicionalmente, se tomó la decisión de que se renovaría por completo la Subestación Eléctrica de Buen Tono, hoy Metro-Energía, proyecto que alimenta de electricidad a las Líneas 1, 2 y 3.

También, la comisión eléctrica instaló en estaciones y túneles más de 150 kilómetros de charolas y el cableado tendido, distribución que supera los mil 800 kilómetros de hilos ya instalados y funcionando.

Para los sistemas de telecomunicaciones y comunicación en la red, que comprende la transmisión de voz, datos, Wi-Fi y video, el Metro contará con un sistema de 126 kilómetros de fibra óptica de 96 hilos; además, de un sistema moderno inalámbrico de red LTE con instalación de 40 kilómetros de cable radiante.

Con el objetivo de proteger la integridad y seguridad de los usuarios, la Nueva Línea 1 contará con una nueva red de protección contra incendio y un sistema de ventilación de nueva tecnología. También, la red de iluminación fue modernizada con 2 mil 500 lámparas con tecnología LED.

De acuerdo con Calderón, la modernización del Metro también equivale a que todas las estaciones tengan accesos incluyentes y adecuados para personas con capacidades diferentes, por lo que en apoyo a ciudadanos en silla de ruedas y ciegos, se instalaron 10 nuevos elevadores.

"Actualizamos el sistema de peaje con nuevos torniquetes, validadores y puertas de cortesía. En toda la Línea 1 el ingreso será exclusivamente con la Tarjeta de Movilidad Integrada, como ya ocurre en las Líneas 5, 6, 7 y 12; estamos dejando el viejo boleto de tira magnética y pasando al sistema de tarjeta sin contacto".

Sin embargo, el director del transporte resaltó que en la primera etapa de apertura, el recorrido que parte de Pantitlán en dirección a Isabel la Católica estará habilitado para el acceso y descenso, pero en la dirección opuesta, el recorrido comenzará en Pino Suárez, ya que Isabel la Católica solamente funcionará como terminal de salida. No obstante, el sistema de apoyo de la Red de Transporte de Pasajeros (RTP) continuará brindando servicio para los usuarios que necesiten movilizarse.

Viajes más rápidos y cómodos con 10 nuevos trenes mejor equipados

Para garantizar trayectos más seguros y cómodos, el Gobierno de la Ciudad de México adquirió 10 trenes nuevos, los cuales fueron modernizados para poder operar con el nuevo sistema CBTC, un método de pilotaje que utilizan en medios de transporte de ciudades como París o Londres y sustituye al sistema PA135, que es una tecnología de los años sesenta.

"El proyecto de la Nueva Línea 1 incluye la adquisición de 29 nuevos trenes de la más alta y moderna especificación, fabricados por la mayor empresa de trenes en el mundo, la empresa China CRRC; éstos se irán integrando paulatinamente a la operación y a finales de este año, estaremos incorporando seis de estos nuevos trenes denominados al interior del Metro como N-22 y el próximo año contaremos con la flota completa de 29 nuevos trenes", aseguró Calderón.

En su turno, el secretario de Movilidad de la capital, Andrés Lajous, reveló que las estaciones Balderas, Cuauhtémoc, Insurgentes, Sevilla, Chapultepec, Juanacatlán, Tacubaya y Observatorio se mantendrán en operación hasta que las autoridades lo indiquen, manteniendo las mismas condiciones de viaje. Asimismo, el servicio de apoyo de RTP de Pantitlán a Balderas continuará circulando sin cambios en sus rutas. 

"Desde 1969 estos dos sistemas habían estado en operación continua casi 20 horas al día por 53 años, es decir, casi 400 mil horas dando servicio, ayudando a que pudieran llegar a su destino millones de personas de varias generaciones. La antigüedad y la intensidad de su uso hacían ya inminente iniciar el proceso de renovación de todos los componentes tecnológicos de la Línea 1, como ya lo ha señalado el director general del Metro".

Restauración del segundo tramo iniciará en un plazo de 10 días

Al tomar la palabra, el jefe de Gobierno, Martí Batres explicó que en un periodo no mayor a 10 días, será el cierre del siguiente tramo, de Balderas a Observatorio y próximamente iniciarán las obras en las estaciones Pantitlán, Puebla, Velódromo y Ciudad Deportiva de Línea 9, ruta en la que es necesaria la renivelación de vías.

"Estamos cumpliendo con el compromiso, damos la apertura de este tramo que va a beneficiar entre 200 y 250 mil personas que podrán utilizar este tramo del Metro a partir del día de hoy, renovado y modernizado".

"En los siguientes días vamos a tener una transición, eso quiere decir que todavía los apoyos RTP y otros sistemas de transporte público se van a quedar, en lo que se va dando una readecuación en las prácticas cotidianas de movilidad y de tránsito, de transporte de muchas personas que estuvieron utilizando esos transportes alternativos".

Opiniones mixtas entre usuarios 

La reapertura de 11 estaciones en el primer tramo de la Nueva Línea 1 del Metro ha sido un tema candente entre los usuarios del sistema de transporte. Esta iniciativa ha generado una variedad de opiniones y expectativas que reflejan la importancia que tiene para la comunidad. A continuación, exploramos algunas de las opiniones más extensas y desarrolladas de los usuarios:

- "Un avance necesario para la movilidad": Sara Pedroza, una usuaria frecuente del Metro, considera que la reapertura es un paso esencial para mejorar la movilidad en la ciudad. Afirma: "Creo que la modernización es un avance necesario para la movilidad urbana. Fue más de un año que ha sido un desafío moverse por la ciudad, y esto es un respiro para todos nosotros. Pinta a que va a ser ahorro de tiempo en nuestros desplazamientos diarios y hace que el metro sea mucho más accesible para todas las personas, especialmente aquellas que viven en zonas alejadas del centro".

- "Esperábamos esto desde hace mucho tiempo": Josué, un residente de la zona que ha seguido de cerca el desarrollo del proyecto, expresó su alegría: "Los vecinos hemos esperado esto durante mucho tiempo. El cierre de estas estaciones fue una medida difícil, pero sabíamos que era parte del proceso. Finalmente, tenemos un transporte más eficiente que conecta el oriente de la ciudad con el centro de manera efectiva. Estamos ansiosos por ver cómo esto mejora nuestra calidad de vida y facilita nuestros desplazamientos diarios".

- "Preocupación por la congestión": Aunque muchos celebran la reapertura, algunos usuarios expresan preocupaciones válidas. Laura Suárez plantea una inquietud común: "Estoy emocionada por la reapertura, pero también tengo mis preocupaciones. Me preocupa que las estaciones se llenen tanto que sea difícil abordar el metro en las horas pico, más ante el inminente cierre de una parte de la Línea 9 y del otro tramo de la Línea 1. Espero que las autoridades estén preparadas para gestionar esta demanda y que se tomen medidas para evitar problemas de congestión y seguridad en las estaciones".

- "Espero mejoras en el servicio": Cesar Martínez se centra en las expectativas de mejoras en el servicio: "La reapertura es un paso en la dirección correcta, pero lo más importante es que esto se traduzca en mejoras reales en el servicio. Espero que veamos trenes más frecuentes y que se mantenga un alto estándar de limpieza y seguridad en todas las estaciones. La inversión debe conducir a una experiencia de viaje más placentera y eficiente".

En resumen, la reapertura de estas estaciones del Metro ha generado un amplio espectro de opiniones. Los usuarios están divididos entre el entusiasmo por la mejora en la movilidad y las preocupaciones legítimas sobre la posible congestión y la calidad del servicio. El éxito de esta iniciativa dependerá de cómo se gestionen estos desafíos y de si finalmente cumple con las expectativas de la comunidad.