Profesor de natación en deportivo público, acusado de acoso sexual
Una joven de 21 años ha visto congelada su denuncia desde diciembre pasado en la fiscalía capitalina; su caso es sencillo (un profesor toma el número de su celular de un chat que debe usar para coordinar a sus alumnos, la acosa y la jalonea para basarla), pero ha resultado un martirio adicional ver el poco interés por perseguir a quien la acosó aprovechándose de su puesto público
Centro Felipe Tibio Muñoz
Deportivo Felipe Tibio Muñoz
SG quería tomar clases de natación y se inscribió en mayo de 2021 al deportivo Felipe Tibio Muñoz, Colonia Arenal de la Alcaldía Venustiano Carranza. Fue el inicio de una pesadilla, primero porque fue acosada sexualmente por quien debía darle las clases, luego al ser revictimizada una y otra vez al presentar una denuncia formal.
SG, en diciembre pasado, estrenó grupo de natación en dicho deportivo; era en el horario vespertino, pero su profesor, Enrique, decidió cambiarla al turno de 19:00 a 20:00.
Para SG fue extraño, sobre todo cuando se percató que a esa hora no iban muchos alumnos y que, a diferencia de las clases de otros horarios, en esa el profesor se metía a la alberca. Pronto empezó el acoso…
“Cuando ya casi no había nadie en la alberca, el profesor se me acercaba mucho y finalmente una tarde me mandó un mensaje privado a mi celular, no al grupo de chat en el que están todos los alumnos, y me preguntó si iba a ir al deportivo; le dije que sí y me respondió que le avisara antes de llegar”, recuerda SG.
SG optó por no responderle nada más y tampoco notificó su llegada. Se fue directo a los vestidores para alistarse, pero antes de llegar, Enrique se acercó a ella y le reclamó: “te dije que me avisaras”. Le pidió que la siguiera, “vamos a salirnos que aquí hay mucho morboso”. La condujo hasta unas canchas del propio deportivo “y me pidió que me quitara el cubrebocas, luego me abrazo y me dijo que cerrara los ojos, pero me di la vuelta y traté de alejarme; fue ahí cuando me agarró de la cabeza, me volteó y me beso”, recuerda la joven de 21 años.
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“Me puse el cubrebocas y me alejé, pero él me dio alcance y volvió a tomarme de la cabeza para besarme con todo y cubrebocas”, continúa el relato.
Esa noche en la que SG regresó a su casa en shock y con temor, de acuerdo a la denuncia ante MP que interpuso aproximadamente a las 23:00 horas del mismo día. La segunda parte del martirio empezaba por la atención en la Fiscalía capitalina. “Me revictimizaron: a mitad de mi crisis sólo me preguntaron que porqué iba yo a natación, que porqué permitía que se me acercara ese profesor… fue demasiado para mí, no dejaron que nadie entrara conmigo, estaba sola”, recuerda.
Al día siguiente, SG y su madre fueron con el administrador del deportivo para informarle lo que estaba pasando y hacer de su conocimiento que ya habían levantado una denuncia formal. Enrique le estuvo marcando al celular, pero la joven no le respondió.
“Señora, quería ver si puede hablar con su hija para que retire la demanda y busque el perdón porque mi maestro se quiso suicidar”, fue uno de los mensajes que recibió la madre de SG de parte de los administradores del deportivo.
La familia estaba indignada porque la única sanción que, al parecer, recibiría el profesor sería la suspensión por una semana. Consultada por Crónica, la administración del deportivo aseguró que en realidad lo retiraron del puerto, destituido e incluso con el congelamiento de pago por el tipo de acusación en su contra. El profesor gozaba de una plaza denominada Nómina 8, una de las más codiciadas en este tipo de centros. Al momento de publicar este artículo, el deportivo reiteró que la baja estuvo en firme desde febrero.
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En cuanto a la carpeta de investigación, tiene más de seis meses y muy poco avance en la Fiscalía capitalina; además, a SG le han impedido inscribir a dos abogados externos que desea tener como coadyuvantes.
La víctima agrega que “en la fiscalía no me han resuelto nada, me traen de vuelta en vuelta… ya tiene mes y medio que quiero asignar a mi abogada externa al caso me citan para un día y me terminan diciendo que se fueron de vacaciones y a la siguiente semana, tampoco están”.
El colmo fue que el MP llevó la carpeta de investigación al área de judicialización, es decir el paso previo para llevarla ante un juez, pero esto sin incluir el dictamen sicológico y otras pruebas vitales para el caso. Uno de los abogados externos que apoyan a SG explica que “es una carpeta evidentemente incompleta, faltan bastantes pruebas y declaraciones, a SG nunca se le preguntó si quería ser una ampliación a la declaración, hay muchas faltas evidentes que comete el MP”.
Si un juez recibiese esa carpeta incompleta, el acusado tendría todas las de ganar para desechar ka acusación y verse libre de toda culpa.
La historia continúa sin que quede claro porqué la fiscalía capitalina congela un caso en el que una joven mujer desea acusar un acto de violencia de género. SG sólo quería tomar clases de natación y para ello se inscribió el año pasado en un deportivo público; no pasaron seis meses antes de verse acosada en la piscina y finalmente jaloneada y agredida. Tomar la decisión de denunciar tampoco le ha dejado satisfacciones; ha terminado por aprender lo difícil que resulta sancionar a quien acosa sexualmente cobijado por un puesto público.
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