Reinició el zapateado en las tarimas chilangas
Luego de la pandemia y de la pérdida de su tradicional sede en la Normal Superior, la tradición del Son para Milo está en la GAM
Es difícil de explicar porqué sé realiza: porque si bien los reunidos son una logia, fundada por quienes hacen huapango o chilenas por tradición, pero que han aceptado a su lado a chilangos que adoptaron estas treadiciones como propias, la razón oficial del evento Son para Milo es homenajear a un profesor normalista de danza.
Lo cierto es que esta reunión de miles se ha jhecho año con año desde hace mucho y sólo una pandemia inmisericorde pudo suspenderla por dos años.
Poco antes, había perdido su sede en la Normal Superior, pero esto sólo implico que las tarimas, centro del encuetro, se trasladaran a otro lado. Primero a la Alcaldía Iztacalco; luego a la Gustavo A Madero.
El centro de todo es bailar sobre una tarima, enorme, que retumba al ritmo de los zapatos de decenas de parejas que siguen lo mismo a agrupaciones que apenas hacen pininos que a otras de culto como Mono Blanco o Caña Dulce y Caña Brava.
Este año, además, las tarimas son de tequio, es decir que se realizaron a través de trabajo voluntario.
Son de Milo continuará este sábado y domingo y, aún si no pertenece a esa logia, es muy recomendable que vaya y conozca este asunto sui géneris (Son para Milo 2022).