A unas calles del metro Isabel la Católica se encuentra la calle de Regina, donde la música, el color y el baile se apoderan del ambiente. Entre bares, restaurantes y sitios diversos, la juventud y la madurez, la inocencia y la perdición, convergen en una sola dirección: tener un buen momento y olvidarse del exterior.

La música libera y, aunque hay miles de formas de acercarse a ella, el crearla y compartirla como piezas únicas y momentos efímeros que sólo permanecerán grabados en la memoria es algo diferente.

“Son de libertad”, es una agrupación que se dedica a tocar en las calles de la CDMX, desde restaurantes, bares, esquinas, avenidas populares etc. Esta banda, a pesar de llevar cerca de cinco meses juntos, ha logrado funcionar diversos instrumentos, crear música y compartirla con el publico con gran aceptación, aunque, afirman, el camino no es fácil y es una batalla de todos días.

“Esto nació por amor a la música. Son de Libertad tiene ese nombre por donde nos conocimos, que fue en la lagunilla, entre las calles Comonfort y Libertad, y aunque teníamos otros nombres en mente, creemos que nuestro nombre engloba mucho más situaciones, experticias y situaciones”, comentó Rick, uno de los integrantes del grupo.

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“La hueseada, el talonear y charolear”, son algunas de los verbos que utilizan para llamarle a lo que hacen todos los días, el ir de calle en calle, de bar en bar. Aclaran que esto para ellos no es un hobbie sino su trabajo al cual tratan con mucho respeto.

Erick, saxofonista, comentó que es estudiante de la carrera de Ingeniería química metalúrgica y que, durante la pandemia, tuvo que recurrir a buscar empleos donde, semanalmente, ganaba 600 pesos, situación que lo ahorrillo a salir a las calles a tocar.

“Un día un amigo me invitó a tocar a metro Ermita, yo no estaba tan animado con la idea, pero mi sorpresa fue que, ese día gané los 600 pesos que en mi trabajo me ofrecían semanalmente”, comentó. “Me regalaron mi saxofón en mi último semestre y de ahí me tendí yo solo a estudiarlo y después a verlo como trabajo por necesidad”. Llevar a la par su carrera y tocar con son de libertad son algunos de los planes de Erik quien afirmó ya no querer dejar la música nunca.

Así como la pandemia ayudó a la industria musical a tener mayores reproducciones en plataformas de streaming, también quebró sueños relacionados.

“Yo tenía mi restaurante en la lagunilla, se llamaba los Rollos Chilangos, y justo por la pandemia tronó y me quedé desempleado, justo el 11 de mayo. Aprendí a tocar mi instrumento gracias a un maestro que daba un taller ahí en mi restaurante, Fabricio Martínez, que tocaba con los Parientes de Playa Vicente, este es un instrumento de la música jarocha, Leona se llama, hecho a mano”, comentó Martín con su Leona en mano.

Otro de los integrantes expuso que desde los 15 años comenzó a tocar la batería, entró a la universidad, la abandonó y posteriormente la retomó la batería nuevamente. “Ahora me estoy preparado para estudiar Jazz, yo toco de todo, piano, guitarra, y justamente lo de la pandemia también me llevo a tocar en las calles y unirme a esta agrupación, la calle es una lucha, pero hago lo que me gusta”, expuso.

"Son de Libertad" en las calles del centro histórico. Agrupación que recorre la ciudad compartiendo su música y su alma en bares, restaurantes y cantinas.🎶✨💃 #Regina pic.twitter.com/ZrJ5w1itmj

— Alier Blancas (@AlierBlancas) May 11, 2022

Aunque no en todos los sitios a los que visitan son del todo bien recibidos, ellos expusieron que es algo con lo que hay que lidiar todos los días, “En todos los lugares te pueden poner getas, independiente de la zona, incluso aquí en el Centro Histórico, en Regina, donde sea”, añadió Rick, quien agregó que tiene otra banda en paralelo a Son de Libertad que se hace llamar Contendiente, de música Punk.

Entre bailes y aplausos terminaron su set de canciones de cerca de cuarenta minutos, la calle de Regina vibró por uno instante con música del corazón.

“Pasé de la música al tatuaje porque no me alcanzaba, y es que, con el tatuaje, aún en pandemia, siempre había personas que se querían tatuar, ahora volví a tocar y creo que lo más importante en la creación de la música es que fluya tu esencia, si no pa’ qué”, expuso Terrícola, el integrante más nuevo de la agrupación que apoya con la guitarra.

Son de Libertad se encuentra trabajando en canciones originales para grabarlas profesionalmente, pues, afirmaron, que esto no solo es un proyecto de fin de semana y que desean consolidar su estilo y a su banda como algo bien hecho y algo cien por ciento mexicano.

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