Cinco días después del asesinato del fiscal antimafia de Paraguay, Marcelo Pecci, en su luna de miel en un resort de Barú, cerca de Cartagena, Colombia, los interrogantes siguen cerniéndose sobre el caso, al tiempo que el cuerpo regresó este viernes a su país.

Las pesquisas siguen adelante desde tres frentes coordinados: Paraguay, de donde era Pecci; Colombia, donde ocurrió el crimen, y Estados Unidos, que ha ofrecido echar una mano.

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Agencias

Por ahora, la investigación contempla varias líneas a seguir, especialmente sobre la autoría intelectual del asesinato, sobre la que por ahora no se sabe nada, más allá del más que evidente presunto vínculo entre el trabajo del fiscal contra el crimen organizado y la motivación para sacarlo de en medio.

Pero comienza a perfilarse la idea de que la ejecución de la orden la cometieron varios sicarios que habrían seguido a Pecci desde Paraguay y hasta Colombia en su luna de miel.

Así lo afirmó este viernes el secretario de Interior paraguayo, Federico González, quien afirmó a Caracol Radio que siguen “varias líneas de investigación”. “Hay avances que no podemos señalar, pero estamos por buen camino”, agregó González, en declaraciones que recogió el diario El País.

Parte de la investigación se centra, pues, en analizar los movimientos de los presuntos sicarios, que llegaron hasta el resort moviéndose en motos de agua para cometer el asesinato.

Las autoridades colombianas han estado analizando las entradas y salidas del país en los días previos para analizar quién voló desde y a Paraguay en los días previos y los posteriores al crimen. Asimismo, están revisando las listas de personas registradas en hoteles y demás lugares que visitaran Pecci y su esposa, Claudia Aguilera.

Aguilera espera un bebé, y este viernes pidió que la muerte de su esposo "encuentre justicia y fortalezca la lucha contra el crimen organizado", apunta la agencia Efe.

En un comunicado, Aguilera indicó que el luto "no es solo para sus familiares y allegados, sino para todo el país y la comunidad internacional".

EXTRANJERO Y CARIBEÑO

Sobre la pista específica del presunto autor material del crimen, el director de la policía de Colombia, general Jorge Vargas, afirmó que creen que no es de nacionalidad colombiana, que mide 1.74 metros de estatura y que tiene acento caribeño.

Vargas detalló que los dos sicarios rentaron la moto de agua por 30 minutos a cambio de 200 mil pesos colombianos (48 dólares), pero que la usaron solo entre 7 y 13 minutos, en lo que les tomó cometer el crimen.

“Bordearon la playa hasta el lugar, bajaron, ejecutaron, volvieron, fueron a un aparcadero que estaba detrás del lugar de las motoski y se fueron por una ruta interna” terrestre, declaró este viernes Manuel Doldán, fiscal de Asuntos Internacionales paraguayo a Radio Monumental de Paraguay.

Sobre la autoría intelectual, por ahora la policía colombiana afirma que fue una operación planeada minuciosamente y que costó mucho dinero, por lo que no descartan la participación de ninguna de las dos grandes organizaciones criminales que había estado investigando Pecci, el Primer Comando Capital y Punto 50, según recoge El País.