Los europeos (los de la Comonidad) han decidido depender menos de la industria armamentística estadunidense ante amenzas como la que, hoy mismo, representa Rusia.

Ante la imposibilidad de tener un ejército común, las miradas de los gobiernos se han centrado en la posibilidad de un megaclouster armamentístico, es decir, una red de producciones que sean capaces de generar los suministros para poder reducir a los ejércitos rusos.

Cabe recordar que los éxitos de Ucrania en el campo de batalla han terminado por esfumarse ante la capacidad del Kremlin de suministrar más y más armas, propias o compradas a Corea del Norte y China. Los europeos se preguntan entonces si los esfuerzos de producción de armas individuales deben acabar para dar paso a una planificación conjunta.

La Comisión Europea presentó una primera estrategia industrial conjunta este martes, dando arranque así a lo que es considerado una nueva era en la seguridad del continente.

El comisionado Thierry Breton señaló luego de la reunión que #hamos bajado la guardia como europeos, hemos reducido nuestra capacidad de producción, en el mismo suelo europeo, de todo aquello que necesitamos para defendernos".

Los analistas hablan de esta situación como un efecto de la paz que se ha vivido en el viejo continente y del despertar doloroso que significó la invasión de Ucrania.