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La gran sequía se ensaña con ríos de medio mundo

El Po en Italia, el Danubio en media Europa, el Yangtzé en China, el Colorado en EU y México… El cambio climático y la sobreexplotación están secando arterias fluviales vitales para la economía y dejando al descubierto mensajes siniestros, como las Piedras del Hambre que emergieron en el Rin: “Si me lees, llora”

cambio climático

El Danubio en niveles nunca visto a su paso por el Parlamento de Budapest (Hungría)

El Danubio en niveles nunca visto a su paso por el Parlamento de Budapest (Hungría)

euronews

“Esto es serio: Tenemos 1.5 metros de agua y nuestro bote tiene 1.20 metros de profundidad. Así que nos quedan 30 centímetros de agua debajo de nosotros”. Este es el diagnóstico que hizo el 12 de agosto el veterano capitán Andre Kimpel, interrogado por la BBC sobre el destino próximo de su barcaza, con la que se gana la vida transportando personas y mercancías a través del río Rin, el eje fluvial de 1,230 kilómetros (de ellos 880 navegables) que atraviesa Alemania de sur a norte.

Muchos barcos más grandes que el suyo ya tocaron fondo y tuvieron que dejar de navegar, comentó resignado. Otros se han visto obligados a reducir su carga para no encallar.

“Dürre-drama”

Martina Becker, quien trabaja en la naviera HGK Shipping no es nada optimista, teniendo en cuenta las previsiones del tiempo en el verano más seco que se recuerde en Alemania. “Es bastante extraordinario, particularmente para esta época del año. Julio y agosto suelen ser meses bastante húmedos con mucha lluvia y buenos niveles de agua", sostiene.

La situación es tan insólita, que los alemanes han empezado a usar un vocablo casi extinguido en esas latitudes: Dürre (sequía), o como encabezan muchos periódicos en las últimas semanas: “Dürre-drama”.

Y a este drama, que amenaza con dañar severamente la primera economía europea —Alemania es el país que más usa el transporte fluvial para mercancías internas y para la exportación— se suma el boicot al gas ruso, que el gobierno del canciller Olaf Scholz pensaba sustituir este invierno por carbón para alimentar las centrales eléctricas. El plan parecía la mejor solución al chantaje del presidente ruso, Vladimir Putin, hasta que saltó la alarma por donde menos se esperaba: casi todo el carbón que se transporta en Alemania se hace en barco.

Igual de dramática es la situación en Francia donde ríos casi secos como el Loira están contribuyendo a agravar la crisis energética en ese país, pero por un motivo totalmente diferente. Francia es el país europeo con más centrales nucleares y para mantener los reactores refrigerados se necesita mucha agua, que normalmente corría en abundancia por sus ríos, hasta que llegó la gran sequía, la misma que está dejando postales insólitas como el Parlamento de Budapest (Hungría) con la orilla del Danubio llena de escombros por el retroceso del Danubio, el mayor río de Centroeuropa; o la de la campiña inglesa, tan filmada en series y películas por su intenso color verde, convertida ahora en una inmensa alfombra café.

En Italia, el río Po —que da nombre a un extenso valle industrial, rico en cultivos y con importantes ciudades, como Milán— su cauce se redujo, entrado el mes de agosto, a una décima parte de su caudal habitual.

El valle del Po representa entre el 30% y el 40% de la producción agrícola de Italia, pero los productores de arroz en particular han advertido que hasta el 60% de su cosecha podría perderse.

Nubes bombardeadas

En el otro lado del mundo, aviones chinos comenzaron este miércoles a bombardear nubes para provocar lluvias artificiales en diferentes puntos del Yangtzé, su mayor río, luego de sumar 64 días seguidos de ola de calor en gran parte del extenso país, el periodo más largo desde que se tienen registros.

Pero el récord registrado en China se queda en nada comparado con las más de dos décadas de sequía que sufre el oeste de Estados Unidos.

Imágenes de la NASA sobre la reducción dramática del agua embalsada en el lago artificial Mead, que se alimenta del río Colorado

Imágenes de la NASA sobre la reducción dramática del agua embalsada en el lago artificial Mead, que se alimenta del río Colorado

NASA

Menos agua para México

El Gobierno de Estados Unidos anunció este martes “acciones urgentes” para proteger y mejorar la sostenibilidad de la Cuenca del Río Colorado, las cuales implican recortes en 2023 a las asignaciones de agua para Arizona y Nevada, así como para México, a partir de 2023.

“La sequía prolongada y las bajas condiciones de agua descargada en la superficie, aceleradas por el cambio climático, han resultado en niveles históricamente bajos del agua en los lagos Powell y Mead”, indicó un comunicado del Departamento del Interior.

El Gobierno señaló que la sequía actual se ha prolongado 23 años y no tiene precedentes, por lo cual la descarga de las represas Glen Canyon y Hoover -que crearon los lagos Powell y Mead- se reducirá el próximo año.

La reducción se basa en un plan firmado por siete estados de EU y México en 2019 para ayudar a mantener el nivel de los embalses. El plan establece las asignaciones anuales para cada parte signataria con base en los niveles de agua del Lago Mead.

Los nuevos recortes verán reducido el suministro para Arizona en unos 192,904 millones de galones de agua, aproximadamente 21% de su asignación anual, mientras Nevada dejará de recibir 8,146 millones de galones, y 8% del suministro que recibe del Colorado.

La reducción para México será de 33,889 millones de galones, equivalentes a 7% de su parte asignada.

Las “Piedras del Hambre”

Y aunque los periodos de sequía son habituales, los expertos alertan que la duración, intensidad y replicación en muchos puntos del planeta es consecuencia del cambio climático, por lo que será cada vez más habitual, mientras no se frene dramáticamente el calentamiento global.

Y es que, como advirtieron los habitantes del Rin en siglos pasados, en mensajes siniestros tallados en piedras emergidas por la sequía: “Si me lees, llora”.