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Milei se burla de la protesta masiva por la universidad pública: “Son lágrimas de zurdo”

El presidente libertario reacciona desafiante a la mayor manifestación en dos décadas, tras el recorte que deja sin fondo a las universidades públicas en julio

revuelta social en argentina

El centro de Buenos Aires lleno de manifestantes contra el recorte del gobierno de Milei contra la universidad pública

El centro de Buenos Aires lleno de manifestantes contra el recorte del gobierno de Milei contra la universidad pública

EFE

Con la universidad pública nos hemos topado. La “motosierra” del presidente de Argentina, Javier Milei, que durante cuatro meses ha realizado cortes drásticos en el sector público y en los salarios, tropezó esta vez con el rechazo masivo de la sociedad, como quedó patente en la mayor manifestación en Buenos Aires en dos décadas, con más de medio millón de personas en la calle en defensa de la universidad pública.

Argentina vive este miércoles el día después, pero el presidente, lejos de moderar su discurso se mostró de nuevo desafiante y trata de convertir la defensa de la sociedad de la educación publica y gratuita en un capricho de la izquierda. Y lo hizo burlándose de los participantes a los que tachó a todos de izquierdistas.

En su vehículo habitual para lanzar discursos públicos, las redes sociales, el presidente libertario publicó un mensaje, en el que se veía la imagen creada por inteligencia artificial de un león, animal con el que suele identificarse, bebiendo de una taza con la inscripción: "Lágrimas de zurdo".

“Nido de adoctrinamiento”

"Día glorioso para el principio de revelación. Quien quiera oír (ver) que oiga (vea)”, dijo en su habitual discurso críptico y mesiánico, sobre lo que considera un “nido de adoctrinamiento” de la izquierda, y remató con su habitual “Viva la libertad, carajo”.

Milei acusa a los profesores de “lavar el cerebro de estudiantes, atrapados —según su lectura— en las garras del socialismo”.

Milei, graduado en Economía en una universidad privada, no tuvo en cuenta que en casi todas las familias de Argentina hay historias de personas a quienes la educación pública les cambió la vida. Sus universidades gratuitas son además motivo de admiración en el resto de América Latina, en especial en aquellos países en los que estudiar una carrera significa endeudarse durante años.

La multitudinaria marcha concluyó en la Plaza de Mayo -donde se ubica la Casa Rosada (sede de Gobierno) y donde concluyó la marcha de Buenos Aires, con la lectura de un comunicado por parte de los convocantes de la Universidad de Buenos Aires (UBA).

Toda la oposición unida

Entre los asistentes a la manifestación de Buenos Aires se encontraron el gobernador peronista de la provincia homónima, Axel Kicillof; el exministro de Economía y adversario de Milei en las últimas elecciones presidenciales, Sergio Massa; el presidente del radicalismo, el senador Martín Lousteau; y los diputados de izquierda Myriam Bregman y Nicolás del Caño.

Además, expresó su apoyo el exalcalde de Buenos Aires y cofundador del partido Propuesta Republicana (centroderecha) Horacio Rodríguez Larreta; y desde un balcón cercano al Congreso saludó a los manifestantes la expresidenta argentina Cristina Fernández, quien agitó en su mano una prenda universitaria.

Junto a los sindicatos de estudiantes y docentes de la universidad pública, varios centros privados también apoyaron la convocatoria.

Con recursos hasta julio

Las universidades públicas argentinas solo tienen recursos para funcionar hasta julio y ni estudiantes ni profesores saben si habrá clases en el segundo semestre. Ni siquiera se libra de la incertidumbre la UBA, la más prestigiosa del país.

El motivo es que el presupuesto es el mismo que en 2023, pero como la inflación se acerca al 300% interanual, el recorte es de casi 70%.

El Ejecutivo intentó detener la semana pasada la jornada de protesta con el anuncio de un presunto acuerdo que los rectores negaron. Los portavoces del Gobierno dijeron que se habían girado los recursos para cubrir los gastos administrativos de marzo y abril; desde las universidades aclararon que el problema está en la congelación de los salarios de los docentes, que representan la mayor parte de los egresos.