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Taylor Swift, agente del Pentágono: la histeria trumpista se agudiza

La ultraderecha difunde el bulo de que la final de la Super Bowl está amañada para que gane Kansas, el equipo del novio de la cantante más famosa del mundo, y que juntos anuncien su apoyo a Biden. La maquinaria conspiranoica republicana está en marcha, en plena campaña electoral

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Travis Kelce, de los Kansas City Chiefs, celebra con Taylor Swift después de derrotar a los Baltimore el pasado domingo

Travis Kelce, de los Kansas City Chiefs, celebra con Taylor Swift después de derrotar a los Baltimore el pasado domingo

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La operación de acoso y derribo contra Taylor Swift, la cantante más famosa del mundo en la actualidad, con casi tantos seguidores en Instagram (280 millones) como habitantes tiene Estados Unidos, ha comenzado y tiene en el horizonte dos fechas críticas para sus impulsores: el cercano 11 de febrero, cuando se celebre la final del Super Bowl, y el 5 de noviembre de este 2024, cuando se celebren las elecciones presidenciales.

Detrás de esta operación hay caras visibles del trumpismo y otras que se ocultan en el anonimato de internet y de su variante más novedosa y peligrosa: la Inteligencia Artificial.

El 11 de febrero es la gran final del futbol americano y la pregunta que circula a velocidad de vértigo en las redes no es tanto quién ganará, si los Kansas City Chiefs o los 49ers de San Francisco, sino si Taylor Swift hará acto de presencia en el estadio de Las Vegas para animar a su su novio, el futbolista Travis Kelce. Un día antes, la megaestrella de la canción dará un concierto en Tokio, por lo que el morbo nacional es si le dará tiempo a llegar. Pero no todos quieren que llegue.

“Me pregunto quién ganará la Super Bowl el próximo mes”, escribió este lunes con malicia, Vivek Ramaswamy, el aspirante a la candidatura presidencial republicana que durante un debate propuso invadir México para combatir a los cárteles de la droga y acabó rindiéndose ante la popularidad de Donald Trump entre los votantes conservadores.

En su nuevo papel de pelele de Trump en la campaña, el joven xenófobo Ramaswamy (de origen indio) se apuntó a la difusión del bulo que asegura que la final del Super Bowl está amañada para que gane Kansas y en el clímax de la celebración, con todo el país pegado a la tele, la pareja del momento anuncie su apoyo a la candidatura a la reelección del presidente demócrata Joe Biden.

Con más malicia aún, Ramaswamy, ya incorporado a la campaña de Trump, añadió: “Y me pregunto si habrá un importante respaldo presidencial por parte de una pareja apuntalada culturalmente de forma artificial este otoño”, cuando se hizo público el romance entre la cantante, de 34 años, y el jugador, también de 34, quien en julio de 2024 irritó a los negacionistas y antivacunas, al promocionar la vacuna de Pfizer contra el COVID.

Y en esta campaña de acoso no podía faltar el canal más influyente de la derecha mediática, Fox News, cuyos presentadores dedican comentarios despectivos hacia la cantante con acusaciones delirantes, como criticar (con datos en la mano) las toneladas de emisiones de carbono que expulsó a la atmósfera el jet privado de la cantante para asistir a un reciente partido donde jugaba su novio.

Fox News, que jamás se ha preocupado por el cambio climático y siempre ha priorizado la voz de los negacionistas, como Trump, detalló con todo lujo las toneladas de CO2 del jet en el vuelo de 40 minutos de Taylor de New Jersey a Baltimore.

El pasado domingo, el presentador Mike Crispi dejó atrás las suspicacias y fue directamente al grano, tras asegurar, nada más acabar los partidos que dieron el pase a la final a Kansas City Chiefs y San Francisco 49ers, que la victoria en semifinales del equipo de Kelce estuvo “amañado” para que llegue a la final y que el evento deportivo degenere en un espectáculo de “propaganda demócrata”.

“Los Kansas City Chiefs van a la Super Bowl, Swift aparece en el medio tiempo y apoya a Joe Biden con Kelce en el centro del campo”, afirmó sin tapujos Crispi, quien pretende ganarse la audiencia ultraconservadora y ultrapatriota que dejó tras ser despedido Tucker Carlson.

Llueve sobre mojado

El nerviosismo de los republicanos tiene fundamento, porque llueve mojado, sólo que la primera vez, hace cuatro años, fue un chaparrón y ahora es un huracán. En 2020, cuando era entonces Donald Trump quien luchaba por la reelección, Taylor Swift anunció públicamente su apoyo a Biden, quien finalmente ganó las elecciones de noviembre de ese año.

La mala noticia para la campaña del republicano es que la joven del conservador estado de Tennessee ha dejado de ser una estrella popular para convertirse en una megaestrella global, con una legión de seguidores en todo el mundo conocida como “swifties”. Las dos primarias republicanas celebradas en Iowa y New Hampshire dejaron una noticia buena y una mala para Trump: la buena es que es el favorito indiscutible para llevarse la candidatura este verano; y la mala, que el extremismo del expresidente no convence a muchos votantes independientes, entre ellos muchos jóvenes.

Por eso, los republicanos temen que la cantante vuelva a dar públicamente su apoyo a Biden, como seguramente hará, pero probablemente no en el Super Bowl, aunque sea para no darle la razón a los agoreros ultras.

Inteligencia Artificial como arma de acoso

Pese a todo, los ataques contra Taylor arrecian, a medida que se acerca la fecha de la gran final, algunos de ellos muy preocupantes. En los últimos días empezaron a circular en plataformas como X fotos falsas de la cantante desnuda (“deepfakes”) hechas mediante Inteligencia Artificial. El objetivo está claro: sus creadores anónimos intentan embarrar la imagen impoluta de la megaestrella para desprestigiarla, pero sobre todo, para intimidarla y que desista de apoyar públicamente a Biden.

Se desconoce quién está detrás de este ciberataque simultáneo, pero sí se conoce el beneficiario: Trump y su campaña electoral, la misma que ya estuvo bajo sospecha de haber contratado a hackers rusos para desprestigiar a su rival demócrata Hillary Clinton en las elecciones de 2016.

En esa época, Taylor ya empezaba a ser popular, pero jamás hablaba de política, por lo que la imagen que daba era la de la joven rubia, blanca, patriota y simpatizante de la derecha cristiana, sólo por el hecho de haber nacido en Tennessee. Pero en 2018 asombró a todos e irritó a muchos republicanos cuando anunció que ella era liberal y progresista.

“Taylor me gusta un 25% menos” declaró entonces el presidente Trump.

Para el universo conservador estadounidense, que la cantante que más se acercaba al ideal de belleza y moral del supremacismo blanco anunciara que defiende las mismas cosas que los demócratas, tales como el derecho al aborto, el matrimonio homosexual o su apoyo para otorgar la ciudadanía a millones de inmigrantes indocumentados, es un pecado y debe pagar con ello, aunque sea calumniándola.

Y así fue como Laura Loomer, otra estrella de Fox News, con más de 800 mil seguidores en la red X, se preguntó públicamente: ”¿Es Taylor Swift un activo del Pentágono?”.

Y ella misma se respondió, satisfecha, con otro bulo: “La operación psicológica de interferencia electoral de los demócratas con Taylor Swift está ocurriendo abiertamente, para intentar robarle a Trump de nuevo las elecciones el 5 de noviembre”.