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Algunos cargos electos pertenecientes al Partido Republicano de Estados Unidos se están negando a certificar los resultados electorales de los comicios de medio mandato celebrados el pasado 8 de noviembre, una tendencia que responde a las mentiras del expresidente Donald Trump sobre el resultado de las presidenciales de 2020.
En el condado rural de Cochise (Arizona), dos de los llamados "supervisores" de la demarcación se saltaron la fecha límite que establece la ley para certificar los resultados, desencadenando así una batalla legal que se dirimirá en los juzgados.
Los republicanos alegan, sin presentar pruebas, que las elecciones se celebraron de forma irregular en el condado de Maricopa -el más poblado de Arizona, donde se engloba Phoenix- y que por tanto su acción es una protesta, pese a que no sostiene que las supuestas irregularidades se produjeron en su condado.
Lo mismo estuvo a punto de ocurrir en otro condado de Arizona, aunque a última hora los republicanos se echaron atrás y sí certificaron los resultados, mientras que sigue activa una agria disputa entre cargos locales en un condado de Pensilvania por el mismo motivo.
Que los cargos electos locales certifiquen con su firma el resultado electoral había sido tradicionalmente percibido como una formalidad administrativa, pero desde que el expresidente Trump no aceptó su derrota en las elecciones de 2020, se ha convertido en una acción controvertida.
No en vano, numerosos negacionistas de las elecciones se presentaron en estos comicios de medio mandato del 8 de noviembre para cargos de secretario de Estado, el cargo responsable de certificar las elecciones en cada estado del país.
Aunque algunos lograron ganar en estados abrumadoramente republicanos, los cinco que buscaban el cargo en estados competitvos, que podrían ser clave para las elecciones presidenciales de 2024, acabaron perdiendo.
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