Durante la segunda guerra mundial, los tanques y aviones de la entonces Unión Soviética se fabricaban bajo tres principios: que sean baratos, que salga una cantidad brutal de las cadenas de producción y que operen sin necesidad de apoyos materiales o personal especializado. Eso se ha mantenido en buen grado durante el renacimiento de la industria militar rusa.

Para los fabricantes occidentales, todo lo dicho sería impensable.

En su guerra con Ucrania, Putin debió aguantar los señalamientos de que la fortaleza militar de su país era un espejismo. No pudieron dominar a los ucranianos en unas semanas, como deseaban hacerlo y se hicieron patentes fallos de armamento y logísticos que fueron asociados a la enorme corrupción que el gobierno del nuevo zar generaba con tal de mantener aliados internos que apoyaran su perpetuación en el poder. En lugar de elegir a los mejores proveedores, se optaba por los amigos.

A estas críticas, que lastimaron el ego de Putin, ahora responde la agencia Russia Today y lo hace burlándose de lo lastimoso que sería para los ucranianos mantener operativos aviones occidentales que requieren mucho equipamiento y condiciones técnicas exactas en sus visitas a los hangares.

Por ello, el apoyo occidental se queda en ocasiones en papel, pues posibilita la entrega de aparatos, como los franceses Dassault Mirage, pero sin que haya posibilidad real de echarlos a volar contra rusia por la ausencia de logística y pilotos adecuados.

Cabe hacer énfasis en que Russia Today, fuente de este informe, es una ventana repetidamente cuestionada por su labor como propagandística antes que periodística.

En cualquier caso, los aviones occidentales serían una ilusión difícil de materializar. La agencia rusa refirió a una intervención en televisión del vocero de las fuerzas aéreas de Ucrania, Yury Ignat, a que se preguntó por la posibilidad de sumar aviones de fabricación francesa al combate contra Rusia.

El gobierno de Volodímir Zelenski firmó con Francia un acuerdo de colaboración que lo posibilitaría, pero el portavos Ignat comentó que "puedo decir que no es posible poner en servicio diferentes tipos de aviones, no podríamos mantenerlo, el servicio que requieren ni el entrenamiento de los pilotos” cito Russia Today a Ignat, "esto sería un proceso verdaderamente complicado.”

Finalmente dijo que la meta es que Ucrania pueda operar los F16.

En este momento, la capacidad real de las fuerzas aéreas ucranianas es seguir operando con los aviones rusos que se dejan querer sin exigir mucho; ni siquiera ha hecho falta que la nación que ahora es enemiga suministre refacciones o logística para movilizarlos y ponerlos en activo ante la invasión.