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Ataques a paramédicos, ligados a la falta de regulación del sector

Ataques a paramédicos y ambulancias pasan también por el descontrol y la falta de regulación en el sector, así como por el uso de unidades, en especial las llamadas ´patito´, para cometer fechorías.

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Dos paramédicos fueron asesinados a balazos en Celaya

Dos paramédicos fueron asesinados a balazos en Celaya

Cuartoscuro

Por la radiofrecuencia policial de Iguala, Guerrero, se escuchó una voz amenazante: “Hay heridos y muertos en la colonia 20 de noviembre, no se acerquen o también les tocarán balas a ustedes”…

“Lo escuchamos clarito. Pensamos que se trataba de una alerta de seguridad pública, porque la zona estaba descontrolada y quizás había riesgos, pero después supimos que no era la policía”, cuenta David Bravo, paramédico de la región desde hace más de 25 años.

-¿Quién era entonces? -se le pregunta.

-La maña.

La Asociación de Servicios Privados de Ambulancia y Atención Prehospitalaria en México tiene documentados casos en los cuales integrantes de grupos criminales usan los sistemas oficiales de radiocomunicación para decretar qué emergencias deben ser atendidas y cuáles no.

“No nos engañemos. En muchos casos ellos tienen acceso a los códigos de comunicación de la policía y de las ambulancias y por ahí amenazan: ´si escuchan una llamada en tal lugar, mejor ni se aparezcan, o hay una emergencia en tal zona, pero no vayan´. Sí tenemos conocimiento de que eso ocurre en distintas comunidades del país, por eso los servicios no llegan”.

En la primera parte de este trabajo Crónica reveló ataques en contra de paramédicos y ambulancias en al menos 19 estados del país. El fenómeno pasa por distintos ángulos, entre estos, el descontrol y la falta de regulación en el sector y el uso de unidades, en especial las llamadas ´patito´, para cometer fechorías.

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daniel blancas madrigal | primera parte 
Escena de la quema de una ambulancia el pasado lunes en Celaya, Guanajuato.

DE DROGAS A HUACHICOL. “El uso de vehículos con logotipos de emergencia o prehospitalarios para cuestiones delictivas es algo que va creciendo, se utilizan sobre todo ambulancias cuya vida útil ha terminado, se venden y no se les retiran los distintivos. Han comprado unidades de la Cruz Roja para transportar droga, esto se documentó en Puebla. O ambulancias a las que les quitan los muebles, donde se resguardan los equipos médicos, las vacían y las emplean para almacenar o trasladar huachicol”, cuenta el paramédico Eduardo Galván Cruz, de SVA.

“Las autoridades ven por fuera una ambulancia, ven una cromática oficial, torretas, luces, y la dejan pasar. Muchas así se utilizan en el tramo de Puebla a Orizaba. Y en otras zonas del país los criminales las compran, les ponen cualquier rotulo y se dedican a transportar droga, o personas indocumentadas”.

Dos ejemplos…

El 22 de noviembre de 2021 el Instituto Nacional de Migración (INM) descubrió en un retén instalado en el estado de Tabasco a 36 indocumentados -25 adultos y 11 menores de edad, todos centroamericanos-, los cuales se encontraban hacinados dentro de una ambulancia.

En abril de 2020 elementos de la Agencia de Investigación Criminal de la CDMX detuvieron a dos falsos paramédicos, quienes conducían una ambulancia en la colonia Morelos, delegación Cuauhtémoc… Dentro de la unidad, rotulada con el símbolo de la Cruz Roja, se localizaron armas de uso exclusivo de las Fuerzas Armadas, cargadores, teléfonos celulares y droga (clorhidrato de metanfetamina). El año pasado los dos hombres fueron sentenciados a 15 años de prisión.

MÁS DE LA MITAD, SIN AVISO DE FUNCIONAMIENTO. “Al ser vehículos de emergencia, no son susceptibles a revisiones, y por eso son usados para fines ilegales”, dice Miguel Ángel Mata, presidente de la Asociación de Ambulancias Privadas de México, para quien la falta de regulación en el medio “es un caldo de cultivo que alimenta el caos y la criminalidad”.

“Lo que buscamos es que todas las empresas dedicadas a servicios prehospitalarios estén legalmente constituidas. El contar con simples certificaciones no exime que estas ambulancias puedan dedicarse a actividades ilícitas. Pasaron la verificación, tienen placas, permisos, pero siguen en cosas irregulares, en complicidad con autoridades”.

-¿Cuáles son las propuestas?

-Sí, coordinarnos con autoridades civiles y militares, pero primero saber cuántos y quiénes somos. Uno de los grandes problemas en el país es que no hay un censo de los vehículos que brindan atención prehospitalaria. Incluso en la Ciudad de México, donde aparentemente hay más control, preguntas cuántas ambulancias hay y te van a decir: 400, pero son las que han cubierto el trámite, ¿y cuántas no?

-¿Qué autoridad debe encargarse de esto?

-En teoría, es en la Cofepris donde debe presentarse el aviso de funcionamiento, pero más de la mitad de las ambulancias públicas y privadas en el país no cuentan con ese aviso, algo tan elemental. Hay falta de regulación. Entonces es urgente un censo, no sólo de ambulancias, sino de vehículos de primer contacto, porque ya hay lugares donde se usan hasta motocicletas, que operan al margen de la ley. En algunos estados es muy fácil meterse al negocio: con que te compres una camioneta con foquitos, estás del otro lado.

-¿Y qué hay de los paramédicos?

-Tampoco hay un censo. Muchos recibieron entrenamiento en escuelas privadas, grupos voluntarios, en la Cruz Roja, pero no cuentan con cédula profesional, exigida en la Ley Federal de Salud. Primero vamos a contarnos, y a partir de ahí… Se habla de que en México hay más de 70 mil paramédicos, ¿cuántos tienen registro? Ves una supuesta ambulancia en vía pública pero no sabes si es legal, si tiene permisos, si el personal a bordo tiene conocimiento.

MOMENTOS VULNERABLES. En algunos estados han comenzado a implementarse protocolos de seguridad, los cuales consisten en la custodia policial para el acceso e intervención en casos relacionados con violencia y uso de armas de fuego, pero son los menos…

“Al menos en las zonas más conflictivas, el ir acompañados debe ser regla. No quisiéramos parar, pero quizá negarnos a dar el servicio sería una forma para que nos volteen a ver, decir: no cuenten con nosotros hasta que no pongan orden”, amaga Galván.

José Gómez Mont, un joven intrépido, quien combina el estudio de la medicina con un voluntariado como paramédico en el grupo SUUMA, señala:

“No hay nada como poder auxiliar a una persona en su momento más vulnerable, puedes marcar la diferencia entre la vida y la muerte. Desafortunadamente vivimos en un país donde predomina la inseguridad. Estamos obligados a cuidarnos entre nosotros, a ser precavidos, que jamás se nos olvide lo que siempre nos enseñan: primero somos nosotros, después nosotros y al final nosotros, jamás ponernos en riesgo, que no nos gane el meternos en escenas inseguras”…