Por lo que dan a la sociedad, maestros reciben muy poco: David Edwards
El secretario general de la Internacional de la Educación conversó con Crónica sobre la calidad educativa, el valor real de un título y el derecho a desconectarte
México es fuerte en sus Maestros
Por todo lo que dan a la sociedad, los Maestros reciben muy poco, dijo David Edwards.
Por lo que dan a la sociedad, los maestros reciben muy poco, señaló David Edwards, secretario general de la Internacional de la Educación (IE).
El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) debería tener el derecho de exponer al Poder Legislativo las necesidades de los Maestros para que puedan considerar un presupuesto correcto para su desarrollo profesional.
Habituado a viajar por todo el mundo para conocer y analizar los sistemas educativos actuales, los que funcionan y aquellos que tropiezan, afirma que destinar 5 dólares anuales a la formación profesional docente, “me suena a muy poco”.
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En el marco de la 12ª Conferencia de la IE, celebrada en el Centro Cultural del México Contemporáneo, el maestro Edwards aceptó conversar con Crónica sobre la calidad de la educación, el desarrollo profesional y la vida del docente en Familia.
¿Cuál sería el presupuesto anual ideal por Maestro para su desarrollo profesional?, se le pregunta.
“No puedo dar un número, pero los Maestros deberían tener el derecho no solo a pedir, sino a ser escuchados”, responde con el español claro y nítido que le aporta estar casado con una argentina y tener una suegra de la misma nacionalidad.
Edwards explica que los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), de la cual México es miembro, invierten bastante en el desarrollo profesional de los docentes porque si no lo hacen los pierden, especialmente después de la pandemia por el Covid.
El secretario general de la IE revela que forma parte del nivel global de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y que desde esa posición observa la escasez de Maestros que hay en el mundo.
"México es uno de los pocos países en el mundo que no está experimentando una escasez docente, que no está perdiendo maestros, ni en las escuelas normales, ni los que están por jubilarse".
“Los profesores en México se sienten respaldados y parte de algo”, señala y añade que felicitó al Presidente López Obrador por ello; también resaltó que el SNTE es un sindicato fuerte y unido, con influencia positiva en los países latinoamericanos.
La verdadera confianza
El estadounidense que coordina el trabajo educativo en 178 países y 32 millones de maestros en el mundo, explica que la manera de transmitirle confianza a los Maestros es a través del salario que ganan, y del presupuesto que se les asigna.
Señala que México tiene algo que especial que requiere seguir construyendo porque ser maestro en nuestro país significa un “compromiso social, pero también un reto intelectual interesante y se sabe valorado por la sociedad, pero una señal de esa valoración es el dinero que se le asigna para su desarrollo profesional”.
¿Hacia dónde deben ser orientados los sistemas educativos públicos y privados para egresar jóvenes preparados para las necesidades actuales, hoy vale más una certificación que un título profesional?
Explica que hay una conversación mundial sobre las competencias laborales, y herramientas; “en Davós pregunté a los dirigentes empresariales que critican el fracaso de los sistemas educativos actuales, si ellos pagan completamente sus impuestos, si tienen sistemas de capacitación vigentes para sus empleados, o esperan que la escuela les haga todo”.
Edwards recuerda que hace 10 años había un diálogo que cuestionaba la viabilidad de estudiar codificación en computación y actualmente lo que más requiere la Inteligencia Artificial son personas que sepan codificar.
El título y el Maestro
“Y ahora se piden cosas más específicas para la educación, solicitan docentes que puedan aprender todo el tiempo y alumnos que sigan aprendiendo a lo largo de la vida, que sepan cómo colaborar y trabajar en grupo, solucionar problemas, investigar y discernir sobre lo que es verdad en internet, estas son las cosas valiosas que los empleadores también quieren”, detalló el dirigente sindical.
Explica que los profesores hoy pueden certificar estas habilidades globales, y muchos países están formando comisiones de maestros para que certifiquen a las personas en estas habilidades.
Los Maestros han llegado a un nivel que les ha permitido mostrar que pueden trabajar con ideas complejas, que pueden colaborar y documentar su práctica.
“Entonces el debate no es si vale más una certificación de habilidades o un diploma escolar, la apuesta debe ser a invertir en el futuro de la profesión docente, darles la habilidad de evolucionar, eso es lo más impórtate” resaltó el secretario general de la IE.
El Derecho a Desconectarte
Finalmente, el reportero le pregunta sobre el contexto que viven los Maestros que suelen trabajar mucho con sus alumnos y comunidades, sacrificando el tiempo con sus familias e hijos.
Edwards cobra ánimo ante este tema y explica que también forma parte de la del Comité Global de la Federación de Sindicatos Globales, que trabajan con la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Explica que existe una conversación sobre lo que llamó “el derecho a desconectarte”, que es igual de importante al “derecho a laborar”, porque el agotamiento laboral o “Burnout”, que es algo muy serio.
Señaló que pocas profesiones como la docencia fueron expuestas a tanta exigencia social y presión porque mientras veían cómo enfermaban sus seres cercanos, tenían a sus alumnos en línea, a sus propios hijos, demandando su atención y espacio, apoyando a su cónyuge, “haciendo como 4 o 5 trabajos a la vez, y el burnout fue terrible, especialmente para las maestras”.
"Manifestó que es importante hoy saber distinguir los momentos para el trabajo y aquellos para estar en familia, y muchos países están desarrollando sistemas para que los Maestros ya no se lleven la burocracia y el trabajo a su casa, ni exámenes para calificar, ni juntas por atender".
Primero la Familia
Necesitamos pensar que si la escuela será el corazón de la comunidad, entonces se requieren servicios públicos más adecuados para apoyar al docente a manejar problemas como el suicidio y drogadicción juvenil, la nutrición infantil, la democracia y participación cívica, y otro tipo de problemáticas actuales.
El docente mismo no tiene que ser ni hacer todo, y no debería sentir el peso de toda la sociedad encima porque también tiene el derecho de estar con su familia “haciendo lo que le dé la gana y no siempre trabajando, trabajando, trabajando”.
Fue entonces cuando con ese español claro y estructurado, y su tono estadounidense, dejó salir: “porque la realidad es que por todo lo que da a la sociedad recibe muy poco en términos de tiempo, confianza, y dinero”.
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